Las mujeres son más empáticas, los hombres más sistemáticos y las personas con autismo tienen un cerebro más masculino: no son estereotipos, o sí, pero lo dice un estudio científico

Una investigación reciente del popular psicólogo británico Simon Baron-Cohen sugiere que el cerebro de las personas con autismo funciona de una forma más parecida a como lo hace el cerebro de los hombres en la población general, sin detectarse diferencias de género.  

autismo teoría de empatía sistematización

El estudio de 685 960 individuos, de ellos 36 874 personas dentro del espectro del autismo, da alas a una teoría que plantea que las mujeres tienen una mayor capacidad de empatía que los hombres, que estos son más sistemáticos y que en las personas con autismo estas diferencias de género están atenuadas, predominando un cerebro “masculino”.

Los resultados del estudio, publicados en la revista PNAS, también sugieren que en la población general, en los hombres, predominan los rasgos autistas.

Los investigadores insisten en que los resultados no deben ser tomados como confirmación de estereotipos, que solo apuntan a tendencias generales en la población y que a nivel individual la variabilidad se impone.

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Pero, en fin, ¿de qué teoría hablamos?

Se llama teoría de empatía-sistematización y plantea que los seres humanos podemos ser clasificados en función de nuestra empatía y nuestra capacidad de sistematización.

Para este estudio se entendió empatía como «capacidad para reconocer el estado mental de otra persona («empatía cognitiva») y el impulso para responder a ella con una emoción apropiada («empatía afectiva»)».

Por sistematización se entiende «la tendencia a analizar o construir un sistema basado en reglas»

Según la teoría de empatía-sistematización se pueden detectar hasta 5 tipos de cerebro:

Tipo B

Individuos cuya capacidad de sistematización es igual de buena que su empatía (E=S).

Tipo E

Individuos con mucha empatía, pero con problemas para sistematizar (E>S).

Tipo S

Individuos que sistematizan muy bien, pero carecen de empatía (E>S).

Tipo E extremo

Individuos cuya empatía está por encima de la media pero son incapaces de sistematizar (E>>S).

Tipo S extremo

Individuos cuya capacidad de sistematización está por encima de la media pero no son empáticos (S>>E).

Según Baron-Cohen y sus colegas, en la población general los hombres tienden a sacar mejores puntuaciones en lo test que miden la capacidad de sistematización y a las mujeres les sucede lo mismo con los test que valoran la empatía.

Es decir, más mujeres que hombres tienen un cerebro Tipo E y más hombres que mujeres tienen un Tipo S.

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¿Y qué se observó en el actual estudio?

autismo teoría del cerebro masculino extremo

Los investigadores tuvieron oportunidad de aplicar pruebas para medir la empatía y la sistematización inicialmente a un grupo de 671 606 individuos, de los cuales 36 648 eran personas dentro del espectro.

Posteriormente, con el objetivo de validar la información obtenida con ese primer grupo, aplicaron las pruebas a un grupo de 14 354 personas, 226 de ellas dentro del espectro del autismo.

Tal descomunal cantidad de datos vino a confirmar a los investigadores en sus hipótesis. En las mujeres en general existían más cerebros Tipo E y Tipo E extremo, mientras entre los hombres predominaban los Tipos S o S extremo.

Además, en los hombres se detectó una mayor prevalencia de rasgos relacionados con el autismo.

¿Y en las personas autistas?

Volvamos al inicio, porque se ha explicado qué dice la teoría sobre la población general, pero todavía no hemos hablado qué dice específicamente sobre las personas dentro del espectro.

Para explicar a este grupo, Baron-Cohen y su equipo plantearon otra teoría, la llamada teoría del cerebro masculino extremo.

Esencialmente viene a decir que entre las personas dentro del espectro predominan los tipos de cerebro “masculinos”; es decir, lo tipos S o S extremo, sin que se detecten grandes diferencias entre los géneros.

Bajo este paraguas, una persona autista, ya sea hombre o mujer, posiblemente tenga una baja empatía cognitiva y una capacidad igual o superior a la media para la sistematización.

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¿Estereotipos o reflejo de la neurodiversidad?

Asumiendo que pueden ser blanco de críticas por promover imágenes estereotipadas sobre la población autista y sobre las diferencias entre hombres y mujeres, los autores defienden una postura más positiva.

Simon Baron-Cohen opina que:

Este estudio también señala algunas de las cualidades que las personas autistas aportan a la neurodiversidad. Son, en promedio, grandes sistematizadores , lo que significa que tienen excelentes habilidades de reconocimiento de patrones, excelente atención a los detalles y una aptitud para comprender cómo funcionan las cosas. Debemos apoyar sus talentos para que alcancen su potencial y que la sociedad se beneficie también”.

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Referencias

David M. Greenberg, Varun Warrier, Carrie Allison, Simon Baron-Cohen (2018): Testing the Empathizing–Systemizing theory of sex differences and the Extreme Male Brain theory of autism in half a million people. Proceedings of the National Academy of Sciences Nov 2018, 201811032; DOI:10.1073/pnas.1811032115

Marina Jodra Chuan (2015): Cognición temporal en personas adultas con autismo. Un análisis experimental. En https://eprints.ucm.es/30717/1/T36153.pdf

University of Cambridge (2018): Over half a million people take part in largest ever study of psychological sex differences and autistic traits. En https://www.cam.ac.uk/research/news/over-half-a-million-people-take-part-in-largest-ever-study-of-psychological-sex-differences-and

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