Cinco consecuencias de la neurotoxicidad por quimioterapia


El cáncer es una de las principales causas de morbimortalidad a nivel mundial y su tratamiento, altamente tóxico, puede afectar el sistema nervioso y ocasionar síntomas neurológicos muy particulares.

neurotoxicidad de la quimioterapia

Los fármacos quimioterápicos, por su uso continuo y complejidad molecular, tieden a provocar reacciones de toxicidad sistémica si no se administran con cautela o si son recibidos de manera prolongada en el tiempo.

El daño directo sobre los nervios periféricos y centrales sigue siendo la manifestación neurológica más común en estos pacientes, aunque existen otras condiciones más graves que deben ser detectadas con rapidez, ya que disminuyen la calidad de vida de los afectados. Es sobre estas particularidades sobre lo que hablaremos  hoy.

Neuropatía periférica como resultado de la neurotoxicidad de la quimioterapia

La afección de los nervios pertenecientes al sistema nervioso periférico es variada y constituye el principal síntoma de neurotoxicidad por estos fármacos. Puede aparecer pérdida de la sensibilidad vibratoria, posicional o de la termoalgesia (temperatura y dolor), siendo la mejoría muy lenta y progresiva en el tiempo, por lo que suele ser molesto para los pacientes.

Aquellas personas que presenten historia personal o familiar de neuropatía (independientemente de la causa) tienen más probabilidades de sufrir esta condición.

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Encefalopatía aguda y crónica

Agentes como la ciclofosfamida pueden en ocasiones provocar encefalopatía aguda. Generalmente se manifiesta con alteraciones del estado se consciencia, alucinaciones de cualquier tipo y ciertos tipos de trastornos del lenguaje. Suele aparecer poco tiempo después de haberse instaurado el tratamiento y, cuando se detecta rápidamente, pueden resolverse en menos de dos semanas.

La encefalopatía crónica tiene una evolución temporal más prolongada y puede producir demencia tras meses de haberse instaurado la quimioterapia. En ciertos casos, los procesos degenerativos pueden evolucionar hasta la muerte del paciente. La carmustina y cisplatino son ejemplos de fármacos que ocasionan esta condición.

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daño quimio en el sistema nervioso

Toxicidad cerebelosa

El cerebelo es un órgano que forma parte del sistema nervioso central y, entre otras funciones, participa en el mantenimiento del equilibrio. Los fármacos quimioterápicos en dosis tóxicas pueden atravesar la barrera hematoencefálica provocando alteraciones en este órgano.

Los síntomas clásicos son alteraciones de la marcha y del equilibrio, además de incoordinación durante los movimientos corporales. Generalmente es reversible con el paso del tiempo, aunque en un muy pequeño porcentaje de casos puede ser irreversible.

Existen una serie de factores de riesgo para desarrollar este tipo de neurotoxicidad por quimioterapia. La edad mayor de 50 años, pacientes con insuficiencia hepática o renal (órganos que se encargan del procesamiento y eliminación de los fármacos) y neuropatía previa pueden aumentar las probabilidades de sufrir esta condición.

Parálisis de los nervios craneales

Estas estructuras se organizan en doce pares (uno de cada lado) y se distribuyen por toda la región craneofacial, regulando funciones muy importantes. Entre ellos, los nervios oculomotores y faciales pueden resultar afectados, generando una importante limitación funcional al movimiento de los globos oculares y parálisis facial, respectivamente.

Mielopatía

Este es un trastorno que afecta el funcionalismo de la médula espinal y compromete toda la sensibilidad y motricidad de la zona corporal inervada por los nervios que salen y entran del segmento de la médula que esté dañado.

Generalmente, los medicamentos para el cáncer pueden administrarse por punción lumbar. La realización repetida de este procedimiento puede ocasionar daño mecánico variable de la médula espinal, originando algunos síntomas característicos.

La pérdida de la sensibilidad y la incontinencia de los esfínteres (como el vesical, que regula el flujo miccional o de la orina) suelen tener evolución variable y no tardan más que algunos días en aparecer.

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Fuentes y referencias

Pérez B, Corral J, Casas A. Neurotoxicidad por quimioterapia. Servicio de Oncología Médica. Hospital Universitario Virgen del Rocío. Sevilla.

Diego J. Pereira