Trastorno obsesivo compulsivo en la vejez ¿Cómo evoluciona el TOC?


El trastorno obsesivo compulsivo en la vejez parece presentar como manifestación más común el lavado de manos, mientras disminuyen las compulsiones relativas a la necesidad de simetría u organización.

trastorno obsesivo compulsivo en la vejez

La ansiedad está íntimamente emparentada con el miedo. Si este aparece ante un peligro real, aquella anticipa la amenaza y hace que reaccionemos. Aunque nos ayuda a mantenernos alerta, si no logramos relajarnos, también podemos enfermar; un arco que esté crispado largo tiempo terminará quebrándose.

Los efectos de la ansiedad pueden ser diversos. Con frecuencia este estado emocional da lugar diversos trastornos mentales. Entre los adultos mayores  algunos son más frecuentes que otros y  el trastorno obsesivo compulsivo es uno de ellos.

Las estadísticas no lo señalan como el que más prevalece entre los que peinan canas, pero sí lo es mucho en la población general y su curso crónico hace que los que lo han desarrollado arriben a la tercera edad padeciéndolo. Al llegar a ese momento existen algunas particularidades importantes. Sigue leyendo y verás qué sucede.

¿Qué es una obsesión?

 El Manual Diagnóstico y Estadístico de las Enfermedades Mentales en su cuarta revisión (DSM-IV) afirma que las obsesiones se definen como ideas, impulsos o imágenes de carácter persistente que el individuo considera intrusas e inapropiadas y que provocan una ansiedad o  malestar significativo. Son clásicas las escenas de un individuo que teme ser contaminado por gérmenes cuando estrecha la mano de otro o tener que regresar varias veces a casa a comprobar si ha cerrado la puerta, pues sus pensamientos le aseguran que existe la posibilidad que haya cometido un descuido fatal.

Por lo general las personas con obsesiones son capaces de darse cuenta de que estas son irracionales, pero no creen que puedan hacer nada para cambiarlas.

También te puede interesar leer: Esquizofrenia y vejez: ¿qué sucede?

¿Qué es una compulsión?

Las compulsiones son comportamientos o actos mentales cuyo propósito es prevenir o aliviar la ansiedad o malestar que lleva consigo una obsesión determinada. Es un modo de neutralizar las ideas intrusas que se han colado en la mente. Algunos de los impulsos compulsivos más frecuentes son:

  • Lavarse las manos (a veces asociado la idea de haber contraído alguna enfermedad o haber cometido un acto impuro).
  • Ordenar los objetos con una precisión milimétrica.
  • Repetir determinadas palabras en silencio.
  • Comprobar reiteradas veces el cerrado de las puertas.
  • Tocar todos los cubiertos que están en la mesa antes comer.

También te puede interesar leer: Ansiedad en adultos mayores: efectos y factores de riesgo que deberías conocer.

¿Qué es el Trastorno Obsesivo Compulsivo?

Obseción (1)

El DSM-IV afirma que la característica esencial del Trastorno Obsesivo Compulsivo es las presencia de obsesiones y compulsiones de carácter recurrente lo suficientemente graves —esto último es trascendental—, como para provocar pérdidas de tiempo significativas o gran deterioro de actividades como la laboral, estudiantil o de las relaciones con la familia y la sociedad en general.

Para que se pueda diagnosticar este trastorno también es importante  que el individuo reconozca que estas obsesiones o compulsiones son exageradas o irracionales y que los síntomas no se deban a los efectos secundarios de ninguna droga u otra enfermedad.

¿Cuáles son las especificidades del trastorno obsesivo compulsivo en los adultos mayores?

Al ser una enfermedad con frecuencia relativamente alta en la población general (al menos más alta de lo que antes se creía) es muy probable que, al elevarse la esperanza de vida, muchos individuos arriben a la ancianidad padeciendo este trastorno. Esa es la causa por la los científicos han intentado comparar las manifestaciones de este trastornos en adultos mayores con las personas más jóvenes.

Aunque no se encontraron grandes diferencias, sí aparecieron algunas relativas al contenido de la sintomatología.

El síntoma más común en los adultos mayores fue el lavado de manos. También fueron frecuentes el miedo a contraer enfermedades, la duda patológica, los rituales de verificación (ver si la puerta está cerrada etc.) y de limpieza.

Las compulsiones relacionadas con la necesidad de simetría, tocar determinados objetos o demanda de organización parecen desaparecer con la edad. Además, el contenido de algunos miedos también es diferente, por ejemplo, los ancianos son más propensos a pensar que han cometido alguna falta grave que a considerar que han contraído una enfermedad como el SIDA y en los jóvenes el patrón es completamente el contrario.

También te puede interesar leer: ¿Por qué percibimos que el tiempo pasa más rápido a medida que envejecemos?

 

 

Referencias bibliográficas

 

Faber, S., Hitsman, B. & Poppe, C. Treatment of obsessive compulsive disorder in the elderly: A review and case example. Disponible en http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/0005791694900019

Kohn, R., Westlake, R., Rasmussen, S., Marsland, R., & Nornlan, W. (1997). Clinical Features of Obsessive-Compulsive Disorder in Elderly Patients. The American Journal of Geriatric Psychiatry, 5(3).

Philpot, M., & Banerjee, S. (1998). Obsessive-compulsive disorder in the elderly. Behavioural Neurology, 11, 117–121.