“Me estás robando mi pensión”. Paranoia y suspicacia en el alzhéimer


Es común la paranoia y suspicacia en el alzhéimer, pero sus manifestaciones en muchos casos pueden ser manejadas. Debemos comprender que es parte de la enfermedad.

la paranoia y suspicacia en el alzhéimer

Las ideas pueden ser muchas: le están robando la pensión, su esposo la engaña con la vecina; incluso con su hermana, le cambian las cosas de lugar a propósito, la vigilan para robarle…tantas ideas sin un fundamento real que no alcanza este espacio para mencionarlas todas.

Son ideas paranoides y suspicaces en los enfermos de alzhéimer, una alteración de la conducta común que agrega un poco más de dificultad a la desafiante labor de cuidar a un enfermo.

No todos las manifiestan, pero un porcentaje significativo sí ¿Por qué ocurren? ¿qué puede hacer un cuidador? Hoy intentaremos ofrecer algunas respuestas.

La enfermedad y la idiosincrasia en la base de la paranoia y suspicacia en el alzhéimer

Si bien existe un consenso alrededor de que las alteraciones de conducta en la enfermedad de Alzheimer aumentan a medida que la persona deteriora y los problemas de memoria y pensamiento son mayores, esto no parece ser así para algunos síntomas.

La paranoia y suspicacia parece ser mayor en fases moderadas de la enfermedad y guardar cierta relación con variables personales, más que deberse exclusivamente a la enfermedad.

Esto no quiere decir que la enfermedad no tiene nada que ver, al contrario, el alzhéimer es el desencadenante fundamental. Ya de por sí la enfermedad crea las condiciones para ser suspicaces: no recuerdas lo que pasó hace apenas minutos, la gente que te rodea no te es familiar y en muchos casos, no entiendes nada de lo que dicen. Cualquiera se pone paranoico.

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Algunas recomendaciones para el manejo de la paranoia y suspicacia en el alzhéimer

la paranoia y suspicacia en el alzhéimer

Sabemos que la paciencia es llevada al límite al cuidar a un enfermo de alzhéimer, pero recuerda siempre, es la enfermedad. Para enfrentar las ideas paranoides y suspicaces es importante que:

    • No discutas ni intentes imponerle tu razonamiento. Esto solo le generará más ansiedad y a ti impotencia. Su cerebro ya no está en condiciones de responder a tu lógica. Puedes intentar ofrecer una explicación simple, pero sin insistir si no es capaz de asumirla.
    • No tomes las acusaciones de forma personal.
    • Distrae, cambia el foco de su atención, este es siempre un buen consejo.
    • Habla en un tono calmado, gentil.
    • Aunque la idea puede ser irracional, los sentimientos que genera son reales. Intenta aliviar esos sentimientos. Por ejemplo, si cree que le roban porque no ve su dinero, ponga una pequeña cantidad en el lugar que él/ella solía tenerlo.
    • Explique a los que rodean que esas creencias son parte de la enfermedad, así serán sus aliados en la comprensión que merece todo enfermo.

Uno de tus mayores retos como ser humano será tu rol como cuidador. Estar informado es una vía no solo para ofrecer un mejor cuidado, sino además, para que el camino sea más leve.

La paranoia y la suspicacia de tu familiar es otro rostro de la enfermedad que necesita aprender a maquillar.

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Referencias

Alzheimer Society Canada. (2014). Understanding behaviour. Disponible el 8 de noviembre de 2016 en Living with dementia, http://www.alzheimer.ca/en/Living-with-dementia/Understanding-behaviour

Alzheimer’s Foundation of America. (2016). Behavioral challenges: Coping with paranoia/Suspiciousness. Retrieved November 8, 2016, from Alzheimer’s Foundation of America, http://www.alzfdn.org/EducationandCare/paranoia.html

Teri, L., Larson, E. B., & Reifler, B. V. (1988). Behavioral disturbance in dementia of the Alzheimer’s type. Journal of the American Geriatrics Society36(1), 1–6. doi:10.1111/j.1532-5415.1988.tb03426.x

Redacción TiTi