Un artículo reciente en la revista JAMA describe dos casos de pacientes con demencia frontotemporal (DFT) en los se produjo un intenso desarrollo de la creatividad artística. Las obras, indiscutiblemente bellas, no hacen más que resaltar la fascinante complejidad del cerebro humano.
Tienen demencia, específicamente demencia frontotemporal; marcadas alteraciones de conducta y del lenguaje, pero aun así su creatividad artística en lugar de decrecer, aumenta.
Se han reportados varios casos en el mundo y los más recientes aparecen en un número de la revista JAMA, en su espacio The Arts and Medicine.
Son dos casos de demencia frontotemporal y las imágenes asombran, dejándonos llenos de dudas sobre el origen de la creatividad y su relación con la cognición humana.
También te puede interesar leer: Las cinco fases de la demencia frontotemporal
Cuando ELA y DFT llevan a crear esculturas de la chatarra
El primer caso que viene descrito en el artículo que, por cierto, lleva entre sus autores a dos investigadores granadinos, es el de un hombre afectado por demencia frontotemporal y esclerosis lateral amiotrófica que comenzó a manifestar síntomas de DFT a finales de sus 50 años.
Durante su vida laboral se había dedicado a la artesanía y a la construcción, pero nada tan intenso como lo que vendría después de desarrollar DFT.
A los 59 años comenzó a trabajar la soldadura, pasando en cuestión de meses a crear piezas artísticas a partir de chatarra metálica.
A medida que el tiempo pasaba, también avanzaban síntomas como la disminución de la capacidad empática, pero su habilidad para crear arte se mantuvo hasta el final.
Según reportan los autores, estuvo creando esculturas hasta una semana antes de su muerte.
También te puede interesar leer: 4 ideas erradas sobre la demencia por enfermedad de Pick
Cuando pintar se convierte en una obsesión
El segundo caso descrito corresponde a un paciente con miastenia gravis al que se le realizó un estudio neuropsicológico a los 65 años, debido a los comportamientos compulsivos que manifestaba.
Las pruebas de neuroimagen reflejaron el deterioro cerebral característico de la degeneración frontotemporal, la patología de base en la DFT.
Este paciente también tenía antecedentes de inclinaciones artísticas, pero en los años siguientes la pintura se convertiría para él en una obsesión, al punto de que llegó a confiar al personal médico que pintar no le generaba placer, sino que lo hacía para aliviar las imágenes que poblaban su mente.
Aunque las alteraciones de su conducta se hicieron más profundas a medida que pasaba el tiempo, su creatividad fue en aumento. Al momento de redactarse el artículo, aún el paciente continuaba creando arte.
También te puede interesar leer: Por qué las personas con demencia frontotemporal pueden carecer de empatía (y los enfermos de alzhéimer no tanto)
¿Por qué deterioran unas funciones y se desarrollan otras?
La clave parece estar, según explican los autores, en que el deterioro del funcionamiento de una región cerebral puede llevar a estimular el funcionamiento de otras zonas.
En el caso de la DFT, el deterioro de los lóbulos temporales y frontales puede “liberar” la actividad de una estructura cerebral involucrada en creatividad visual, el lóbulo parietal derecho.
Aunque en la mayoría de los casos conocidos de aumento (y cambio) de la expresión artística, se manifiesta mediante artes visuales, también se han descrito casos relacionados con la creatividad musical y literaria.
Incluso se han detectado asociaciones entre la localización del daño al cerebro y la estética de las obras, siendo más abstractas aquellas creadas por pacientes con deterioro en el lóbulo frontal y más representacionales las obras de pacientes con atrofia del lóbulo temporal.
Cosas del cerebro, el más fascinante de nuestros órganos ¡Y que nadie me lo discuta!
También te puede interesar leer: ¿La demencia se hereda? Respuestas para las 5 causas más comunes
Fuentes y referencias
Erkkinen MG, Zúñiga RG, Pardo CC, Miller BL, Miller ZA. (2018) Artistic Renaissance in Frontotemporal Dementia JAMA. ;319(13):1304–1306. doi:10.1001/jama.2017.19501
