Durante la Navidad y las celebraciones de fin de año las familias que tienen un familiar con alzhéimer en casa pueden enfrentarse a un sinfín de situaciones difíciles. Mantener un ambiente tranquilo, ser realista con las posibilidades actuales y comunicar abiertamente el estado del enfermo son algunas claves para que las cosas vayan mucho mejor.
Yo estoy segura de que existen personas a las que les gusta la Navidad, no soy yo, no es nadie que conozca, pero por ahí andan esos seres estupendos que se siente como pez en el agua haciendo cenas impresionantes para muchos invitados.
Y eso está muy bien, pero seamos honestos, no deja de ser un pelín estresante, ¿cierto?
Si a eso sumamos que en la familia hay una persona con alzhéimer que participará en la celebración, pues lo de estresante ya puede pasar a ser ¿muy estresante?
Pues bien, para esas familias, para esos cuidadores que estas navidades tienen a un familiar con alzhéimer con ellos, van estas ideas.
¿El objetivo? Que todo sea un pelín más fácil, a pesar de la sensación de pérdida que puede instalarse en todos cuando el alzhéimer ha entrado en casa.
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Que todos conozcan las características de la enfermedad y el estado actual del enfermo
Este punto es muy importante. Hay de todo. Está el familiar que hace más de un año no ve al enfermo y ahora se encuentra con que ha deteriorado mucho más de lo que esperaba.
También está el que no conoce bien la enfermedad y espera ver al enfermo en estado terminal, solo para llegar y darse cuenta que físicamente está mejor que él.
Se producen las situaciones incómodas, los cuchicheos delante del enfermo (como si estuviese sordo) y actitudes forzadas que pueden dar al traste con una buena noche.
¿Una mejor alternativa? Explicar el estado actual del enfermo y las características de la enfermedad, lo que nos lleva al próximo punto.
Por favor, no preguntar una y otra vez “¿Te acuerdas de…?” No, no recuerda, tiene alzhéimer
Lo hacemos con la mejor de las intenciones, con el deseo de conectar otra vez con nuestro ser querido, pero la realidad es que preguntar insistentemente si recuerda a determinada persona o situación, solo llevará al enfermo a sentirse angustiado.
De forma general es buena idea, a la par que informamos del estado actual del enfermo, dar algunas recomendaciones sobre las mejores formas de comunicarnos.
Por ejemplo, yo diría:
“Juani, prima, ten en cuenta que mamá tiene alzhéimer y ya no reconoce bien a los familiares. Si ves que no te reconoce, no insistas, porque se nos pone muy nerviosa. Vamos a intentar dejar que ella haga lo que le apetezca, sin presionarla”.
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Evitemos un ambiente sobrecargado
Una vez me invitaron a celebrar la Navidad en un país nórdico. Nunca había visto yo tantas luces y motivos navideños. Incluso se usaban velas tradicionales para la iluminación.
Aunque para mí fue una experiencia muy curiosa, para un enfermo de alzhéimer imagino que sería un entorno caótico y sobrecargado.
Mantengamos en niveles aceptables las luces, los ruidos y todas las demás cosas que pueden hacer sentir al enfermo más desorientado.
Hay que tener en cuenta que muchos enfermos ya no reconocerán qué significan todos esos cambios, simplemente percibirán que están en otro lugar.
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Hay actividades que podemos disfrutar todos: comentar fotos antiguas de la familia, cantar canciones de “toda la vida”
Hay actividades que por lo general los enfermos de alzhéimer en fase leve y moderada, incluso en algunos casos avanzada, disfrutan mucho, por ejemplo, ver fotos antiguas de la familia o cantar esas canciones de su juventud que el alzhéimer no logra borrar.
¿Por qué no intentarlo? Posiblemente terminen pasándolo bien todos.
No insistir en que el enfermo realice una actividad que rechaza
A pesar de lo dicho anteriormente, si nuestro familiar con alzhéimer no desea cantar o comentar las fotos antiguas, o incluso sentarse a la mesa para cenar, es mejor no insistir.
Insistir solo llevará a aumentar su ansiedad. Mejor cambiar de actividad, esperar un rato y volver a proponerle el plan anterior, a lo mejor a la segunda en va la vencida.
Asegúrate de tener cerca un lugar tranquilo donde el enfermo pueda descansar
Si a pesar de nuestros esfuerzos es evidente que el enfermo lo está pasando mal o está agotado, vas a querer tener a mano una habitación tranquila a donde llevarlo.
Esto es especialmente importante en el caso de que vayan a cenar a la casa de otros familiares o amigos.
Delega, sé realista con tus posibilidades
En las celebraciones siempre hay gente que se ofrece a echar una mano (ya sé, ya sé que en ocasiones menos de las que deberían) y es momento de aceptar.
Tus condiciones ya no son las mismas de tiempo atrás y está muy bien que quienes vienen a disfrutar de tu hospitalidad te ayuden a que todos sigan pasándolo bien.
No dudes en aceptar, incluso pedir ayuda, todos la necesitamos y ahora es tu momento.
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Fuentes
Mayo Clinic Staff: Alzheimer’s: Tips to make holidays more enjoyable. En https://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/caregivers/in-depth/alzheimers/art-20047715
The Alzheimer Society of Ireland (2018): Caring at Christmas. En https://www.alzheimer.ie/Living-with-dementia/I-am-a-Carer/Practical-Tips-for-Daily-Living/Caring-at-Christmas.aspx
