Rapamicina y parkin: nueva promesa terapéutica en la enfermedad de párkinson.

La rapamicina, un fármaco inmunosupresor, mostró ser efectivo impidiendo que se desarrollasen síntomas de la enfermedad de párkinson en ratones. En el proceso de investigación se descubrieron nuevas funciones de la proteína parkin. Ambos hallazgos se anuncian como promesa terapéutica en la enfermedad de párkinson.

Inosina

Buscando ver el efecto de la rapamicina sobre la enfermedad de Parkinson terminaron viendo mucho más. Tanto como que la famosa proteína Parkin tiene más funciones de las esperadas y debe ser considerada una diana terapéutica fundamental de la enfermedad de Parkinson. Los investigadores pertenecen al Instituto Buck y la investigación aparece en Journal of Neuroscience.

Vamos al inicio, la rapamicina (llamada también sirolimús) es un fármaco inmunosupresor que se utiliza para evitar que el cuerpo rechace los órganos trasplantados, incluso se ha demostrado su acción prolongando la vida en varias especies. Ahora los investigadores del Instituto Buck comprobaron en un modelo de ratón de mediana edad modificado genéticamente para desarrollar párkinson que la rapamicina impidió que desarrollasen síntomas de la enfermedad. Según Julie Andersen, una de las autoras del estudio, citada en un comunicado de prensa del Instituto Buck:

Teniendo en cuenta sus efectos secundarios como inmunosupresor, hay problemas con el uso a largo plazo de la rapamicina, pero los resultados de nuestro estudio sugieren que el uso de derivados de rapamicina u otros agentes con propiedades biológicas similares pueden constituir nuevas terapias para la enfermedad»

Pero hay más. Los ratones tratados tenían una mutación en el gen PARK2 que los predisponía a padecer la enfermedad. Mutaciones en el gen PARK2 son las que más se han vinculado a los casos de párkinson familiar y esporádico, llegando a ser responsable del 10% de los casos que se diagnostican anualmente. Esas mutaciones provocan una disminución de la capacidad de la célula para reciclar los desechos internos, que en la enfermedad de Parkinson tienen gran importancia debido a que se acumulan proteínas y mitocondrias dañadas en el área del cerebro dónde se produce el neurotransmisor dopamina. Parkin es la proteína que es codificada por el gen PARK2.

Los investigadores esperaban que la rapamicina aumentara la capacidad de la proteína parkin para etiquetar ciertos tipos de basura celular para su reciclaje. Sin embargo, descubrieron que también incidía sobre el proceso de reciclaje de la propia basura mediante la regulación de una proteína denominada TFEB que aumentó la degradación de proteínas y mitocondrias dañadas. Además los investigadores descubrieron que la proteína parkin está implicada en un proceso denominado biogénesis mitocondrial, mediante el cual las mitocondrias crecen en masa y número.

Nuevas y más amplias funciones de parkin que lleva a Andersen a afirmar:

Nuestros descubrimientos sobre parkin pueden proporcionar una diana terapéutica aún más importante para la enfermedad de Parkinson (…) Nuestro trabajo demuestra que parkin juega un papel mucho más amplio de lo que se pensaba originalmente en deshaciéndose de las mitocondrias y las proteínas dañadas. Es muy emocionante porque nos da nuevas vías de ver la terapéutica potencial para impulsar la limpieza celular.

Esperan que con estos resultados la proteína parkin se convierta en una diana terapéutica central en la enfermedad de Párkinson.

Redacción TiTi