Lo sospechabas y la ciencia te lo confirma: tener una enfermedad mental aumenta significativamente el riesgo de desarrollar otra

Según se desprende de los resultados de un estudio que analizó a millones de daneses, padecer de un trastorno mental nos hace más vulnerable a desarrollar uno o más trastornos mentales de cualquier tipo.

cefalea crónica

Un hombre que a sus 20 años ha desarrollado un trastorno del estado de ánimo tiene un riesgo del 40% de desarrollar un trastorno neurótico, si es mujer ese riesgo es del 50%.

Los datos se desprenden de los resultados de una investigación recientemente publicada en la revista JAMA Psychiatry que analiza el fenómeno de la comorbilidad entre los trastornos mentales.

La comorbilidad hace referencia a la «presencia de uno o más trastornos (o enfermedades) además de la enfermedad o trastorno primario».

Según este estudio, padecer de cualquier trastorno mental hace que nuestro riesgo de padecer otro, de cualquier tipo, incluso de aquellos aparentemente inconexos, sea mayor.

En algunos casos un tipo de trastorno mental aumenta especialmente el riesgo de otro en específico, como en el caso de un trastorno del desarrollo que abre la puerta a una discapacidad intelectual.

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Datos de millones de personas revelan los lazos de los trastornos mentales

Measuring the Risk of Comorbidity from Jesper Christensen on Vimeo.

Para analizar la comorbilidad entre los trastornos mentales, los investigadores analizaron los datos sobre salud mental de 5 940 778 de daneses nacidos entre el 1 de enero de 1900 y el 31 de diciembre de 2015.

Analizaron no solo los diagnósticos recibidos por cada individuo, sino que también tuvieron en cuenta variables como la relación temporal entre los diagnósticos y el sexo de las personas analizadas.

Observaron que el riesgo de recibir otro diagnóstico era mayor en el primer año tras haber recibido un diagnóstico de enfermedad mental, aunque ese riesgo seguía siendo significativo hasta 15 años después.

El aumento del riesgo es, además, bidireccional. Es decir, para casi todos los pares de trastornos, la proporción de riesgo aumenta independientemente de su orden temporal de inicio.

Por ejemplo, si se puede decir que desarrollar un trastorno del estado de ánimo aumenta el riesgo de padecer un trastorno neurótico, lo inverso también es cierto: un trastorno neurótico aumenta el riesgo de experimentar un trastorno del estado de ánimo.

Esta relación bidireccional es lo que hace plantear a los autores que las enfermedades mentales comparten raíces, o lo que ellos llaman «arquitectura de riesgo compartido».

La genética es una de las claves de estos riesgos compartidos, según apuntan muchos estudios.

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Una web para conocer el riesgo de comorbilidad

comorbilidad enfermedades mentales
Captura de pantalla de la web en la que se pueden consultar los datos sobre comorbilidad de las enfermedades mentales | Niels Bohr Professorship

Los autores de esta investigación apuestan por una psiquiatría empírica, de ahí que los datos de este estudio ya se han transformado en una web en la que se puede consultar el riesgo absoluto de desarrollar un trastorno mental si ya se ha recibido un diagnóstico previo.

El objetivo de los investigadores no es solo alertar sobre la mayor vulnerabilidad de las personas que ya padecen un trastorno mental, sino también contribuir a realizar intervenciones preventivas más personalizadas.

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Fuentes

Hyman SE. New Evidence for Shared Risk Architecture of Mental Disorders. JAMA Psychiatry. Publicado online el 16 de enero, 2019. doi:10.1001/jamapsychiatry.2018.4269

Plana-Ripoll O, Pedersen CB, Holtz Y, et al. Exploring Comorbidity Within Mental Disorders Among a Danish National Population. JAMA Psychiatry. Publicado online el 16 de enero, 2019. doi:10.1001/jamapsychiatry.2018.3658

 

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