La atetosis es una manifestación poco común de ciertas enfermedades neurológicas, en especial del daño anatómico o funcional de los ganglios basales.
La mayoría de los trastornos de los ganglios basales están relacionados con alteraciones funcionales o neuroquímicas dadas por déficit o exceso de ciertos neurotransmisores, lo cual condiciona hipo o hiperactividad eléctrica en dicha región que se expresa en la actividad motora del individuo.
La atetosis, al igual que otras manifestaciones como la corea, puede ser provocada por una gran cantidad de enfermedades y su presencia orienta de cierta manera el diagnóstico. Es sobre esta condición y sus principales características de lo que hablaremos a continuación.
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¿Qué son los ganglios basales?
Son unas estructuras formadas por sustancia gris (es decir, carecen de mielina) y están ubicados en la porción central del cerebro, caracterizados por una gran cantidad de conexiones con otras estructuras dentro del encéfalo. Están formados por el núcleo caudado, putamen y globo pálido, principalmente.
Participan en la ejecución y mantenimiento de la actividad motora, por lo que alteraciones anatómicas o funcionales (dadas por déficit o exceso de ciertos neurotransmisores) se manifiestan de manera evidente en forma de movimientos anormales.
Existe una gran cantidad de movimientos anormales, como la corea, distonía, temblores o atetosis.
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¿Qué es la atetosis?
Los trastornos del movimiento pueden dividirse en dos tipos, aquellos correspondientes a los síndromes hipocinéticos e hipercinéticos, en función del tipo de actividad motora involucrada.
Los síndromes hipocinéticos incluyen la enfermedad de Parkinson (EA), los trastornos neurodegenerativos, y condiciones de “parkinsonismo secundario”, que se caracterizan por síntomas propios de la EA pero debido a medicamentos u otras causas orgánicas. Esto incluye fármacos, enfermedades infecciosas, traumatismos e hidrocefalia.
Los síndromes hipercinéticos incluyen una serie de trastornos evidentes al examen físico que incluyen temblor, corea, distonía, tics y mioclonías.
Lo que diferencia la atetosis (también llamada corea lenta) de otros trastornos es que los pacientes son incapaces de mantener una parte del cuerpo en una posición determinada y se manifiesta en movimientos lentos, constantes e inevitables.
Generalmente se presenta en las porciones distales de los miembros, lengua y garganta, aunque puede suceder en cualquier parte del cuerpo.
Como se mencionó anteriormente, los movimientos lentos característicos de este trastorno permite diferenciarlo de otras alteraciones como la corea, aunque existen formas clínicas similares llamadas coreoatetosis.
Este último término se aplica para distintas enfermedades generativas como la enfermedad de Huntington, muy temida por el curso inevitable de la enfermedad.
Otras condiciones más comunes en la población general incluyen la encefalopatía hepática, la intoxicación por fármacos y el párkinson, cuando existe acumulación de los metabolitos formados durante el tratamiento.
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Otras causas de atetosis
Infecciones del sistema nervioso central como la encefalitis (generalmente de etiología viral) están relacionadas con el daño difuso y grave de todo el tejido cerebral, por lo que los trastornos del movimiento y signos de focalización (como las convulsiones) son bastante comunes.
Trastornos autoinmunes como el lupus eritematoso sistémico también pueden cursar con este tipo de alteraciones neurológicas, aunque no es la presentación más típica de la enfermedad.
Sin embargo, estos pacientes deben recibir un tratamiento a largo plazo con inmunosupresores como esteroides, por lo que una posible consecuencia de ello es la tendencia a las infecciones del sistema nervioso que pudiesen desencadenar trastornos del movimiento, algo parecido a lo que pasa en la encefalitis.
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Fuentes y referencias:
García E. Diferentes tipos de temblores y otros movimientos anormales. Gac Med Bilbao 2003; 100: 109-112
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