Este tipo de cefalea es desencadenada por una intensa actividad física y se presenta en individuos susceptibles ante un proceso subyacente totalmente normal.
Existe una gran cantidad de patrones clínicos contemplados en la Clasificación Internacional de las Cefaleas, entre las que se incluye el dolor de cabeza después del deporte.
Es una afección común, benigna y que no requiere de tratamiento salvo medidas generales de prevención y el consumo de analgésicos de uso común.
Se trata de una entidad producida por la exacerbación de los procesos corporales destinados a mantener el equilibrio (homeostasis) durante la actividad física, que únicamente produce síntomas en individuos susceptibles.
Es sobre este trastorno y sus principales características de lo que hablaremos a continuación.
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¿Por qué se produce esta alteración?
Durante el ejercicio se activan una serie de mecanismos fisiológicos especialmente destinados a proveer de sangre (y por ende, de oxígeno) a los distintos tejidos de todo el cuerpo, especialmente el músculo esquelético y sistema nervioso.
El órgano especialmente destinado a la elaboración de esta respuesta es el sistema nervioso en conjunto con el sistema endocrino (hormonal), cuya colaboración permite una fina regulación del aparato cardiovascular y pulmonar.
Entre estas respuestas destaca el aumento de la frecuencia cardíaca y de la fuerza de contracción del miocardio (la parte del corazón que está formada por músculo).
Estos elementos permiten eyectar la sangre de una manera mucho más brusca y rápida con el objetivo de poder irrigar correctamente a todos los tejidos que se encuentran en actividad debido al ejercicio.
Gracias a estos dos mecanismos, las arterias (estructuras tubulares que transportan la sangre hacia los demás tejidos) sufren un proceso de distensión o ensanchamiento debido a que sus paredes son sumamente flexibles.
Esto es algo totalmente normal y permite, entre otras cosas, palpar el pulso durante cualquier examen físico rutinario.
Este efecto de distensión arterial se extiende a todos los órganos, incluyendo el sistema nervioso.
Sin embargo, al momento de distender las arterias se produce la activación de una serie de estructuras que rodean a estos vasos, como por ejemplo algunas neuronas y fibras nerviosas.
Dicha estimulación produce, invariablemente, la estimulación de estas estructuras con la consecuente transmisión de impulsos nerviosos hacia el cerebro.
Sucede que en algunas personas susceptibles (probablemente debido a causas genéticas todavía no muy bien definidas), esta estimulación es lo suficientemente fuerte como para provocar un estímulo doloroso que acompaña al proceso de ejercicio y cualquier actividad física importante en general.
Este es un ejemplo de un mecanismo fisiológico totalmente normal que en algunas personas con ciertos factores de riesgo puede resultar en la expresión de una patología que, aunque benigna, es molesta.
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¿Cómo se presenta este dolor de cabeza?
La cefalea primaria por esfuerzo físico suele presentarse en ambos lados del cráneo (es bilateral), suele ser pulsátil y se asocia a una serie de síntomas distintos al dolor y que muchas veces terminan siendo incapacitantes, por ejemplo:
- Intolerancia a la luz solar.
- Intolerancia a los sonidos normales.
- Náuseas y vómitos.
Teniendo en cuenta los mecanismos patogénicos antes mencionados que permiten originar esta cefalea, es fácil entender que esta suele presentarse justo durante el ejercicio y los síntomas persisten después de haberse finalizado, siendo una condición necesaria que el paciente culmine la actividad física para que el dolor empiece a ceder.
¿Cómo puede hacerse el diagnóstico?
No existen alteraciones estructurales identificables en el cerebro de los pacientes afectados, ya que se considera una causa benigna de cefalea y cuyo mecanismo fisiopatológico conocido la hace difícil de tratar, ya que se trata de la exacerbación de un proceso normal que provoca el dolor en un grupo muy selecto de pacientes.
Los elementos de los que se vale el médico para realizar el diagnóstico es la historia clínica adecuada que incluya un correcto examen físico neurológico junto con los antecedentes positivos que relacionen la cefalea con el ejercicio.
El tratamiento suele ser sintomático y se orienta al uso de analgésicos y a los cambios en el estilo de vida para evitar la aparición del dolor.
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Fuentes bibliográficas
Comité de Clasificación de la Cefalea de la International Headache Society. III Edición de la Clasificación Internacional de las Cefaleas. 2013.
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