¿Tristeza o depresión? Estas son las diferencias


¿Estoy triste o deprimido? La duración del estado emocional negativo, la capacidad de sentir placer o las áreas de nuestra vida que se ven afectadas, entre las claves para distinguir tristeza de depresión.

tristeza o depresión

Todas las personas alguna vez hemos estado tristes. La tristeza forma parte de nuestro repertorio emocional e, igual que es imposible pretender que un cristal no se quiebre al caer al suelo, nada evitará que estés triste en determinadas circunstancias (te has mudado, extrañas a tu hijo que se casó, aquel proyecto laboral no salió como querías).

Algunos psicólogos hasta dicen que tratar de evitarlo puede ser contraproducente.

Ahora, si hablamos de depresión ya la cosa cambia. La depresión no es una simple reacción emocional, sino una enfermedad.

Su distancia con la tristeza podría compararse a la distancia que hay entre la neumonía y un simple estornudo, y es que la depresión no es cualquier enfermedad sino una peligrosa que, mal tratada, puede conducir a la muerte.

También te puede interesar leer: ¿Apatía o depresión? Aprende a diferenciarlas.

Utilidad de la tristeza vs peligrosidad de la depresión

Si nos atenemos a criterios puramente evolutivos, todo nuestro repertorio emocional existe debido a la utilidad que tuvo para los antepasados del hombre moderno.

En el famoso best-seller “Cuando digo no, me siento culpable”, Manuel J. Smith explica el modo en que la disminución de energía que supone la tristeza resultaba esencial para sobrevivir en condiciones adversas donde un gasto energético elevado hubiese sido fatal.

Sin embargo, cuando estamos tristes aún somos capaces de reír, de asimilar que nos consuelen, de recordar momentos felices. Una persona deprimida, en cambio, podría ver una foto de un pasado en que era feliz y no reconocerse como ella misma.

La depresión evita que sintamos placer. La depresión hace que no queramos hacer nada. La depresión nos hace ver el futuro de una manera pesimista y, en casos extremos, atrae pensamientos relacionados con el fin de nuestra vida como alternativa al sufrimiento. Un peligroso primer paso hacia el suicidio.

También te puede interesar leer: Sí, la ketamina tiene efectos antidepresivos, según el estudio más amplio realizado hasta el momento.

Principales signos indicadores de depresión

tristeza o depresión

Conocer los principales signos indicadores de depresión puede ser útil. Te permitirá detectarlos en ti mismo de manera temprana y también en tus seres queridos. Gracias a esto podrás pedir ayuda a tiempo.

Por supuesto, la tristeza es una emoción que está presente en la depresión. Además, en las personas con depresión suele aparecer irritabilidad y sensación de fatiga.

Es muy común que se pierda el apetito y que se afecte el sueño. Habrá muchas dificultades para concentrarse y  las actividades intelectuales se verán afectadas. Para saber un poco más sobre esas alteraciones cognitivas, muchas veces ignoradas, te recomendamos leer:

Así afecta la depresión tus habilidades mentales.

Como ya comentamos, una característica esencial es el pesimismo asociado a una visión negativa del sí mismo y pensamientos (en gran medida irracionales) que distorsionan la realidad en el peor de los sentidos.

Psicoterapia para la depresión

Saber identificar de manera temprana las características de la depresión (diferenciándola de la simple tristeza) no es lo único que debes aprender, sino cuales son las opciones de tratamiento.

Existen opciones farmacológicas, que pueden resultar efectivos en unos, mientras en otros apenas hacen nada. Hay que tener en cuenta que encontrar la combinación de fármacos adecuada lleva tiempo y mucho ensayo y error. Sí, no suena como algo muy científico pero es así.

Igual o más efectivo que los fármacos (según varios estudios) es la psicoterapia. Existen varios enfoques para tratar la depresión, sin embargo, años de práctica clínica han avalado a la Psicoterapia Cognitivo- Conductual como el tratamiento de elección.

En la Psicoterapia Cognitivo-Conductual encontrarás programas bien estructurados y con sustento científico que te ayudarán a introducir en ti pensamientos y conductas saludables, sustituyendo de una manera flexible aquellos que te hicieron enfermar.

No es igual estar triste que estar deprimido, debes estar atento para detectar la diferencia e ir en busca de ayuda antes de que las cosas se vayan de tus manos.