Tres infecciones del sistema nervioso en pacientes con VIH


Los pacientes con VIH son especialmente susceptibles a infecciones, siendo aquellas que afectan al sistema nervioso central unas de las más frecuentes y letales.

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El contacto con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) ocasiona, a largo plazo, disminución de las células del sistema inmunitario conocidas como linfocitos. Esto predispone notablemente a los pacientes a sufrir infecciones que, en la mayoría de los casos, son causantes directos de la muerte.

Las infecciones en el sistema nervioso central son muy amplias y dependen de la región en la que viva el paciente. Sin embargo, estas pueden ser causadas por casi cualquier tipo de bacterias, hongos, virus y parásitos. A continuación hablaremos de 3 infecciones del sistema nervioso muy comunes en estos pacientes.


Infecciones en pacientes con VIH: toxoplasmosis cerebral

Se trata de una enfermedad producida por el parásito Toxoplasma gondii. Este microorganismo tiene un ciclo de vida complejo en el que participan los gatos como hospedadores, por lo cual muchos pacientes que padecen toxoplasmosis adquirieron la infección al haber establecido contacto directo con estos animales.

La toxoplasmosis en pacientes con VIH causa lesiones cerebrales focales muy características y que son bastante comunes, ya que la prevalencia de esta enfermedad en la población es sumamente alta (a pesar de que la mayoría de las personas cursan de manera asintomática, ya que su sistema inmunitario actúa correctamente).

Los parásitos pueden ocasionar la formación de masas en el sistema nervioso central que pueden ser únicas o múltiples, por lo que la presentación clínica de los pacientes va a depender enteramente de la localización de dichas masas.

Entre los síntomas más comunes se incluyen las alteraciones motoras, las crisis convulsivas, cambios cognitivos y trastornos sensitivos.

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Meningoencefalitis por citomegalovirus

Este virus, a pesar de poder infectar a personas inmunocompetentes, es especialmente grave en aquellos pacientes con VIH. El espectro de presentaciones clínicas es muy amplio y muchas veces el diagnóstico se dificulta considerando la similitud con otras enfermedades.

La meningoencefalitis hace referencia a la inflamación de origen infeccioso de las meninges (las capas que cubren y protegen al sistema nervioso central) y del encéfalo (el tejido subyacente que involucra al cerebro, el tallo encefálico y el cerebelo).

Al igual que en otras meningitis infecciosas, esta enfermedad suele manifestarse con “signos de irritación meníngea”. Esto incluye la presencia de rigidez de nuca acompañada de cefalea de fuerte intensidad, irritabilidad y visión doble. Para corroborar clínicamente este diagnóstico, el médico se vale de algunas maniobras al examen físico que son comunes para todas las meningitis.

La afección del tejido encefálico antes descrito suele expresarse como convulsiones (generalmente tónico-clónicas generalizadas o como movimientos pequeños e involuntarios de las extremidades). Sin embargo, generalmente los síntomas meníngeos antes mencionados suelen aparecer antes y ser más llamativos.

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Neurosífilis

Esta es una de las complicaciones tardías de la sífilis, causada por la falta de tratamiento durante las fases iniciales de la enfermedad. Los pacientes con VIH son especialmente susceptibles a esta infección y no es un hallazgo infrecuente en la población.

Luego de haberse superado las primeras fases de la entidad (que incluyen fiebre y la aparición de lesiones cutáneas características en los genitales), la bacteria (Treponema pallidum) puede permanecer latente en el cuerpo y surgir luego de muchos años de latencia, ocasionando esta enfermedad.

Los síntomas son muy variados ya que se deben a la diseminación del microorganismo por todo el sistema nervioso. Estos incluyen demencia (cuya incidencia aumenta conforme lo hace la edad), la afectación de la médula espinal (con alteraciones sensitivas y motoras en cualquier parte del cuerpo), un síndrome meníngeo y convulsiones.

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Fuentes y referencias:

Longo DL, Fauci AS, Kasper DL, Hauser SL, Jameson JL, Loscalzo J, editores. Harrison principios de medicina interna. Vol 2. 18a ed. México: McGraw‐Hill; 2012.

Diego J. Pereira