La irisina, una hormona relacionada con la actividad física que podría abrir la puerta a una terapia para el alzhéimer

Una hormona liberada durante el ejercicio parece tener un efecto protector a nivel neuronal, demostrando así los beneficios que genera la actividad física en la prevención y tratamiento de muchas patologías, entre ellas la enfermedad de Alzheimer.

Un grupo de científicos, liderados por el Dr. Lourenco, de la Universidad de Rio de Janeiro, ha investigado el efecto protector ante al alzhéimer de una hormona inducida durante el ejercicio físico.

La evidencia científica indica que el sistema nervioso central (SNC) es el objetivo para la acción de ciertas hormonas periféricas, por ejemplo:  insulina, leptina y péptido 1 similar al glucagón.

Estas estimulan la supervivencia neuronal y plasticidad sináptica, y con ello , contribuyen a la cognición.

También el SNC es blanco de otras hormonas como glucocorticoides. Las vías por las que estas hormonas ejercen su acción aún es motivo de investigación

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¿Qué es la irisina?

La irisina es una mioquina inducida por el ejercicio y que se libera por la ruptura de la fibronectina (FNDC5), que es una proteína precursora del músculo.

Desde hace unos años la irisina ha sido estudiada en relación con su función en el cambio del perfil metabólico hacia un perfil termógenico y sus probables implicaciones en la diabetes y obesidad.

Sin embargo, hasta ahora no se había relacionado a otros efectos orgánicos, básicamente por la dificultad para su medición.

Efectos de la irisina a nivel cerebral

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Crédito de imagen: The Conversation.

Según los investigadores, la irisina parece estimular la expresión de un factor protector en el hipocampo, un área del cerebro involucrada en el aprendizaje y la memoria.

El aumento de los niveles cerebrales de irisina, medidos en líquido cefalorraquídeo, rescata la plasticidad sináptica y mejora la memoria en modelos animales de alzhéimer.

El estudio mostró que los niveles de la hormona se reducen en el hipocampo y en el líquido cefalorraquídeo de pacientes con Alzheimer y en modelos experimentales de ratones.

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Potencial objetivo terapéutico en Alzheimer

El siguiente paso de los científicos será identificar los receptores y vías por los que la irisina ejerce su acción, con el objetivo de diseñar una línea de tratamiento dirigida a favorecer la acción de la irisina a nivel cerebral.

El fin último sería lograr una terapia para prevenir y/o recuperar la plasticidad sináptica de pacientes con Alzheimer.

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Referencias

Katsnelson, A., De Strooper, B. & Zoghbi, H. Y. Neurodegeneration: from cellular concepts to clinical applications. Transl. 2016; 8: 364-318.

Lourenco M et al. Exercise-linked FNDC5/irisin rescues synaptic plasticity and memory defects in Alzheimer’s models. Nature Medicine. 2019; 25:165-175. DOI: 10.1038/s41591-018-0275-4

Oscar Gonzalez Herrada