Estimulación cerebral profunda para el alzhéimer ¿Realmente tan prometedora?


Los resultados del ensayo clínico de fase II que prueba la eficacia de la estimulación cerebral profunda para el alzhéimer muestra resultados modestos.

estimulación cerebral profunda para el alzhéimer

La diferencia entre un titular y el contenido de un artículo puede ser tan abismal que casi describen realidades diferentes. Con las noticias del área científica sucede algo semejante. Todos los días la solución para la enfermedad de Alzheimer está a punto de descubrirse o los enfermos de párkinson tienen un fármaco milagroso que hará desaparecer de un golpe todos los síntomas.

Lamentablemente no es así, la ciencia se construye bloque a bloque y la prensa tiene su propio ritmo, el que impone el mercado.

Hoy un titular llamó nuestra atención, estaba en inglés y decía algo así como “La estimulación cerebral profunda continúa siendo prometedora para los enfermos de alzhéimer leve”. Como siempre que se prometen tratamientos, más tan vanguardistas, picó la curiosidad. Leímos y lo que encontramos no nos pareció tan prometedor. Eso a nosotros, hoy lo comentamos y ya deciden ustedes si merece el adjetivo. Primero contemos los antecedentes.

Poniéndonos en antecedentes: estimulación cerebral profunda para el alzhéimer.

La estimulación cerebral profunda (DBS por sus siglas en inglés) es un procedimiento bastante conocido entre las personas vinculadas al párkinson. Consiste en insertar, mediante una intervención quirúrgica, electrodos en puntos muy específicos del cerebro. Esos electrodos van conectados mediante un cable a una batería que generará la corriente eléctrica necesaria para que los electrodos funcionen y modulen la actividad cerebral.

En la enfermedad de Parkinson el procedimiento es generalmente muy exitoso, con personas a las que los síntomas más visibles de la enfermedad casi desaparecen por un periodo después de la intervención.

Quedaba la pregunta de si en la enfermedad de Alzheimer la DBS podía resultar efectiva. Y a buscar respuesta se lanzó un grupo de científicos que desde el año 2014 está realizando, en ensayos clínicos, intervenciones con esta técnica en 42 personas enfermas de alzhéimer en fase leve.

En febrero de este año 2016 os informábamos de los resultados preliminares, que solo hablaban de que el tratamiento fue seguro y bien tolerado.

Recientemente se publicaron los resultados del ensayo clínico de fase II y en esta ocasión sí se buscaba analizar el impacto del tratamiento sobre los síntomas de la enfermedad ¿Y qué fue lo que encontraron?

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Los ¿prometedores resultados?

estimulación cerebral profunda para el alzhéimer

En un artículo publicado en la revista Journal of Alzheimer’s Disease los autores ofrecen los detalles del ensayo clínico de fase II. Los participantes fueron divididos en dos grupos: uno que desde el primer momento tuvo el neuroestimulador conectado y otro que lo tuvo desactivado. Durante doce meses se siguió la evolución de todos los participantes en el estudio.

Se encontró que después de ese tiempo no había diferencias significativas en el funcionamiento cognitivo de las personas de ambos grupos. La única medida en que se encontró una mejoría significativa en las personas con el neuroestimulador activado, fue el metabolismo de la glucosa. Este signo mejoró a los seis meses, pero ya después de 12 meses no se encontró diferencias significativas entre los dos grupos.

Otro dato resulta significativo: la DBS pareció mostrar mejores resultados en los mayores de 65 años, mientras que en los más jóvenes más bien parece que puede ser perjudicial.

Este último detalle hace opinar a uno de los expertos involucrados en el proyecto, el Dr. Andrés Lozano:

Estamos animados por estos resultados, indican que vamos en la dirección correcta con nuestra investigación sobre DBS como tratamiento para la enfermedad de Alzheimer. Ahora tenemos una mejor idea de qué pacientes se beneficiarán más de este tratamiento y cómo la estimulación podría ralentizar la progresión de la enfermedad de Alzheimer.

¿Mirando el vaso medio lleno? Seguramente el Dr. Lozano, reconocido experto en DBS a nivel mundial, tenga elementos para ver en estos resultados algo esperanzador, pero por el momento nosotros no lo vemos.

Ya en febrero comentábamos que la estimulación cerebral profunda no parece ser, por el momento, la respuesta a los desafíos de la enfermedad de Alzheimer. Es un procedimiento invasivo, caro y en el caso del alzhéimer, con resultados muy modestos. Pero repetimos, por el momento. El ensayo clínico está en marcha y hay muchas cosas aún por ver.

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Referencias

Lozano, A. M., Fosdick, L., Chakravarty, Mallar, M., Leoutsakos, J.-M., Munro, C., … Smith, G. (2016). INTRODUCTION. Journal of Alzheimer’s DiseasePreprint(Preprint), 1–11. doi:10.3233/JAD-160017

University Health Network (UHN) (2016). Deep brain stimulation continues to show promise for patients with mild Alzheimer’s disease. NewsWise. Disponible en http://newswise.com/articles/deep-brain-stimulation-continues-to-show-promise-for-patients-with-mild-alzheimer-s-disease

Redacción TiTi