Cinco alteraciones mentales raras que son difíciles de creer.


Hay alteraciones mentales raras, tanto por su ocurrencia como por la extrañeza que pueden despertar sus síntomas.  Desde japoneses que enferman al sufrir una decepción con París, hasta personas que solo ven lo que ocurre a la derecha.

alteraciones mentales raras

Nuestro cerebro es uno de nuestros órganos más importante, pero también uno de los más enigmáticos. Años de estudios nos han permitido arribar a muchas certezas, nos han sembrado un montón de dudas y a la vez nos han hecho conscientes de que queda un gran camino por andar.

Avanzando por sendas tan enigmáticas, no resulta raro que en ocasiones nos encontremos con cosas asombrosas y esa la razón por la que hoy quiero hablarte de 5 alteraciones mentales raras, tan extrañas que son, incluso, difíciles de creer.

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Ven y asómbrate: alteraciones mentales raras.

Ceguera al movimiento

La primera de nuestras rarezas se denomina Acinetopsia, pero como no queremos que se nos enrede la lengua preferimos llamarla ceguera al movimiento. La esencia de este trastorno raro consiste precisamente en que quienes lo padecen son incapaces de percibir el movimiento de los objetos. Espérate, que dicho así tal vez no te hagas una idea completa de lo raro que esto suele ser.

Hagamos algo. Imagina que tienes una pelota en la mano. Para ser más específicos, imagina que se trata de un balón de futbol. Puedes verlo, ¿verdad? Bien, ahora lánzalo. Si no padeces ceguera al movimiento, seguramente lo viste ascender, alcanzar una altura más o menos elevada (en dependencia de la velocidad del lanzamiento), y luego lo has visto descender hasta tus manos.

Bien, si padecieras ceguera al movimiento no dejarías de ver el balón, pero al lanzarlo sería como si cerraras los ojos por unos segundos y te perdieses parte de la película. Verías la pelota antes de lanzarla, luego volverías a verla al alcanzar su punto más alto y por ultimo cuando vuelva a estar en tus manos. Pero el movimiento sería invisible ¿Qué te parece?

 Síndrome de Cotard

Sabes lo que es la hipocondría. Sí, eso mismo, ese amigo tuyo que al que le duele la cabeza nada más oír hablar de que hay que buscar recetas, que se acabó el paracetamol en casa y a quién no puede hablársele de la más mínima enfermedad porque comienza a correrle un sudor frío.

Bien, pues el síndrome de Cotard está muy relacionado con la hipocondría, aunque es una condición crónica mucho más grave. Para estas personas las relaciones sociales son casi imposibles, se comportan de una manera muy rara y la razón es que están convencidos de que se pudren por dentro. Sí, así como lo oyes, algunos creen que en su interior han fallecido y que sus órganos están pudriéndose o al menos no funcionan. ¡Qué triste! ¿verdad?

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Síndrome de negligencia unilateral

Esta es otra condición rara relacionada con la visión. Aunque las causas pueden ser diversas, esta alteración suele seguir a un infarto o una hemorragia cerebral. Después de esos eventos, uno de los hemisferios de nuestro cerebro (izquierdo o derecho) puede quedar afectado y, en quienes aparece la negligencia unilateral, se suele afectar la percepción de lo que acontece en el lado contrario a la afectación.

Es decir, en el supuesto caso de que el afectado sea el hemisferio derecho, podemos no percibir muchos de los objetos, personas, animales, etc., ubicados a nuestra izquierda.

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Síndrome de París

¿Te has encontrado alguna vez con esos jóvenes que lucen como animes (esas historietas japonesas tan populares), se la pasan viendo animes y cuyo único tema de conversación son los animes? Para estos chicos (Otakus creo que se hacen llamar), la cultura japonesa suele ser idealizada y viajar a Tokio pudiera ser un gran sueño.

Tal y como los jóvenes occidentales de hoy se fascinan con el lejano oriente, muchos asiáticos viven con gran ilusión por conocer los iconos de este otro lado del mundo. Y entre todas las ciudades idealizadas, tal vez ninguna tenga comparación con París.

París la ciudad del amor. París de las revoluciones. París la meca del arte. Sin embargo, como las dos caras de una moneda, la desilusión suele ser mayor cuanto mayor ha sido el deseo. Así, para los mismos japoneses que han inspirado a los Otakus occidentales, conocer un Paris que no coincide con sus sueños suele ser fatal.

El síndrome de París que suelen padecer japoneses que llegan a la capital de Francia y sufren una decepción a la idea que se habían hecho, se manifiesta a través de alucinaciones, ansiedad, taquicardia o sudores fríos. La única cura suele ser el regreso a la patria.

Sinestesia

Y hablando de japoneses, la última manifestación mental rara de la que voy hablarte parece sacada de una novela de Haruki Murakami, ese creador de tipos raros y solitarios. Se llama sinestesia y consiste en la mezcla de sentidos, es decir, pudiéramos ver un sabor u otorgarle colores a una palabra ¿Un ejemplo?, pues se me ocurre que te griten: “mira un gato” y al escuchar hablar del felino sientas en tu boca un fuerte sabor a pescado.

Referencias bibliográficas

Parton, A., Malhotra, P., & Husain, M. (2004). Hemispatial neglect. J Neurol Neurosurg Psychiatry, 75, 13–21.

Síndrome de Cotard. Disponible en http://medicina.ufm.edu/index.php

Síndrome de París: japoneses que nunca volverán a la Torre Eiffel. Disponible en https://hipertextual.com/2013/04/sindrome-de-paris

What is synesthesia. Disponible en https://faculty.washington.edu/chudler/syne.html

Zeki, S. (1991). Cerebral akinetopsia. Brain, 114, 811-824.