Los nutrientes que se relacionan con una mejor función cognitiva en los adultos mayores

Un patrón de nutrientes que incluye ácidos grasos omega 3 y 6, carotenoides, vitamina B, vitamina D y licopeno se relacionó con un mejor funcionamiento cognitivo.

nutrientes envejecimiento

Recientemente ha sido incluida en la revista NeuroImage una investigación donde se evalúa la relación de ciertos nutrientes, considerados biomarcadores nutricionales, con varias funciones cerebrales y cognitivas específicas.

La determinación de patrones de nutrientes vinculados con la mejoría en la conectividad y transmisión de información entre regiones del cerebro, plantea un nuevo camino para el enfoque de la dieta y la nutrición en personas mayores con el fin de mantener, o incluso mejorar, funciones cerebrales deterioradas en el proceso de envejecimiento natural.

Objetivo del estudio

 La investigación se llevó a cabo en la Universidad de Illinois y por el Instituto Beckman de Ciencia y Tecnología Avanzadas, encabezados por los Prof. Christopher Zwilling y Aron Barbey.

Los científicos recopilaron información basada en estudios clínicos  donde se estudiaba dieta, envejecimiento y funciones cognitivas. En total se escogieron 32 nutrientes clave de la dieta mediterránea y se procedió a la medición de:

  • Mejoría conectividad funcional.
  • Mejoría en el rendimiento cognitivo.

Se incluyó un total de 116 personas, evaluados por métodos objetivos, sin usar encuestas.

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Nutrientes incluidos en la investigación

Entre los 32 nutrientes o biomarcadores nutricionales evaluados,  encontramos:

  • Ácidos grasos omega-3: que están en el pescado, nueces y coles de Bruselas.
  • Ácidos grasos omega-6: que están en la linaza, semillas de calabaza, piñones y pistachos.
  • Licopeno: encontrado en el tomate, sandias, verduras y otras frutas.
  • Alfa y betacarotenoles: se encuentran principalmente en batatas y zanahorias.
  • Vitamina B (todos sus variedades: tiamina, niacina, riboflavina, piridoxina, ácido pantoténico, ácido fólico, cobalamina y biotina).
  • Vitamina D.

Utilización de pruebas objetivas para evaluar la relación entre nutrientes y funcionamiento cognitivo

La novedad de este estudio fue que se decidió usar métodos de imágenes y pruebas cognitivas específicas objetivas, sin necesidad de incluir encuestas sobre hábitos nutricionales en las que se puede informar en forma errónea o poco precisa.

Se hicieron exámenes para evaluar la inteligencia en general, funciones ejecutivas cerebrales y memoria:

  • Los biomarcadores nutricionales se midieron en sangre.
  • Adicionalmente, se usaron imágenes de resonancia magnética funcional con las que se evaluó la eficiencia o conectividad de las redes cerebrales en regiones específicas.
  • Finalmente, se realizaron pruebas cognitivas en todos los pacientes.

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Patrones de los biomarcadores nutricionales

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Se logró identificar varios patrones de biomarcadores nutricionales, que no son más que la combinación de nutrientes que en forma sinérgica mejoran determinadas funciones cerebrales y cognitivas.

  • Primer patrón, que incluye ácidos grasos omega 3 y 6, carotenoides, vitamina B, vitamina D y licopeno: se relacionó con un mejor funcionamiento cognitivo.
  • Segundo patrón con omega-3, omega-6 y carotenos: se asocia a una mejora de la eficiencia en la conectividad cerebral.
  • Los ácidos grasos omega-3 parecen moderar la inteligencia y conectividad frontoparietal.
  • Los ácidos grasos omega-6 y licopeno que moderan la conectividad dorsal y funciones ejecutoras.

Relación entre nutrientes y funciones cerebrales

Se observó un vínculo sólido entre los niveles de varios biomarcadores de nutrientes en la sangre y un mejor rendimiento cognitivo y conectividad en diferentes regiones cerebrales que marcaban patrones específicos.

En el caso del rendimiento en las pruebas cognitivas, actuaron en forma sinérgica los ácidos grasos omega-3 y omega-6, carotenoides, licopeno, riboflavina, folato, vitamina B12 y vitamina D.

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Nutrición, funciones cerebrales y envejecimiento

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Los niveles más altos de ácidos grasos omega-3 tienen relación positiva entre una red frontoparietal saludable y la inteligencia general, lo que se traduce en una mejor capacidad de centrar la atención y participar en el comportamiento dirigido a objetivos.

Un grupo de 40 voluntarios que participaron en la medición original fue invitado a seguir participando para un segundo análisis, después de 2 años. Transcurrido ese periodo se observaron patrones similares de biomarcadores y funciones cerebrales.

A pesar que se necesitan más estudios en el futuro, estos hallazgos son muy prometedores de cara a generar recomendaciones dietéticas dirigidas a personas mayores sanas con el objeto de optimizar sus funciones cognitivas.

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Referencias

Zwilling C., Talukdar T., Zamroziewicz M., Barbey A.. Nutrient biomarker patterns, cognitive function, and fMRI measures of network efficiency in the aging brain. NeuroImage. 2019; 188: 239-251. Disponible en: https://doi.org/10.1016/j.neuroimage.2018.12.007.

Bowman, G. L., Silbert, L. C., Howieson, D., Dodge, H. H., Traber, M. G., Frei, B., Kaye, J. A., Shannon, J., … Quinn, J. F. (2012). Nutrient biomarker patterns, cognitive function, and MRI measures of brain aging. Neurology78(4), 241-9.

Oscar Gonzalez Herrada