Una proteína que se libera en grandes cantidades después de una accidente cerebrovascular puede ser la causante del aumento significativo del riesgo de desarrollar demencia después de un infarto cerebral. Los investigadores ya trabajan en la creación de un anticuerpo que actúe sobre la proteína.
Los accidentes cerebrovasculares ocurren cuando el flujo de sangre al cerebro se interrumpe; como consecuencia no llegan oxígeno y nutrientes a las células del cerebro y mueren.
Entre las innumerables consecuencias negativas que trae para la persona un evento de esta índole está el aumento significativo del riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzhéimer.
Una persona que haya tenido un infarto cerebral tiene hasta 12 veces más posibilidades de desarrollar Alzhéimer.
Ahora un grupo de investigadores de la Universidad Metropolitana de Manchester en Reino Unido han descubierto que una proteína puede explicar el aumento significativo del riesgo de padecer demencia después de un accidente cerebrovascular.
La identificación del efecto de esta proteína abre las puertas a la creación de un anticuerpo para neutralizar su acción según reportan en un comunicado de la Universidad Metropolitana de Manchester. Los resultados fueron publicados en la revista Scientific Reports.
Accidente cerebrovascular y demencia : proteína mCRP como origen y solución.
En el estudio los investigadores describen cómo la proteína C reactiva en su forma monomérica (mCRP por sus siglas en inglés) se deposita en el cerebro en grandes cantidades a través de los vasos sanguíneos dañados.
Sugieren que la proteína puede estar involucrada en la creación de vasos sanguíneos anormales después de un accidente cerebrovascular que juegan un rol fundamental en el origen de la demencia. Para el profesor Mark Slevin, uno de los autores del estudio:
La proteína parece tener un rol directo induciendo angiogénesis hemorrágica, ruptura de los vasos sanguíneos, y directamente inducir demencia. Los mecanismos exactos de cómo la neurodegeneración es causada después de un accidente cerebrovascular es desconocido. Sabemos que la proteína está siempre presente, flotando en nuestro sistema circulatorio, pero nos encontramos con que se obtiene en grandes cantidades después de un accidente cerebrovascular
Mediante tejidos cerebrales en in vitro los investigadores demostraron cómo la proteína estimula la creación anormal de vasos sanguíneos que se vinculan a enfermedades neurodegenerativas. Es más, en ratones de laboratorio a los que se les introdujo la proteína se detectó la presencia de alzhéimer.
Con estos resultados en mano creen que se pueden bloquear los efectos neurodegenerativos de la proteína mCRP mediante un anticuerpo.
De hecho, ese es su próximo objetivo, así lo declara el profesor Slevin, citado en el comunicado de prensa de la universidad:
Estamos con el objetivo de producir un anticuerpo que pueda ser entregado al cerebro a través del sistema inmunológico que romperá o se unirá a la mCRP tan pronto como sea posible después de un accidente cerebrovascular. Puede ser insoluble, posiblemente utilizando la nanotecnología como mecanismo de liberación
Los investigadores se muestran muy satisfechos con los resultados y su potencial de aplicación. Para Slevin:
Los resultados son emocionantes porque nos muestran una posible ruta para el desarrollo de un anticuerpo que evitaría lo peor de un accidente cerebrovascular relacionado con la demencia vascular y la enfermedad de Alzheimer. En 10 años de un accidente cerebral, alrededor del 40 por ciento de las personas desarrollan demencia por lo que los beneficios podrían ser enormes.