El cerebro de pacientes fallecidos con párkinson presenta elevados niveles de marcadores inflamatorios como el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-alfa). Recientemente se ha propuesto que el riesgo de párkinson disminuye mediante el uso de bloqueadores de la inflamación.
La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es un proceso inflamatorio mediante el cual el sistema inmunitario ataca tejidos del tubo digestivo, provocando lesiones de distinta gravedad.
En principio, se sospecha que el cuerpo activa sus propias defensas para protegerse del ataque de un posible agente externo (por ejemplo virus o bacterias), pero la inflamación producida acaba dañando al propio organismo.
Un estudio reciente indica que los pacientes con EII tratados con bloqueadores de la inflamación como son los anti-TNF-alfa, presentan un riesgo inferior al de la población general de desarrollar enfermedad de Parkinson (EP).
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Afecciones intestinales más frecuentes en la EII
La EII suele iniciarse en edades tempranas y se caracteriza su carácter crónico (no curable), presenta muy baja mortalidad y una sintomatología intermitente a lo largo del tiempo.
La Colitis Ulcerosa (CU) y la Enfermedad de Crohn (EC) son las afecciones intestinales con mayor incidencia y prevalencia dentro de la EII.
Tanto la EC como la CU comparten ciertas manifestaciones clínicas y difieren en otras.
- Entre los síntomas físicos más comunes destacan: la diarrea, el dolor abdominal, la fatiga y la sensación de evacuación incompleta o tenesmo.
- La principal diferencia entre ellas radica en la zona del aparato digestivo donde se produce la inflamación (la CU afecta únicamente al intestino grueso o colon/ la EC afecta cualquier parte del tubo digestivo, desde la boca hasta el ano).
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Principales factores de riesgo
Hay una serie de factores ambientales que parecen tener una estrecha relación con el desarrollo de la EII.
Por un lado, algunas líneas de investigación apuntan a que los altos niveles de higiene y el uso abusivo de medicamentos tales como antibióticos, podrían ser factores importantes para desencadenar este tipo de enfermedades inmunológicas.
Asimismo, un menor número de infecciones previamente contraídas por el paciente, una dieta pobre en fibra y una ingesta masiva de grasas poli-saturadas y carne roja, también podrían propiciar la aparición de la EII.
Además, parece ser que la apendicetomía (extracción del apéndice), la lactancia materna y la vitamina D son factores protectores contra la enfermedad.
Inflamación en la EP
Aunque la causa que provoca la muerte neuronal en la EP se desconoce, los cerebros de pacientes fallecidos presentan índices elevados de diferentes marcadores de mecanismos inflamatorios.
Entre estos marcadores se encuentra el TNF-alfa, una proteína pequeña que estimula la fase en la que la reacción inflamatoria es más aguda.
En un estudio reciente se reporta que de los 13 000 pacientes con EII tratados con agentes con actividad bloqueadora del TNF-alfa y su receptor, sólo 2 enfermaron de Parkinson.
Tras eliminar de este grupo de pacientes la influencia de factores como la edad, sexo y periodo de seguimiento, la reducción de riesgo de EP aumento de un 28% a un 78%.
Los autores indican que son necesarios experimentos en modelos animales para determinar si los anti-TNF-alfa tienen un efecto profiláctico en la EP y, en su caso, aplicarlos en individuos de alto riesgo.
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Bibliografía
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