Una proteína se asocia a las alteraciones en el funcionamiento celular en la ELA y la demencia frontotemporal. Un compuesto logra revertir en modelos animales de ambas enfermedades síntomas como el deterioro intelectual y las alteraciones motoras.
Las llamadas enfermedades neurodegenerativas tienen muchas cosas en común (evidente, por eso se agrupan bajo ese término). La primera, quizás, es que en el sistema nervioso de los afectados mueren selectivamente células. Dependiendo de dónde se produce ese daño, así son los síntomas que vemos en los enfermos.
Otros puntos en común: hasta el momento son incurables y esa cura parece ser cada vez más resbaladiza. La idea de un fármaco común que sirva para curar, o aliviar los síntomas, de muchas enfermedades neurodegenerativas a la vez, es una idea—más bien un sueño—con el que la ciencia coquetea a menudo.
El último de estos intentos ha identificado un mecanismo común en varias enfermedades neurodegenerativas como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y la demencia frontotemporal. Este mecanismo se ha convertido en una diana hacia la que dirigir nuevos fármacos.
De hecho, los científicos que desarrollaron la investigación cuyos resultados se publicaron recientemente en la revista Molecular Therapy, son optimistas en que esa diana también pueda ser usada para tratar la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Alzheimer.
La diana es una proteína denominada TDP-43 y ya investigadores han identificado un compuesto, que puede ayudar a regular sus niveles en las células de los enfermos ¿El problema? Que por el momento ese compuesto es inviable para usarse en seres humanos. Pero calma, los investigadores tienen un plan.
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Historia de proteínas elevadas y sustancias que le plantan cara.
TDP-43 es una proteína que normalmente ayuda a producir otras proteínas esenciales para nuestro buen funcionamiento físico y mental. Pero los autores del estudio que estamos comentado, que pertenecen a la Universidad Case Western Reserve, en Cleveland, Ohio, EE.UU, han encontrado que en modelos animales de ELA y demencia frontotemporal, niveles elevados de TDP-43 se encuentran dentro de las mitocondrias, lo que interviene con su buen funcionamiento.
Las mitocondrias son esenciales proporcionando energía a las células y muchas enfermedades neurodegenerativas cursan con alteraciones en su funcionamiento. En un estudio anterior, los científicos habían demostrado que tratando a los ratones modelos de ambas enfermedades con una sustancia denominada PM1 se lograba mejorar su funcionamiento intelectual y la actividad motora. Este efecto asombró a los propios investigadores según comenta el líder del estudio, el investigador Xinglong Wang:
El resultado sorprendió a todos en mi laboratorio. Incluso los ratones con deterioro motor y cognitivo severo mostraron una rápida mejoría en los síntomas de la enfermedad después de la infusión del péptido PM1. Los ratones con demencia fueron capaces de aprender de nuevo a recorrer los laberintos y, aquellos con deterioro motor severo, pronto pudieron caminar normalmente. Parecía ser milagroso. Estábamos aturdidos.
Se busca un buen imitador de PM1
El problema con esa sustancia casi milagrosa es que no es viable en estos momentos para ser aplicada a seres humanos ¿La opción? Buscar un compuesto entre los que ya se están comercializando en la actualidad que provoque los mismos resultados que PM1. Los investigadores se proponen estudiar más de 700 fármacos.
La cifra parece elevada, pero según comentan, de identificarse un buen candidato, el tiempo que deben emplear en investigarlo siempre será menor que el que lleva sacar al mercado un fármaco totalmente novedoso.
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Referencias
Hudry, E. (2017). New therapeutic avenue for ALS: Avoiding a fatal encounter of TDP-43 at the Mitochondria. Molecular Therapy, 25(1), 10–11. doi:10.1016/j.ymthe.2016.12.001
Scotter, E., Chen, H., & Shaw, C. (2015). TDP-43 Proteinopathy and ALS: Insights into disease mechanisms and therapeutic targets. Neurotherapeutics : the journal of the American Society for Experimental NeuroTherapeutics., 12(2), 352–63. Disponible en https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25652699
Wang, W., Arakawa, H., Wang, L., Okolo, O., Siedlak, S. L., Jiang, Y., … Wang, X. (2017). Motor-Coordinative and cognitive dysfunction caused by mutant TDP-43 could be reversed by inhibiting its Mitochondrial localization. , 25(1), 127–139. doi:10.1016/j.ymthe.2016.10.013