Investigadores tienen éxito usando células de sangre del cordón umbilical para tratar el alzhéimer en roedores. Se describen mejoras en la memoria y el aprendizaje. También disminuyó la acumulación de sustancia beta amiloide.
La búsqueda de un fármaco que resulte eficaz contra el alzhéimer es una pendiente muy empinada que ahora mismo están intentando pasar decenas de ensayos clínicos en el mundo. Hasta ahora, y que se tenga conocimiento a nivel público, ninguno de ellos parece que pueda resultar ser el fármaco destinado a acabar con la enfermedad.
La mayoría tiene efectos beneficiosos, al menos en animales de experimentación, enlenteciéndola. Parece que por algún tiempo ese va a ser el camino. Tomad en cuenta que si se logra ralentizar lo suficiente, como ya ha ocurrido con otras enfermedades, puede significar años de buena salud para un enfermo.
Pero más allá de fármacos, la búsqueda de tratamientos se ha extendido dentro del ámbito científico. Ahora investigadores chinos, estadounidense y japoneses han usado células obtenidas del cordón umbilical humano para tratar el alzhéimer en modelos de ratones modificados genéticamente para padecer la enfermedad.
Investigaciones previas han demostrado, según reporta MNT, que las células de la sangre del cordón umbilical pueden mejorar algunos déficits cognitivos y reducir los efectos de las placas beta-amiloide (Aß), una de las características fisiológicas de la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, aún no está del todo claro cuál de estas células de la sangre del cordón umbilical tiene efectos beneficiosos ni por qué .
Según Donna Darlington, una de las investigadoras citada por Eureka Alert :
En este estudio se intentó determinar qué población de MNC (célula mononuclear de sangre periférica por sus siglas en inglés) fue confiriendo estos efectos y determinar el mecanismo por el cual estos efectos se producen.
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Monocitos de la sangre del cordón umbilical para tratar el alzhéimer.
Las células mononucleares de sangre periférica son fundamentales en el sistema inmunológico para combatir infecciones. Entre ellas se encuentran los monocitos , las células que usaron los investigadores en esta ocasión para ver el efecto sobre la enfermedad de alzhéimer en ratones. Los monocitos fueron extraídos de la sangre del cordón umbilical.
Durante un período de dos a cuatro meses los investigadores trataron a ratones con enfermedad de Alzhéimer con monocitos derivados de la sangre del cordón umbilical humano.
A continuación realizaron una evaluación del comportamiento de los roederodes además de otras pruebas bioquímicas.
Los investigadores encontraron que la administración de los monocitos derivados de la sangre del cordón umbilical no sólo disminuyó la patología amiloide en los ratones, sino que también mejoró algunas funciones dependientes del hipocampo como el aprendizaje, la memoria y la función motora.
Los investigadores creen que las células empleadas pueden ejercer su efecto terapéutico a través de un proceso denominado fagocitosis mediante el cuál células como los monocitos “comen” y destruyen desechos celulares.
El estudio también encontró que los monocitos envejecidos eran menos efectivos contra la placa amiloide y que la proteína de la cuál se deriva la sustancia beta amiloide, la proteína precursora amiloide , podía ayudar a restaurar las capacidades de los monocitos envejecidos.
La investigación no es ni mucho menos un camino concluido. Más bien sigue abriendo posibilidades a otros tratamientos más allá de los farmacológicos. Para la profesora Shinn-Zong Lin, co editora de la revista Cell Transplantation donde se va a publicar la investigación:
Estudios futuros deben sopesar los beneficios del uso de células mononucleares de sangre periférica en la terapia celular frente a los posibles efectos perjudiciales, tales como la secreción de factores neurotóxicos e inflamatorias. La eficacia de la utilización de células mononucleares de sangre periférica en los pacientes con enfermedad de Alzheimer también debe ser validado, ya que ha sido una cuestión de conjeturas .
Otros tratamientos médicos no farmacológicos que se están realizando para intentar hacer frente al alzheimer incluye la terapia genética. Recientemente una investigación revelaba que en la autopsia de 10 personas, que años antes se habían sometido a una terapia genética, se notaban mejorías a nivel fisiológico en el cerebro.
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