La esquizofrenia infantil es en extremo difícil de diagnosticar. A menudo se confunde con autismo o TDHA. No tiene cura y el tratamiento es sintomático.
Casi de una manera literal el término esquizofrenia quiere decir mente quebrada. Las raíces de la palabra son rastreadas hasta las voces griegas schizein (romper, quebrar) y phren (mente, entendimiento, razón).
Esta enfermedad trae consigo tanto el deterioro del pensamiento como de las conductas y vivencia emocional de quienes la padecen.
En su núcleo se encuentran los síntomas que definen el nivel de funcionamiento psicótico, estos son los delirios y las alucinaciones. También pueden apreciarse problemas graves en el discurso hablado y déficits marcados en la regulación de la conducta.
Aunque el diagnóstico de esquizofrenia suele hacerse entre los 25 y 30 años de edad, existen algunos casos tempranos que inician a los 18 e incluso, hay ocasiones en se debuta en la niñez, mucho antes de los 13 años.
Esquizofrenia infantil: síntomas.
Cuando la esquizofrenia comienza a instaurarse antes de los cinco años es en extremo difícil diferenciarla del autismo. En estas etapas un diagnóstico diferencial entre estas dos enfermedades resulta a menudo imposible.
En parte ello se debe a que no existen criterios diagnósticos para la esquizofrenia infantil diferentes de aquellos que se usan para los adultos y, en última instancia, es necesario dejar correr el tiempo.
El objetivo es ver la evolución de la enfermedad. Si se produce la aparición de síntomas psicóticos clásicos logra distinguirse al paciente esquizofrénico del niño autista.
De cualquier modo, algunos signos tempranos de esquizofrenia infantil que pueden poner a los padres en alerta son los siguientes:
- Retraso en el dominio del lenguaje.
- Gateo no común o de aparición tardía.
- Retraso en el logro de la marcha
- Comportamientos motores en general fuera de lo común (balanceo, agitar el brazo), etc.
A medida que el trastorno evoluciona, los síntomas fundamentales van siendo semejantes a aquellos que surgen en los adultos, es decir:
- Ideas delirantes
- Alucinaciones, especialmente de tipo auditivo
- Incoherencia en las asociaciones mentales
- Conductas catatónicas
- Embotamiento afectivo.
Es importante que las ideas delirantes sean examinadas a la luz de la cultura, pues algunos elementos culturales pueden explicar determinadas extravagancias sin que deban ser consideradas ideas delirantes.
Factores de riesgo de esquizofrenia infantil
Entre los factores que pueden aumentar el riesgo de esquizofrenia infantil están:
- Herencia y trastornos genéticos
- Exposición a sustancias como el cannabis
- Desnutrición prenatal
- Complicaciones en el parto
- Lesiones cerebrales en la niñez.
Tratamiento de la esquizofrenia infantil.
Al igual que sucede en los adultos, el tratamiento de la esquizofrenia infantil está basado fundamentalmente en el empleo de los llamados fármacos antipsicóticos.
Estos medicamentos ayudaran a controlar los síntomas positivos de la esquizofrenia, es decir, delirios, alucinaciones, discurso y comportamiento motor desorganizado.
Sin embargo, los fármacos antipsicóticos no curan la esquizofrenia infantil y apenas ofrecen alivio sobre los llamados síntomas negativos. Entre estos últimos están el deterioro de la capacidad de aprendizaje y atención o la falta de motivación.
Los padres de un niño con esquizofrenia infantil pueden esperar que se pruebe con varios fármacos hasta dar con la combinación que mejores resultados ofrezca.
Lo efectos secundarios de la medicación antipsicótica pueden ser notables, sobre todo a medida que pasa el tiempo. Ganancia de peso, alteraciones metabólicas que aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares o movimientos involuntarios y anormales son algunos de los efectos indeseados de este tipo de fármacos.
Los tratamientos psicosociales, aquellos que no emplean fármacos, son a menudo ignorados, lo que constituye un error. Este tipo de terapias, que pueden proveer profesionales como psicólogos o educadores sociales, ayudan a la familia y al menor enfermo a conocer mejor la enfermedad y a enfrentarla de manera más eficaz.
Para el niño con esquizofrenia será fundamental contar con el apoyo familiar y social que le abra las puertas a vivir una vida satisfactoria dentro de las limitaciones que impone la enfermedad.
Fuentes y referencias
David I. Driver, Nitin Gogtay, Judith L. Rapoport (2013): Childhood Onset Schizophrenia and Early Onset Schizophrenia spectrum disorders. Child Adolesc Psychiatr Clin N Am. Disponible en https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3771646/
Esquizofrenia infantil. Disponible en http://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/childhood-schizophrenia/symptoms-causes/dxc-20249627
Peter Gochman, Rachel Miller, Judith L. Rapoport (2011): Childhood-Onset Schizophrenia: The Challenge of Diagnosis. Curr Psychiatry Rep. Disponible en https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3289250/