Científicos crean neuronas envejecidas a partir de células de la piel. La técnica tiene gran potencial en la investigación de enfermedades relacionadas con el envejecimiento, como el alzhéimer.
La mayoría de los estudios científicos que informamos en nuestra web están realizados en un laboratorio, usando animales como ratones para investigar. Además de estos animales la ciencia se auxilia para probar sus hipótesis de cultivos de células humanas. Y dependiendo de lo que se vaya a estudiar será el tipo de células a utilizar. En el caso del alzhéimer son células cerebrales. Ya la ciencia ha logrado desde hace unos años convertir células de la piel en células madre pluripotentes inducidas, células que tienen la capacidad de convertirse en cualquier otro tipo de células, incluyendo las del cerebro. El problema era que las nuevas células eran precisamente eso, nuevas. Aunque las células de la piel que se usaban fuesen de personas mayores las que se creaban tenían características jóvenes.
Ahora un grupo de científicos ha logrado producir células semejantes a las que se encuentra en el cerebro de las personas mayores. Esta técnica será de gran ayuda para la investigación de enfermedades relacionadas con el envejecimiento. La investigación fue realizada por científicos del Salk Institute y publicada en la revista Cell Stem Cell.
Lo que hace significativa esta investigación no es solo el resultado sino cómo se llegó a él. Viendo que mediante el uso de células madre pluripotentes no lograban obtener células envejecidas los científicos optaron por otro método, la conversión directa de las células de la piel en neuronas inducidas, algo que ya se había hecho en 2012 pero que ahora se usó para obtener neuronas que retienen los signos del envejecimiento.
Los científicos recolectaron células de la piel de 19 personas, desde bebés hasta personas con 89 años. Entonces aplicaron ambos métodos para transformar las células de la piel en neuronas, tanto el de células madre pluripotentes inducidas como el de conversión directa. A continuación compararon los patrones de información genética contenida en las neuronas con la del cerebro de personas fallecidas. Comprobaron que efectivamente, cuando se utilizó el método de células madre pluripotentes inducidas los patrones en las neuronas no se distinguían entre jóvenes y mayores. Pero las células cerebrales que habían sido creadas con la técnica de conversión directa tenían diferentes patrones de expresión de genes en función de si habían sido creadas a partir de donantes jóvenes o mayores. Un logro que puede significar mucho para la investigación científica. En palabras de Martin Hetzer, uno de los autores del estudio citado en un comunicado de prensa:
Mediante el uso de este enfoque podemos comenzar a responder a muchas preguntas sobre la fisiología y la maquinaria molecular de las células nerviosas humanas, no solo sobre un envejecimiento saludable sino un envejecimiento patológico también.
