¿Por qué percibimos que el tiempo pasa más rápido a medida que envejecemos?


Niñez, adolescencia y juventud son periodos de grandes cambios, la adultez media y la vejez son épocas de relativa estabilidad. Un año para un niño de 5 años es el 20% de su vida, para una persona de 60…saca la cuenta. Algunas razones que explican por qué nuestra percepción del tiempo varía a medida que ganamos en años. 

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Cuando eres niño todo demora demasiado en llegar. Las vacaciones de verano, la navidad, el momento en que tus padres te permiten salir solo de noche. Sin embargo, a partir de determinado momento las cosas  cambian.

¿Esas canas cuándo fue que aparecieron? ¿En qué instante la chica que se colgaba de tu cuello se ha convertido en la mujer que acaba de casarse? ¿Por qué los veinte años se demoraron tanto y los cuarenta se acercan cual piloto de Fórmula 1?

Aunque envejecer no te da la potestad de alterar el paso del tiempo, este parece ir más rápido a medida que tenemos más edad. Dar una completa explicación a tal fenómeno es aún una tarea pendiente para la ciencia. Sin embargo, ya existen ciertas explicaciones parciales. Veamos qué dice la ciencia sobre por qué nuestra percepción del tiempo varía cuando nos hacemos adultos.

Percepción del tiempo: cuando los años «pasan volando»

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Medimos el tiempo por los acontecimientos memorables.

En la niñez y en la adolescencia existen muchos más eventos memorables. Son edades marcadas por las primeras veces: el primer beso, el primer día de escuela, la primera navidad. La adultez, en cambio, es la edad donde comienza a instaurarse la monotonía y lo que suceda será cada vez más la repetición de algo que ya has vivido.

No es que no haya experiencias novedosas, sino que posiblemente serán menos. Y cuando el día de hoy es exactamente igual al de ayer y así durante siete jornadas, la semana parece tener solo 24 horas porque todos los días son el mismo.

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La proporción de tiempo que pasa varía con la edad.

Este es un fenómeno interesantísimo y apenas perceptible. Para un niño de cinco años, un año es el 20 % de la totalidad de su vida, por lo cual es normal que le parezca que ha sido mucho tiempo. En cambio, para un hombre de 50 un año es solo el 2% de su vida.

Cuando su mente compara lo sucedido en 12 meses con el resto de los acontecimientos vitales, no es extraño que lo primero parezca demasiado poco.

Nuestro reloj biológico se ralentiza con la edad.

A lo largo de la historia de la humanidad hemos creado múltiples mecanismos para medir el paso del tiempo (calendarios, relojes, etc.), sin embargo, nuestro cuerpo está dotado de su propio reloj. Es una suerte de marcador interno que permite medir los sucesos del organismo como por ejemplo, el ciclo de sueño-vigilia.

Es la razón por la que a menudo vas a la cama siempre a la misma hora y te despiertas temprano los domingos sin que tengas que ir al trabajo. Con los años, la sincronización de nuestro organismo puede variar, los ciclos alterarse y entonces nos parecerá que todas las cosas ocurren a un ritmo diferente y percibiremos también de modo diferente el transcurso del tiempo.

A medida que envejecemos se presta menos atención al tiempo

Cuando eres niño cuentas cada segundo desde el primero de diciembre hasta el día en que Papá Noel deja los regalos en tu chimenea. Cuando eres adulto, el primero de diciembre estás un poco más centrado en las facturas, la vida familiar, los problemas del trabajo, la compra de los regalos de Navidad. Mientras más te centras en las tareas, menos notarás el paso del tiempo y por eso parecerá que vuela.

El estrés

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Por otro lado, la sensación de que no hay tiempo suficiente para hacer las cosas puede ser reinterpretada como que el tiempo pasa demasiado rápido.

Sin embargo, además de estas explicaciones, también tenemos una buena noticia. Mejorando tus capacidades cognitivas, especialmente la atención y la memoria, estarás más centrado en el presente y por tanto sentirás que el tiempo va menos a prisa.



La meditación, el yoga y otros ejercicios de contemplación te permiten estar centrado en el aquí el ahora y mejoran tales capacidades. Aunque solo sea una impresión subjetiva, luchar por alargar nuestro tiempo, de alguna manera es un modo de alargar nuestra vida.

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Referencias bibliográficas:

 Why Does Time Fly as We Get Older? Disponible en http://blogs.scientificamerican.com/mind-guest-blog/why-does-time-fly-as-we-get-older/

Why does time seem to speed up as we get older? Disponible en http://www.independent.co.uk/life-style/health-and-families/features/why-does-time-seem-to-speed-up-as-we-get-older-10414396.html

Wittmann, M., & Lehnhoff, S. (2006). Age effects in perception of time. Psychological reports.97(3), 921–35. Disponible en http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/16512313