Vencer la depresión resistente con estimulación eléctrica del cerebro: dónde apuntamos es clave y estos científicos parecen haber dado en el blanco

Un nuevo estudio identificó un área cerebral que al recibir estimulación eléctrica parece mejorar los síntomas de depresión. Los resultados abren la puerta a seguir investigando el impacto de la estimulación cerebral profunda en el tratamiento de la depresión resistente.

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Investigadores de la Universidad de California, San Francisco, sugieren que la estimulación eléctrica directa de un área cerebral del cerebro denominada corteza orbitofrontal (COF) podría ayudar a aliviar los síntomas de depresión en los casos en los que esta enfermedad es resistente a otras terapias no invasivas.

La estimulación cerebral profunda (ECP) consiste en implantar electrodos en áreas muy específicas del cerebro, con el objetivo de modular una actividad neuronal anormal que puede estar provocando, por ejemplo, los movimientos anormales característicos del párkinson, la enfermedad en la que más se ha aplicado esta terapia.

La ECP también ha sido evaluada como tratamiento de la depresión resistente, la que padecen pacientes que no experimentan mejorías con varias de las terapias farmacológicas y no farmacológicas convencionales que hay en el mercado.

La investigación de los científicos estadounidenses se realizó en pacientes con epilepsia que también padecían de depresión en diferente grado, de leve a profunda.

Mientras recibían ECP, los pacientes con depresión moderada y grave experimentaron una mejoría casi instantánea de sus síntomas, aunque por el momento la terapia solo fue aplicada durante pocos minutos.

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Tres pájaros y un tiro

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Rejilla intracraneal de electrodos para electrocorticografía | Blausen.com staff (2014). «Medical gallery of Blausen Medical 2014». WikiJournal of Medicine

Hay quienes brillan de eficacia y este parece el caso.

Resulta que los científicos que realizaron este estudio aprovecharon el hecho de que algunos pacientes con epilepsia que se someten a una cirugía para controlar esta enfermedad, deben primeramente pasar por electrocorticografía, una técnica que permite registrar la actividad eléctrica del cerebro.

Para realizar un electrocorticograma al paciente se le implantan electrodos en la corteza cerebral para registrar la actividad eléctrica y determinar el foco de las crisis epilépticas.

Pues bien, los investigadores reclutaron a 25 pacientes con epilepsia que estaban pasando por una electrocorticografía y que también padecían depresión.

Inicialmente les pidieron que varias veces al día valoraran su estado de ánimo. Con los datos en mano se fijaron en la actividad eléctrica del cerebro y vincularon esos registros a las variaciones naturales del estado de ánimo de los pacientes.

El análisis permitió identificar varias regiones cerebrales que parecen implicadas con los síntomas depresivos.

En una segunda parte de la investigación, los científicos estimularon mediante los electrodos ya implantados esas regiones cerebrales, mientras, al mismo tiempo, les preguntaban a los pacientes por su estado de ánimo.

¿Resultado? Seguro ya lo imaginas: la estimulación de varias regiones no pareció tener un efecto notable, hasta que se estimuló la corteza orbitofrontal lateral.

Según comenta una de las autoras del estudio, la Dra. Kristin Sellers:

Los pacientes dijeron cosas como ‘Wow, me siento mejor’, ‘me siento menos ansioso’ ‘, me siento tranquilo, genial y sereno’. Y solo de forma anecdótica, se pudieron ver las mejoras en el lenguaje corporal de los pacientes. Ellos sonrieron, se enderezaron, comenzaron a hablar de forma más rápida y natural».

Según observaron los investigadores, la estimulación fue efectiva en pacientes con síntomas moderados y severos de depresión, no en los pacientes con síntomas leves, lo que su opinión habla a favor de un efecto sobre la enfermedad en sí, no simplemente una mejoría del estado de ánimo en general.

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Por ahora, fue por pocos minutos

En la investigación el tiempo máximo durante el que se aplicó la estimulación fue poco más de 3 minutos, lo que evidentemente impide afirmar que la ECP de la corteza orbitofrontal lateral es una vía terapéutica válida para la depresión resistente.

Por ahora los investigadores se limitan a afirmar que sus resultados «revelan la corteza orbitofrontal lateral como una prometedora nueva diana para la estimulación cerebral terapéutica en los trastornos del estado de ánimo».

Además, sugieren que la detección anormal de actividad en esta región podría en el futuro convertirse en un biomarcador de la enfermedad, sobre todo teniendo en cuenta que otros estudios han observado una hiperactividad de esta área en las personas con depresión que disminuye cuando reciben medicación antidepresiva.

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Fuentes

Rao, Vikram R. et al. (2018): Direct Electrical Stimulation of Lateral Orbitofrontal Cortex Acutely Improves Mood in Individuals with Symptoms of Depression. Current Biology.

University of California – San Francisco (2018): Brain stimulation relieves depression symptoms. En https://www.eurekalert.org/pub_releases/2018-11/uoc–bsr112618.php

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