Consenso internacional sobre método diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer.

Científicos suecos logran que un método para el análisis de sustancia beta amiloide en el líquido cefalorraquídeo se convierta en estándar a nivel internacional. Según declaran, permitiría un diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer entre diez y treinta años antes de que los primeros síntomas sean evidentes.

método diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer

Un comité internacional perteneciente a la Comisión Mixta sobre Trazabilidad en Medicina de Laboratorio, organismo encargado de unificar y hacer equivalentes en todo el mundo las mediciones que se obtienen en los laboratorios clínicos, ha aceptado un método desarrollado por científicos de la Universidad de Gotemburgo, Suecia, como el método de referencia para realizar mediciones estandarizadas que permiten un diagnóstico de la enfermedad de Alzhéimer décadas antes de que los primeros síntomas sean evidentes. Así lo informa un comunicado de prensa que  emite la universidad.

Los científicos se basan en la medición de los niveles de sustancia beta amiloide en el líquido cefalorraquídeo. La sustancia beta amiloide se considera una de las causas fundamentales del daño cerebral durante la enfermedad de Alzheimer. Todos producimos sustancia beta amiloide y cuando el cerebro funciona normalmente, el exceso de beta amiloide sale del cerebro a través de la sangre y el líquido cefalorraquídeo. Sin embargo, cuando una persona tiene alzhéimer, la beta amiloide se empieza a acumular de forma anómala entre las neuronas formando las llamadas placas amiloides (también conocidas como placas seniles). Este proceso comienza décadas antes de que los primeros síntomas de la enfermedad sean fácilmente detectables. La investigación científica ha centrado sus esfuerzos en intentar detectar en los primeros estadios el comportamiento anormal de la beta amiloide para aplicar tratamientos de forma temprana.

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Desde hace muchos años la medición de los niveles de beta amiloide en el líquido cefalorraquídeo, que se obtiene a través de una punción lumbar, se usa como biomarcador de la enfermedad:

Si la concentración de beta-amiloide en el líquido cefalorraquídeo es anormalmente baja, indica que la proteína se está pegando en el cerebro, que es el signo más temprano de la enfermedad de Alzheimer.

Así explica lo que puede obtenerse del análisis del líquido cefalorraquídeo Henrik Zetterberg, quien junto a Kaj Blennow y después de décadas de investigación, han logrado un método que permite determinar la cantidad exacta de beta amiloide en el líquido cefalorraquídeo facilitando diagnosticar la enfermedad de Alzheimer entre 10 y 30 años antes de la aparición de los síntomas cognitivos. Y el método es lo suficientemente bueno como para que se convierta en referencia internacional. En palabras de Kaj Blennow:

Esto significa que el método será utilizado como la norma para estandarizar las mediciones de beta amiloide en todo el mundo. Con la ayuda del estándar, las personas que están preocupadas por la enfermedad de Alzheimer pueden ser analizadas y obtener los mismos resultados independientemente de si se lleva a cabo en San Francisco, San Pablo, Londres, Gotemburgo o Ciudad del Cabo.

Además, señalan la que tal vez sea la más importante aplicación de este avance: su uso en la investigación científica. Aunque la estandarización es un paso importante en la unificación de criterios y un reconocimiento de que es posible un diagnóstico temprano, la realidad es que siguen existiendo los mismos impedimentos para el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer: una punción lumbar resulta muy invasiva y de difícil aplicación. Mientras se pone el brazo con relativa facilidad para que nos extraigan sangre en las analíticas de rutina, la disposición cambia cuando la prueba implica una aguja por la espalda.

Los métodos que se persiguen en la actualidad van encaminados a poder detectar de forma sencilla y temprana la enfermedad, preferiblemente mediante análisis de sangre u otras muestras que se puedan obtener fácilmente.

Mientras, se han dado avances importantes en el diagnóstico precoz mediante el uso de la tomografía por emisión de positrones (PET por sus siglas en inglés) y el análisis del líquido cefalorraquídeo, siendo posible diagnosticar la enfermedad en la etapa de deterioro cognitivo leve. Pero se necesita antes, mucho antes.

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Redacción TiTi