Corea de Sydenham: movimientos anormales luego de una infección


La corea de Sydenham es una particular condición en el marco de la fiebre reumática, un trastorno complejo asociado a infección estreptocócica.

El Streptococcus pyogenes es un microorganismo muy patógeno para el ser humano, causando infecciones leves en piel y mucosas que pueden complicarse si no se trata adecuadamente. Entre ellas existen las alteraciones neurológicas, temidas por la posibilidad de dejar secuelas.

Entre estos trastornos se encuentra la corea, caracterizada por movimientos involuntarios, desordenados y muchas veces incapacitantes. Es sobre este tema y sus principales características de lo que hablaremos a continuación.

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¿Qué es la corea?

Este término se corresponde con un grupo de trastornos del movimiento derivados de alteraciones neurológicas de base. Se caracterizan por ser movimientos no voluntarios, irregulares, impredecibles, abruptos y generalmente rápidos, afectando generalmente las porciones distales de las extremidades.

Son muchas las enfermedades que pueden cursar con movimientos coreicos, pudiendo clasificarse en función de si existe o no un componente genético asociado. Aquellos que no lo tienen, pueden ser secundarias a procesos infecciosos o tóxicos de diversas etiologías.

¿Qué caracteriza a la corea de Sydenham?

Este trastorno forma parte de las manifestaciones de la fiebre reumática, siendo su presencia uno de los mayores criterios clínicos para el diagnóstico de esta entidad. Se trata de una enfermedad inflamatoria sistémica derivada de una infección previa por Streptococcus pyogenes.

Este tipo de corea se suele manifestar en pacientes jóvenes, generalmente antes de la adolescencia. Como se mencionó anteriormente, el antecedente más importante para establecer una relación causal es una infección previa por S. pyogenes, un microorganismo que suele manifestarse como faringitis.

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¿Cómo se diagnostica la corea de Sydenham?

El antecedente de faringitis estreptocócica es, probablemente, el aspecto más importante a tener en cuenta para realizar el diagnóstico. Sin embargo, en algunos casos resulta conveniente la demostración tanto de la presencia de la bacteria en el organismo como de elevación de anticuerpos frente a componentes de la pared de la bacteria.

En el primer caso, los cultivos de secreciones faríngeas mientras la infección sea activa permite el aislamiento del microorganismo. En el segundo caso, la determinación de un grupo de anticuerpos llamados ASLO permite orientar la patología, aunque no siempre son positivos ni se correlacionan directamente con la enfermedad.

El tratamiento de la corea de Sydenham

Al ser consecuencia de una enfermedad previa y no de un trastorno genético o anatómico de base, la terapéutica de la corea de Sydenham va a depender de la gravedad de la enfermedad.

Para las presentaciones leves, generalmente se administra tratamiento que alivien los síntomas motores, utilizando en algunos casos anticonvulsivos que interfieren con la utilización celular del calcio, como es el ácido valproico.

En el otro polo se consideran presentaciones clínicas francamente discapacitantes, caracterizadas por movimientos coreicos constantes y que no dejan a la persona desenvolverse adecuadamente.

En estos casos es necesario tratamiento inmunosupresor basado en corticoesteroides como la prednisona, que disminuyen la respuesta inmunitaria y con eso alivian momentáneamente el origen de los síntomas motores.

Por otro lado, también es considerado el tratamiento profiláctico (es decir, de prevención) para evitar la transmisión de la enfermedad primaria (es decir, la infección estreptocócica) a otras personas mediante antibióticos específicos contra dicho microorganismo, principalmente la penicilina tipo benzatínica.

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Fuentes y referencias:

Guerrero P. Movimientos anormales en niños. Precop SCP.

Diego J. Pereira