Glioma cerebral: un tumor frecuente del sistema nervioso


El glioma cerebral consiste en la proliferación descontrolada de un conjunto importante de células del sistema nervioso.

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Glioma cerebral en el lóbulo temporal derecho. Crédito: Wellcome Collection. CC BY

Toda neoplasia, benigna o maligna, se caracteriza por la alteración en el ciclo de vida normal de cada célula, lo cual compromete severamente sus funciones y la de los tejidos que los rodea.

En el caso del sistema nervioso central, los gliomas cerebrales son parte de los tumores más frecuentes.

Existen varios grados dependiendo de su gravedad y características microscópicas, por lo que el pronóstico de vida del paciente depende enteramente de estos factores. Es sobre las particularidades de estas neoplasias de lo que hablaremos a continuación.

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¿Qué es la neuroglia?

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El sistema nervioso central está conformado por una enorme cantidad de células interconectadas, siendo las más conocidas las neuronas.

Estas tienen estructuras característicamente alargadas y con ramificaciones periféricas, que son eléctricamente excitables y, por lo tanto, tienen la capacidad de transmitir impulsos eléctricos a través de ellas.

Sin embargo, la mayoría de las veces no se comenta que en este tejido existe un conjunto de células adicionales “de soporte”, que permiten que las neuronas se suspendan en el espacio.

Además, estas cumplen con funciones metabólicas e inmunitarias importantes. Estas células se conocen, en su conjunto, como neuroglia.

¿Qué caracteriza a los tumores de la glía?

En cualquier órgano, las neoplasias pueden ser tanto primarias como secundarias.

Las primarias son aquellas que se originan en el órgano en el que se encuentre el tumor (independientemente de si son benignos o malignos), mientras que las secundarias son aquellas que se producen por la diseminación de algún tumor distante por un proceso conocido como metástasis.

En este caso, por definición, únicamente se trata de tumores malignos, ya que pueden diseminarse.

El glioma cerebral se cuenta como uno de los más frecuentes tumores dentro del sistema nervioso central. Suelen presentar una serie de características imagenológicas muy particulares (la distribución habitual de las lesiones y su tamaño) por lo que el diagnóstico precoz es posible.

Existe una clasificación aceptada mundialmente que divide dichos tumores en cuatro grados, siendo el último (grado 4) el que tiene peor pronóstico y comportamiento, aunque son infrecuentes.

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¿Cuáles son los síntomas del glioma cerebral?

Dependen del grado de extensión del tumor y de la localización del mismo. Para efectos prácticos, estos pueden dividirse de acuerdo al lóbulo cerebral que esté afectado.

En el lóbulo frontal se encuentran los centros de control del movimiento voluntario, por lo que muchas veces los pacientes pueden “debutar” con convulsiones tónico-clónicas generalizadas.

En los lóbulos parietales o temporales, las alteraciones sensitivas son más marcadas y pueden involucrar alteraciones del lenguaje y de la memoria.

En el lóbulo occipital, el principal compromiso radica en el sistema visual, por lo que algunos pacientes pueden perder la visión en algún campo de manera repentina y sin ninguna causa aparente.

La aparición abrupta de cualquiera de estos síntomas suele provocar la consulta inmediata, en la que los estudios imagenológicos acompañados de un buen interrogatorio suelen permitir establecer el diagnóstico.

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¿Cuál es la esperanza de vida de estos pacientes?

glioma cerebral
Glioma cerebral. Crédito de imagen: Wellcome Collection. CC BY

Como se dijo anteriormente, los gliomas cerebrales pueden dividirse en varios grados dependiendo de su gravedad. Es por ello que el pronóstico va a variar enormemente dependiendo del tipo de tumor.

Por lo general, los tumores de “bajo grado” suelen responder a la quimioterapia o a la cirugía. Estos suelen ser de evolución lenta y es el diagnóstico precoz lo que aumenta las posibilidades de éxito.

Sin embargo, el tumor de grado 4 (glioblastoma) suele ser de evolución mucho más rápida, además de que los síntomas se presentan cuando el daño producido es extenso. En estos casos las opciones terapéuticas suelen ser las mismas (farmacológicas y quirúrgicas), pero los efectos adversos y complicaciones derivados de dicha terapia también son más complicados.

En todo caso, sin el diagnóstico precoz y el tratamiento oportuno, la evolución de los tumores puede llegar a ser fatal.

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Fuentes y referencias:

Reyes G. Gliomas del adulto: acercamiento al diagnóstico y tratamiento. Acta Neurol Colomb.

Diego J. Pereira