Mielitis: causas, síntomas, signos y tratamiento

La mielitis es la inflamación de la médula espinal. Esta puede ser producida por diferentes causas.

mielitis
Mielitis transversa. Crédito de imagen: Frank Gaillard de https://radiopaedia.org/

Las principales afecciones serán pérdida de la capacidad de movimiento y pérdida de la sensibilidad en la región del cuerpo por debajo del nivel de la afectación, además del no control de los esfínteres.

¿Qué es la mielitis?

El término mielitis hace referencia a una inflamación de la médula espinal. Además de presentarse como una enfermedad, también se puede encontrar como una manifestación de otra patología.

Cuando la inflamación se localiza en un segmento determinado de la médula espinal se denomina como mielitis transversa. Por otro lado, cuando la inflamación asciende de manera progresiva se conoce como mielitis ascendente.

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¿Por qué se origina una mielitis?

Según la causa por la cual se origina se clasifica en primaria y secundaria.

Las primarias o idiopáticas están determinadas por un proceso inmunológico.

Las secundarias pueden tener diferente origen, por ejemplo:

-Viral: los principales virus causantes de esta afección son el coxsackie y los virus causantes de enfermedades como sarampión, rabia, parotiditis y varicela; aunque existen otros como citomegalovirus, micoplasma y VIH virus que también pueden ser los responsables de una mielitis de causa viral.

-Bacteriana

-Parasitaria

-Tuberculosa

Como manifestación de una sífilis cerebrovascular

Causas vasculares y trastornos hemorrágicos

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¿Cómo se diagnostica una mielitis?

El mejor método diagnóstico lo constituye la resonancia magnética (RMN), ya que esta permite observar la inflamación de la médula espinal.

¿Cuáles son los síntomas y signos de esta enfermedad?

Es muy frecuente que la enfermedad comience a manifestarse primeramente con un cuadro de fiebre durante varios días, la cual tiende a ser elevada, dolor de cabeza y marcada debilidad, principalmente en las piernas.

Si la lesión o inflamación se encuentra a nivel lumbar entonces el paciente referirá un ligero dolor abdominal en forma de cinturón.

En la parte del cuerpo por debajo del nivel de la lesión de la médula existirá disminución o ausencia de los reflejos osteotendinosos y cutáneos. Además de la pérdida de sensibilidad que puede llegar a ser absoluta.

También existirá pérdida del control de los esfínteres.

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Pronóstico y evolución del paciente con mielitis

El pronóstico y la evolución en estos pacientes dependerán de la localización y la intensidad de la inflamación de la médula espinal, además de la extensión de dicha afectación.

En la mayoría de los casos la evolución no es favorable. Aún menos cuando el paciente presenta ciertas complicaciones, como infecciones respiratorias y urinarias y úlceras por presión, ya que estas en muchas ocasiones son responsables de precipitar la muerte del paciente.

Tratamiento de la mielitis

Si se conoce y queda demostrada la causa de la mielitis se debe tratar inmediatamente la misma, aunque los resultados no siempre son prometedores.

Si se sospecha una infección bacteriana se deben administrar antibióticos.

En algunos casos se utilizan corticosteroides, si se cree que la afección se debe a una tuberculosis. Aunque también se aconseja su empleo cuando existen cuadros infecciosos de causa viral o cuando no se ha podido demostrar el motivo de la inflamación de la médula espinal.

El tratamiento preventivo siempre se debe de practicar y merece ser recordado en todo momento por aquellos que tengan como responsabilidad el cuidado y la atención al paciente con mielitis.

Dicho tratamiento estará dirigido a evitar las complicaciones a las cuales son propensos estos individuos.

Para ello se deberá garantizar la completa higiene del paciente y del lugar en el que se encuentre. Se realizarán lavados con soluciones desinfectantes debido a la defecación y a la pérdida del control del esfínter vesical. También se hace necesaria la cateterización vesical.

Se debe garantizar el cambio de posición del paciente y las medidas necesarias para evitar la aparición de úlceras por presión también conocidas como escaras.

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Bibliografía consultada

Manual de terapéutica, Nelson Aguiar.

Diagnóstico y tratamiento en medicina interna, Miguel Matarama.

Elizabeth Luján Borrego