La figura del llamado viejo verde puede tener de base un evento o una enfermedad neurodegenerativa que está dañando el cerebro. Si el daño cerebral se produce en zonas frontales o temporales, el caldo de cultivo para el supuesto viejo verde está servido.
Si algo se nos da genial a los listillos humanos es criticar. En serio, hay pocas cosas más fáciles que abrir nuestra boca y emitir un juicio sobre otra persona sin guiarnos por otra cosa que creencias y experiencias más que subjetivas.
Por el camino de la facilidad de opinión, que no libertad, nos apropiamos de prejuicios construidos socialmente que después vamos soltando a la buena de dios. Que cuidado con los…que roban, que ojito con esa chica que tiene pinta de… ¡Mira ese viejo verde! Piropeando a la jovencita (aquí va una cara de desaprobación absoluta).
¿La edad es impedimento para admirar lo bello? ¿Para desear a una persona? Nosotros creemos que no, pero más allá de ese argumento básico, de que perfectamente una persona mayor puede estar interesada en una joven, hay situaciones en que el comportamiento del mayor se sale totalmente de la media de lo esperado para su edad, pero lo que es más notable; es muy distinto de lo que hasta ese momento había sido su conducta habitual.
De ser una persona bastante tradicional y hogareña, ahora comienza a salir a menudo de noche, busca servicios de prostitución y emplea un lenguaje abiertamente inadecuado socialmente que no le era característico. Para la sociedad estaríamos hablando de un viejo verde, pero ¿a nadie se le ha ocurrido pensar que de base hay una enfermedad?
Porque en realidad son muchas las enfermedades, con una alta prevalencia en la vejez, que cursan con daño a la zona frontal y temporal del cerebro, áreas responsables precisamente de que nos comportemos de acuerdo a las normas que imperan socialmente. En este artículo vamos a mencionarte 4 posibles explicaciones a la conducta de ese que llamas viejo verde.
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4 enfermedades que pueden estar detrás del viejo verde.
Degeneración frontotemporal: la causa fundamental de la llamada demencia frontotemporal. Una de sus características fundamentales es precisamente la desinhibición de la conducta, entre ellas la conducta sexual. La persona con demencia frontotemporal no encaja con el estereotipo clásico de demencia, porque al menos al inicio, la persona puede no tener grandes problemas de memoria.
Sin embargo, los cambios bruscos de personalidad son muy comunes, al punto de que un experto recientemente llamó a estar más atentos a otros síntomas de demencia que son menos clásicos, como los cambios de comportamiento.
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Enfermedad de Parkinson: en este caso la conducta sexual alterada no está provocada por la enfermedad en sí, sino por el tratamiento antiparkinsoniano. Los fármacos empleados para controlar síntomas como los temblores o la lentitud de movimientos llegan a provocar el aumento de una sustancia clave para la generación adecuada de movimiento, la dopamina, pero que también interviene en la modulación de la excitación sexual y el sistema de recompensa.
Accidente cerebrovascular (ACV): también llamado ictus, ocurre cuando el flujo de sangre al cerebro se interrumpe, ya sea porque algo está impidiendo la correcta circulación de la sangre o porque se rompe una arteria. Si falta sangre, falta oxígeno y las células cerebrales se dañan o mueren. Según donde haya ocurrido el ACV, así serán los síntomas. Se han encontrado casos de personas que después de pasar por un ACV muestran una conducta hipersexual y desinhibida (Monga, Raina, & Hardjasudarma, 1986).
Demencia por cuerpos de Lewy: otra demencia que puede cursar con lesiones en áreas que intervienen en la regulación de la conducta. La demencia con cuerpos de Lewy se caracteriza por cambios bruscos de las habilidades mentales que pueden ocurrir en un mismo día, alucinaciones e ideas delirantes muy marcadas y problemas con la marcha. Un síntoma puede ser alteraciones de la conducta sexual, que se manifiestan tanto en el contexto familiar como fuera de este.
Hasta aquí hemos expuesto cuatro posibles causas, pero hay muchas más. Cuando el cerebro se daña, los síntomas conductuales pueden ser muchos. En las personas adultas mayores el riesgo de que el cerebro experimente deterioro es mucho mayor que en otras etapas de la vida. Si somos testigo de una persona mayor con comportamientos que nosotros consideramos inadecuados, por favor, ten en cuenta que de base puede haber una enfermedad.
Para la familia: si tu familiar comienza a mostrar conductas que hasta ese momento no le eran características ¿Por qué no acudir al médico? Los riesgos son muy importantes como para limitarnos a juzgar.
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Referencias
Ibrahim, C., & Reynaert, C. (2014). HYPERSEXUALITY IN NEUROCOGNITIVE DISORDERS IN ELDERLY PEOPLE – A COMPREHENSIVE REVIEW OF THE LITERATURE AND CASE STUDY. Psychiatria Danubina, 26, 36–40. Disponible en http://www.hdbp.org/psychiatria_danubina/pdf/dnb_vol26_sup1/dnb_vol26_sup1_36.pdf
Monga, T., Raina, M., & Hardjasudarma, M. (1986). Hypersexuality in stroke. Archives of Physical Medicine and Rehabilitation, 67(6), 415–417. Disponible en http://europepmc.org/abstract/med/3718200
