Un estudio poblacional a gran escala sugiere que la exposición a ciertos subproductos de la combustión y partículas nocivas, como el que ocurre en determinadas ocupaciones, aumenta el riesgo de padecer de esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es una enfermedad neurodegenerativa en la cual las células nerviosas que controlan movimientos voluntarios como caminar y tragar, se dañan y destruyen.
La degeneración de las llamadas neuronas motoras impide la transmisión de señales a nivel muscular. Como resultado, los músculos se debilitan y terminan atrofiándose.
Diferentes estudios sugieren que la aparición de esta enfermedad se debe a una combinación de factores genéticos y ambientales. Sin embargo, los mecanismos a través de los cuales ocurre este proceso no han sido aclarados todavía.
Dado que afecta a personas de cualquier sexo o raza, entre los 40 y los 70 años de edad, es importante encontrar otros desencadenantes tanto para viabilizar su prevención como su tratamiento. Curiosamente, las personas que realizan determinadas ocupaciones parecen sufrir más frecuentemente de ELA: agricultores, veterinarios, bomberos, entre otros.
Un estudio a gran escala desarrollado por especialistas de los Países Bajos, Italia e Irlanda parece aclarar finalmente el porqué de la asociación entre ciertas labores y el riesgo de padecer de esclerosis lateral amiotrófica.
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Productos nocivos y ELA: un estudio internacional establece una relación
Publicada recientemente en el Journal of Neurolology, Neurosurgery and Psychiatry, la investigación se enfoca en la exposición frecuente de los trabajadores a productos de la combustión y partículas nocivas.
Para comprobar si esta situación puede aumentar el riesgo de desarrollar ELA, se llevó a cabo un estudio poblacional a gran escala. Incluyó 1557 pacientes y 2922 controles de los tres países involucrados.
Durante análisis se obtuvo información detallada con respecto al nivel educacional, los hábitos y la historia laboral de los participantes utilizando un cuestionario.
Los autores emplearon matrices de exposición ocupacional para evaluar si estas personas habían tenido contacto con sustancias que pudieran considerarse nocivas a largo plazo.
Entre las valoradas se encuentran: sílice, asbesto, animales y residuos de motores diésel. Los valores fueron incluidos en un análisis estadístico de regresión para determinar su relación con la enfermedad.
Según Visser y sus colaboradores, los resultados sugieren que los trabajadores expuestos con frecuencia al sílice corren un mayor riesgo de padecer esclerosis lateral amiotrófica. La probabilidad no parece depender de su edad, género, hábitos y educación.
El sílice cristalino respirable puede encontrarse en los procesos de producción de vidrio, cemento, cerámica y otros productos. Estas partículas son capaces de pasar de los pulmones al flujo sanguíneo y alcanzar el cerebro.
Algunos estudios han indicado que el sílice podría aumentar el stress oxidativo y la activación de la microglía cerebral causando inflamación. Sin embargo, ésta es la primera vez que se presume su asociación con ELA.
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Nuevos estudios deberán aclarar la posible influencia del sílice en el riesgo de sufrir ELA
Se cree que el estrés oxidativo y la neuroinflamación son algunos de los factores bioquímicos que contribuyen al desarrollo de esclerosis lateral amiotrófica. Teniendo en cuenta que también se considera que el componente genético juega un rol esencial en el riesgo de padecer ELA, se necesitan nuevos estudios para aclarar cómo ocurre la interacción sílice-genes.
Esta investigación poblacional abre una nueva línea de estudio para la comprensión de los mecanismos de aparición de la ELA. Esperemos que los esfuerzos de los científicos nos lleven a encontrar tratamientos más efectivos para esta enfermedad neurodegenerativa.
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Fuentes bibliográficas
Madero T. (2017) Esclerosis Lateral Amiotrófica: Enfermedad, tratamiento actual y nuevas líneas de investigación. Masitinib. Trabajo de Fin de Grado. Universidad Complutense. 20pp
Visser AE, F. D’Ovidio, S. Peters et al. Multicentre, population-based, case–control study of particulates, combustion products and amyotrophic lateral sclerosis risk. J Neurol Neurosurg Psychiatry 2019; 0:1–7. En: https://jnnp.bmj.com/content/early/2019/03/08/jnnp-2018-319779
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