5 dificultades que enfrentan las personas con Asperger que puedes estar ignorando


Desde la hipersensibilidad a algunos estímulos ambientales hasta la ansiedad desmedida, que llega a afectar directamente la salud física: dificultades que enfrentan las personas con asperger que todos deberíamos conocer.

personas con Asperger

Cuando en el día está un poco nublado, en el aula de Carlos encienden la luz eléctrica. Lo que para los demás es un alivio, para Carlos se convierte en una molestia que después de un rato, pone como una pesada loza sobre sus párpados.

Carlos tiene 20 años y está en la Universidad, también ha sido diagnosticado con trastorno del espectro autista (TEA).

Carlos es un nombre ficticio que enfrenta una situación que puede ser muy real: la de personas con TEA con hipersensibilidad a muchos estímulos ambientales.

La mayoría vemos en el TEA una condición que dificulta la posibilidad de establecer relaciones sociales exitosas, sin tener en cuenta que el TEA es mucho más.

Quienes tienen esta condición enfrentan multitud de retos en su día a día, derivados de su forma particular de percibir e interactuar con lo que le rodea.

Sobre algunos de esos problemas vamos a hablar, dejando a un lado, al menos en este artículo, los más conocidos retos para esta comunidad: los déficits para comprender el lenguaje no verbal y los problemas para adaptar la propia expresión a lo que se considera apropiado para determinada situación o lugar.

Pero antes, hagamos una aclaración.

También te puede interesar leer: Las causas del autismo que se conocen (o suponen)

¿A quién va dirigido este artículo?

A las personas interesadas en conocer más sobre el TEA, pero también a las propias personas dentro del espectro, especialmente a los adultos que hasta hace muy poco eran diagnosticados con síndrome de Asperger (los criterios diagnósticos han cambiado), quienes seguramente sigan autodenominándose así.

Esta aclaración es necesaria por la gran diversidad que existe dentro del TEA, con lo cual muchas de las cosas que aquí decimos pueden no ser aplicables a todas las personas dentro del espectro.

Síndrome de Asperger, más allá de dificultades sociales

La ansiedad, una constante en la vida de muchos asperger

Si desde pequeño vas al aula con miedo a que se burlen de ti, con el temor a no saber actuar adecuadamente y a decir o hacer cosas que te pongan en “ridículo”; si después, cuando eres mayor, ya tu cerebro ha generalizado esa respuesta y constantemente estás hipervigilante, no es de extrañar que los trastornos de ansiedad sean muy comunes en el autismo.

La sensación de no saber qué esperar y el miedo a que las cosas no se den como de costumbre, a que tu rutina se vea alterada, son generadores de ansiedad para las personas con TEA.

La ansiedad viene no solo cuando los eventos externos sobrepasan nuestras capacidades, por ejemplo, cuando hay que hacer un trabajo en grupo para una asignatura, sino además, por los propios pensamientos que terminan provocando ansiedad.

Posiblemente antes de realizar ese trabajo en grupo, incluso desde el mismo momento en que sabe que debe hacerlo, la persona con asperger ya empiece a pensar cómo debe actuar o qué debe decir para no resultar “raro”, lo que en sí mismo dispara la ansiedad.

La organización no es el fuerte de muchas personas con asperger

Realizar varias cosas a la vez y organizarse en el día a día no es el fuerte de muchas personas con asperger. Es quizás una de las razones de por qué las rutinas llegan a ser tan importantes, ya que permiten que las cosas fluyan automáticamente sin tener que organizarlas.

Cosas aparentemente sencillas de realizar para el resto de la población, como ir poniendo la lavadora mientras se está cocinando, puede ser difícil para una persona con asperger.

Cuando en un día determinado se presentan varias actividades que se deben realizar, ordenarlas por orden de prioridad y ejecutarlas de la forma más eficaz seguramente implique un esfuerzo.  

En contraposición, aquellas tareas que demanden gran concentración y atención al detalle pueden ser ideales para muchos dentro del espectro.

También te puede interesar leer: Qué es autismo leve y por qué es un término tan polémico



Mayor sensibilidad a los estímulos que llegan a través de los sentidos

Puede ser a la luz, a los sonidos, a los olores, al contacto físico con otros; puede ser a uno o a varios de estos factores, pero la sensibilidad en muchas personas con TEA está exacerbada.

Digamos que sienten más intensamente esos estímulos, de forma que un sonido que para los demás es normal, como alguien susurrando en la misma mesa de la biblioteca, para una persona con asperger puede ser especialmente molesto.

Igual con los olores; algunos tan cotidianos como el olor de la comida al cocerse o del café pueden llegar a molestar a las personas dentro del espectro.

Muy buenos en los detalles, pero el cuadro general se les escapa

Ya comentamos antes que aquellos que están dentro del espectro pueden tener como fortaleza su atención a los detalles. Pero esa misma fortaleza puede convertirse en debilidad si impide ver el cuadro general.

Ejemplos cotidianos: pueden concentrarse tanto en medio de una conversación en hacer contacto visual, que realmente llegan a no prestar atención a lo que dice el otro.

O no comprenden el sentido total de una escena, aunque lleguen a entender pequeños fragmentos.

Si a esto sumamos la ansiedad por el temor a no hacerlo bien en situaciones sociales, el resultado es que se presta más atención a eso supuestos fallos y se termina desatendiendo otras cuestiones igual de importantes, o más, por ejemplo, escuchar al otro.

Baja tolerancia a la frustración

personas con Asperger

La baja tolerancia a la frustración es un tema conflictivo de tratar y, sin embargo, muy presente en el mundo TEA.

Es muy común que los padres de niños con TEA se quejen de los famosos berrinches cuando su hijo no consigue lo que desea.

En la adultez, la baja tolerancia a la frustración puede manifestarse en accesos de ira y mal humor, que pueden ser desencadenados por un cambio inesperado en la rutina (que ya sabemos que dispara la ansiedad) o por no alcanzar los objetivos propuestos, por ejemplo, la nota máxima en un examen.

Esta baja tolerancia a la frustración puede poner en problemas MUY serios a las personas con asperger, tanto que una de las principales metas terapéuticas en muchos casos es aumentar ese umbral de tolerancia.

Debilidades que pueden ser compensadas con un sinfín de fortalezas

Hasta ahora hemos hablado de dificultades y déficits que es importante comprender para poder manejarlos.

Pero la misma importancia tiene conocer que las personas con asperger cuentan con todo un arsenal de fortalezas que pueden ayudar a compensar todo lo anterior.

Es un tema para otro artículo, que este ya va siendo muy extenso, pero ¡no lo olvides!

También te puede interesar leer: Así se manifiesta el síndrome de Asperger en adultos

Fuentes y referencias

Connor m. Kerns, patricia renno, eric a. Storch, philip c. Kendall jeffrey j. Wood (2017): Anxiety in Children and Adolescents with Autism Spectrum Disorder. En https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/B9780128051221000016

Dubin, N (2009): Asperger syndrome and anxiety : a guide to successful stress management

Dunia Chappotin