Una investigación sugiere que el tratamiento con aceite de cannabis en personas dentro del espectro del autismo podría reportar mejorías a nivel conductual y en la calidad de vida. El diseño de la investigación no permite sacar conclusiones sólidas en este sentido.
Los resultados de una investigación reciente, publicados en la revista Nature Scientific Reports, reflejan que los padres de personas con autismo que recibieron tratamiento con cannabis medicinal percibieron mejorías significativas en sus hijos después de 6 meses de iniciada la terapia.
El estudio, que incluyó a 188 personas diagnosticadas con trastorno del espectro del autismo (TEA), reportó mejorías en el estado de ánimo, síntomas conductuales, habilidades de la vida diaria y la calidad de vida en general.
Los propios autores del estudio aconsejan interpretar con cautela los resultados de la investigación, ya que el diseño de la misma (basada en información solo obtenida de los padres y sin grupo control) no permite tomar los resultados como evidencia sólida que apoye la terapia con cannabis medicinal en el TEA.
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¿Cómo se realizó la investigación?
La investigación fue realizada por científicos de la Universidad Ben-Gurión del Néguev y el Centro Médico Soroka, ambas instituciones en Israel.
Se realizó en 188 menores 18 años que estaban bajo tratamiento con cannabis medicinal entre los años 2015 y 2017.
Los investigadores analizaron la información recopilada antes de iniciar la terapia, recogida mediante cuestionarios estructurados a los padres, y la información registrada con las mismas técnicas de evaluación después de 6 meses de terapia.
El tratamiento de la mayoría de los pacientes se basó en aceite de cannabis con un 30% de cannabidiol (CBD) y 1.5% de tetrahidrocannabinol (THC).
De las 188 personas con TEA que iniciaron la terapia, a los seis meses seguían bajo tratamiento 155 y finalmente se pudo volver a evaluar a 93 personas.
Las principales causas de abandono del tratamiento estuvieron relacionadas con la falta de efecto terapéutico y los efectos secundarios.
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Cannabis medicinal en el autismo, aparentemente seguro y bien tolerado
Cuando se entrevistó a los padres después de seis meses de tratamiento, 28 reportaron mejorías significativas en sus hijos, 50 mejorías moderadas, 6 mejorías leves y 8 declararon no haber percibido cambios.
Por ejemplo, antes de iniciar el tratamiento 42% de los padres reportó un estado de ánimo positivo en sus hijos, pasados seis meses esa cifra había aumentado a 63.5%.
Algo similar ocurrió con la habilidad de vestirse y ducharse de forma independiente: al comienzo 26.4% de los padres declaró que sus hijos no tenían dificultades en este sentido, a los 6 meses fue el 42.9%.
Otras variables como el sueño y la concentración también experimentaron mejorías, siempre según la percepción de los progenitores.
En general se consideró el tratamiento como seguro y bien tolerado, siendo la agitación el efecto secundario más frecuente (en 6 personas).
¿Por qué el aceite de cannabis podría reportar beneficios en el autismo?
Los investigadores explican que «el mecanismo exacto de los efectos del cannabis en pacientes con TEA no está del todo claro».
Se manejan dos hipótesis fundamentales. Por un lado, podría ser que exista una desregulación del sistema endocannabinoide, que a su vez impacte la regulación de dos mensajeros químicos fundamentales: GABA y glutamato.
Se han reportado alteraciones de ambos neurotransmisores en diferentes áreas del cerebro de animales modelos de TEA.
El cannabis medicinal, al actuar sobre el sistema endocannabinoide, ayudaría a lograr una mejor regulación de los niveles de GABA y glutamato.
Otro mecanismo que se postula pasa a través de la influencia del cannabidiol sobre dos hormonas que están relacionadas con la conducta social: la vasopresina y la oxitocina.
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Los resultados son interesantes, pero el diseño de la investigación no da lugar a conclusiones definitivas
Ya habíamos comentado al inicio de este artículo que el diseño de la investigación cuenta con limitaciones importantes. Por ejemplo, el hecho que no exista un grupo control, es decir, personas que sin saberlo estén bajo tratamiento ficticio, no permite descartar el frecuente efecto placebo.
La investigación, además, se basó solo en la opinión de los padres, sin incluir pruebas objetivas directamente realizadas a las personas que recibieron el tratamiento.
Tampoco hay que ignorar el hecho de que la investigación ha sido financiada por una compañía dedicada al cultivo y comercialización de cannabis medicinal.
¿Significa esto que los resultados no son válidos? Pues no, al contrario, es un paso más en el conocimiento del efecto del cannabis medicinal en el autismo, sobre todo en relación a su perfil de seguridad.
Pero para valorar su eficacia hay que tener en cuenta las limitaciones que aquí hemos señalado.
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Fuentes
Bar-Lev Schleider, Lihi; Mechoulam, Raphael; Saban, Naama; Meiri, Gal; Novack, Victor (2019): Real life Experience of Medical Cannabis Treatment in Autism: Analysis of Safety and Efficacy. Scientific Reports. En https://www.nature.com/articles/s41598-018-37570-y#ref-CR18
BGU (2019): Medical Cannabis Shown to Ease Symptoms of Autism, BGU Researchers Find. En https://www.nature.com/articles/s41598-018-37570-y#ref-CR18