El duelo no es una enfermedad, es un proceso natural que incluye nuestras reacciones ante la pérdida de un ser querido.
No importa cuán saludable sea nuestro estilo de vida o cuan honradamente hayamos vivido, alguna vez la vida de nuestros padres, pareja o de cualquier otra persona que hubiésemos querido eterna, llegará a su fin.
Cuando perdemos a un ser querido lo más común es que nos embargue un dolor particularmente profundo al que la ciencia denomina duelo.
Tener un conocimiento previo de qué reacciones esperar cuando te enfrentes a uno de estos momento difíciles, te ayudará a poder lidiar de manera más efectiva con el proceso y, si fuera necesario, solicitar ayuda profesional. Describamos entonces cuáles son nuestras reacciones.
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¿Es cierto eso que he escuchado acerca de las etapas del duelo?
Probablemente has escuchado decir que el duelo es un proceso que transcurre por cinco etapas. El tema de las etapas del duelo es en cierto sentido polémico. Durante mucho tiempo se creyó que esto era así y tales etapas están descritas de manera detallada.
Sin embargo, recientes investigaciones han demostrado que, aunque lo que se ha descrito es cierto, no siempre ocurren en la secuencia que se creía inicialmente y que algunas personas pudieran no pasar por todas las etapas.
En el caso de los familiares de las personas con demencia o con enfermedades graves de larga evolución se plantea que existe un duelo por anticipación, que empieza antes de que fallezca la persona debido precisamente a las pérdidas que va experimentando la relación entre el cuidador y el enfermo.
Aclaramos esto porque a continuación vamos a comentar las etapas del duelo en el orden que desde un principio se creía que debían aparecer.
Sin embargo, no deberías creer que algo anda mal si una de esas etapas nunca llega o si llega en otro orden. O si ya has vivido algunas de ellas por anticipación. Todos somos distintos y no existe regla sin excepción.
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Las etapas del duelo
Negación
Lo más probable al principio es un intento de negar la realidad. Ocultar lo que está sucediendo o intentar convencernos a nosotros mismos de que esto no puede estar pasando. Es normal que intentemos racionalizar las emociones que nos desbordan en busca de amortiguar el impacto inicial.
Esta respuesta, en cambio, no deberá extenderse mucho tiempo. Si sucede lo contrario, entonces estarás necesitando ayuda profesional, no dudes en buscarla.
Ira
Por más que neguemos la realidad esta termina regresando. El dolor no se va ir porque intentemos ignorarlo, entonces, antes de que estemos preparados para dominarlo, probablemente reaccionemos con ira.
La ira puede estar dirigida a objetos inanimados, extraños, amigos, familiares e incluso a la persona fallecida.
La importancia de que conozcas esto de antemano es que te permitirá reconocer la emoción y evitar hacer daño a las personas que quieres. El problema de la ira es que al ser injusta podrá conducirte a sentimientos de culpa y arrepentimiento que complicarían el transcurso del duelo.
Negociación
La negociación consiste en un cambio de estrategia para lidiar con la situación que nos afecta. Sin embargo, al igual que ocurría con la negación, las conductas que se asumen en esta etapa evitan reconocer lo que realmente está ocurriendo.
Si tienes creencias religiosas es probable que en esta etapa negocies con el poder superior en que crees el regreso de lo que has perdido a cambio de introducir modificaciones en tu estilo de vida.
Si no, buscarás otros modos de negociar una salida a la situación, pero, tarde o temprano terminarás reconociendo que no hay salidas alternativas. Aceptar la pérdida es el único camino.
Depresión
A medida que la inminencia de la situación crezca, es probable que te deprimas. Tus pensamientos serán negativos, te sentirás triste y verás el futuro de manera pesimista, sin embargo, tendrás también la oportunidad de reflexionar acerca del sentido de lo ocurrido y de dar los primeros pasos hacia la aceptación.
Aceptación
La aceptación, aunque es el camino hacia la normalización no es un periodo de felicidad, sino más bien un momento de hacer las paces con la vida y de intentar aprender a convivir con la pérdida.
Generalmente es el resultado de una evaluación integral de la situación y un análisis de cuál es el crecimiento que se ha obtenido a lo largo del proceso.
La aceptación pasa por entender que la vida tiene sentido hasta en los momentos difíciles y solo cuando encontramos ese sentido podemos lidiar con el dolor.
¿Cuándo debo solicitar ayuda para lidiar con el duelo?
Aunque el duelo es un proceso normal que la mayoría de las personas rebasa, acudir a un profesional capacitado no te hará mal y te ayudará a obtener un mayor crecimiento en la experiencia.
Sin embargo es importante que sepas que algunas personas pueden experimentar el duelo de manera patológica. En ese caso es recomendable solicitar ayuda lo antes posible. Una de las principales pistas es que demores demasiado en rebasar el dolor, digamos más de un año. Sin embargo el asunto del tiempo es relativo.
Lo más certero es que busques ayuda en cuanto comiences a tener problemas con tu trabajo, tu familia o demás cosas y personas significativas para ti.
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Referencias
APA. El duelo: cómo sobrellevar la muerte de un ser querido. Disponible en http://www.apa.org/centrodeapoyo/duelo.aspx
Psychcentral. The 5 Stages of Loss and Grief. Disponible en http://psychcentral.com/lib/the-5-stages-of-loss-and-grief/
Pascual, & Santamaría, J. (2009, November 30). Proceso de duelo en familiares y cuidadores. Retrieved March 5, 2016, from Revista Española de Geriatría y Gerontología, http://www.elsevier.es/es-revista-revista-espanola-geriatria-gerontologia-124-articulo-proceso-duelo-familiares-cuidadores-13148326
