Investigadores suizos y alemanes logran que personas con ELA en fase avanzada, totalmente incomunicadas, se comuniquen a través de una tecnología no invasiva. EL próximo objetivo del proyecto es crear un sistema que pueda emplearse en el hogar.
La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es una enfermedad neurodegenerativa, que cursa con el deterioro de las neuronas que intervienen en la ejecución de movimientos voluntarios. Al inicio de la enfermedad, las personas con ELA pueden tener problemas para mover una extremidad, calambres o rigidez muscular, pero a medida que el mal avanza, la dificultad para mover otros grupos musculares es mayor.
En fase avanzada de ELA algunos enfermos llegan a perder hasta la capacidad de mover los músculos oculares, con lo cual sus posibilidades de comunicación se reducen drásticamente. Cuando ya en el exterior no queda de dónde tirar ¿Qué hacemos? Pues buscar dentro.
Los sistemas cerebro ordenador (BCI por sus siglas en inglés) son tecnologías que permiten “buscar dentro”, midiendo parámetros de actividad cerebral que traducen en códigos comunicacionales. El ejemplo clásico de sistemas BCI es el electroencefalograma, pero esa área ha ido a más y ya hay sistemas que permiten traducir la actividad cerebral de una persona en palabras.
Recientemente, un grupo de investigadores alemanes y suizos publicó en la revista PLOS Biology los resultados de una investigación en la que lograron que personas con ELA totalmente incomunicadas, pudieran emitir respuesta de “sí” o “no” gracias a una tecnología llamada espectroscopia funcional del infrarrojo cercano (fNIRS por sus siglas en inglés).
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¿Qué es fNIRS?
Esencialmente es una tecnología que permite medir los cambios en la oxigenación de la sangre en el cerebro usando luz del infrarrojo cercano. Es una técnica no invasiva, que no lleva cirugía cerebral, y también más barata que otras opciones que hay en la actualidad. Según explica un miembro del equipo de investigación, el Dr. Randall Barbour:
El dispositivo mide la respuesta hemodinámica del cerebro, utilizando fNIRS, y las lecturas son procesadas usando algoritmos especializados para reconocer cuándo un sujeto está respondiendo sí o no».
Semanas de entrenamiento para enseñar al cerebro a decir sí o no.
En la investigación participaron cuatro personas con ELA en fase avanzada. Como generalmente ocurre en los sistemas cerebro-ordenador, el entrenamiento previo duró semanas.
Hay que tener en cuenta que la persona debe aprender a modular su actividad cerebral, un proceso intensivo (y muchas veces demasiado extenso), que es una de las principales limitaciones de la tecnología BCI actual.
Sin embargo, el resultado final fue exitoso: al terminar el proceso de entrenamiento los enfermos fueron capaces de responder “sí” o “no”. Para la mayoría de las personas esas dos palabras serían insuficientes, para un enfermo de ELA en fase avanzada es un mundo: es la oportunidad de conectar nuevamente con quienes le rodean.
Los investigadores han obtenido una beca por los próximos 3 años, durante los cuales intentarán crear un dispositivo que pueda usarse en el hogar.
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Referencias
Chaudhary, U., Xia, B., Silvoni, S., Cohen, L., & Birbaumer, N. (2017). Brain–Computer Interface–Based Communication in the Completely Locked-In State. Plos Biology. Disponible en http://journals.plos.org/plosbiology/article?id=10.1371/journal.pbio.1002593
SUNY Downstate Medical Center. (2017). Downstate.edu. Disponible en http://www.downstate.edu/