Fobias específicas en el autismo: la realidad virtual inmersiva puede ser efectiva en algunos casos

Una combinación de terapia de realidad virtual inmersiva y terapia cognitivo conductual logró mejorar las conductas asociadas a fobias específicas en algunos niños dentro del espectro del autismo.

Imagen del entorno de realidad virtual de la Blue Room | Maskey, M., Rodgers, J., Grahame, V. et al. , 2019

Una fobia específica es el miedo extremo o irracional a un objeto o situación, por ejemplo, a un animal o a la oscuridad.

Las fobias específicas son problemas frecuentes a los que se enfrentan los niños y niñas con autismo, siendo a menudo el objeto de la fobia poco usual, por ejemplo, a una comida en específico; a espacios del hogar, como el baño, o a personas con determinadas características.

Los resultados de una investigación, recientemente publicados en la revista Journal of Autism and Developmental Disorders, sugieren que la terapia con realidad virtual inmersiva combinada con terapia cognitiva conductual podría ayudar a algunos niños a superar, o aliviar, los síntomas asociados a la fobia.

En la población neurotípica la terapia cognitiva conductual (TCC) es una de las más empleadas en el tratamiento de las fobias y la realidad virtual también se usa con éxito, permitiendo la exposición controlada al objeto del miedo.

En el autismo, las terapias con realidad virtual no son ajenas. De hecho, ya se han realizado investigaciones que reflejan su beneficio para entrenar, por ejemplo, habilidades sociales y también en el tratamiento de las fobias específicas.

Un estudio del año 2014 que implicó a 9 niños dentro del espectro del autismo con fobias especificas mostró que la terapia inmersiva de realidad virtual combinada con TCC logró generar mejorías en 8 niños.

En el estudio reciente se replica la misma terapia que se aplicó en 2014, solo que con más niños e incluyendo un grupo control.

También te puede interesar leer: Las personas con autismo sí tienen interés en ti (pero malinterpretas las señales)

¿En qué consistió la terapia?


Durante la investigación, un grupo 32 menores con TEA entre 8 y 14 años de edad fueron divididos en dos grupos, un grupo recibió la terapia mientras al otro grupo se le administró opcionalmente después de que terminara la intervención en los primeros niños.

La terapia consistió en una sesión inicial con el niño y sus padres en la que un terapeuta enseñó estrategias de la terapia cognitiva conductual, por ejemplo, entrenamiento en técnicas de relajación, seguidas de 4 sesiones de terapia con realidad virtual inmersiva combinada con terapia cognitiva conductual.

Las sesiones de realidad virtual se desarrollaron en la llamada Blue Room, una habitación inmersiva en la que no es necesaria la utilización de las gafas de RV.

En todo momento la terapeuta acompaña al menor mientras en las paredes se proyectan imágenes relacionadas con el objeto de su fobia (ver el vídeo anterior si se desea observar el fragmento de una sesión de terapia).

Antes y después de iniciada la terapia se aplicaron diferentes pruebas que evaluaban la fobia y sus efectos sobre la vida de la persona.

Además, al finalizar el periodo de intervención un profesional que no tenía conocimiento sobre el grupo en que se encontraba cada niño evaluó toda la información recopilada.

También te puede interesar leer: El sistema de recompensa funciona diferente en las personas con autismo: bienvenida sea la motivación atípica

Mejorías en un tercio de los menores

migraña abdominal

Según explican los investigadores, un tercio de los menores que recibió tratamiento experimentó mejorías en la vida real en relación a su fobia, con niños que fueron capaces de manejar situaciones cotidianas que antes no podían.

En el grupo control no se reportaron mejorías, al contrario, se reportaron casos en los que empeoraron los síntomas.

Después de 6 meses de la terapia, 6 de los niños tratados seguía manteniendo los avances alcanzados.

Aunque los resultados globales son modestos (alrededor de un 38% de éxito), los investigadores destacan la buena aceptación de la terapia entre padres y menores, sin que se hayan reportado casos de abandono.

Quedan incógnitas pendientes para próximos estudios: ¿la combinación de TCC y terapia con realidad virtual es superior a la TCC en exclusiva? ¿Cuál de las dos es más aceptada?

Aunque la realidad virtual ya se está convirtiendo en un instrumento habitual en el arsenal terapéutico de muchos profesionales, es necesario identificar su efecto real sobre las alteraciones que se pretenden tratar, más allá de mejorar la adherencia terapéutica.

También te puede interesar leer: Dificultades para el contacto visual en el autismo: el por qué y cómo de este signo tan común

Fuentes

Maskey, M., Rodgers, J., Grahame, V. et al. J Autism Dev Disord (2019). https://doi.org/10.1007/s10803-018-3861-x

Maskey M, Lowry J, Rodgers J, McConachie H, Parr JR (2014) Reducing Specific Phobia/Fear in Young People with Autism Spectrum Disorders (ASDs) through a Virtual Reality Environment Intervention. PLOS ONE 9(7): e100374. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0100374

Redacción TiTi