¿Psicólogo, psiquiatra o neurólogo? Acaba para siempre con tus dudas sobre a quién acudir


¿Psicólogo, psiquiatra o neurólogo? ¿A quién acudir? La presencia de una clara lesión del sistema nervioso inclina la balanza hacia el neurólogo. Si el problema puede resolverse por cambios en los comportamientos y estilos de vida, ve al psicólogo. ¿Y dónde queda el psiquiatra?

Psicólogo, psiquiatra o neurólogo

Para muchos científicos el cerebro es uno de los grandes misterios a descifrar aún por la humanidad.

Ciertamente, hoy sabemos mucho más acerca de él que en el siglo XIX, pero aun así es como si solo hubiéramos investigado un grano de arena de todo un inmenso desierto.

Tal vez esa sea la razón por la que, a diferencia de las que aquejan otras partes del cuerpo, las enfermedades mentales nos dejan tan desconcertados.

¿A quién acudir cuando sobrevienen, al psicólogo, al neurólogo o al psiquiatra?

Psicólogo, psiquiatra o neurólogo, ¿son tan diferentes estos profesionales?

AspectoPsicólogoPsiquiatraNeurólogo
FormaciónLicenciatura en Psicología, posiblemente con maestrías o doctorados en áreas específicas.Licenciatura en Medicina, especialización en Psiquiatría.Licenciatura en Medicina, especialización en Neurología.
EnfoqueConductual y emocional, técnicas de psicoterapia.Biológico, puede prescribir medicación.Sistema nervioso, trastornos físicos y funcionales.
TratamientosPsicoterapia, intervenciones conductuales.Psicofármacos, psicoterapia (en algunos casos).Fármacos, rehabilitación.
Cuándo acudirProblemas emocionales, de comportamiento, estrés, ansiedad.Trastornos mentales severos, necesidad de medicación.Lesiones del sistema nervioso, trastornos de movimiento, dolores de cabeza crónicos.

A quienes nunca se han puesto a pensar en ello puede que se le confundan los términos y acaben suponiendo que no son más que divisiones ociosas, pero cuando lo analizas más de cerca, diferenciar entre psicólogo y psiquiatra tal vez no sea tan complicado.

La diferencia más elemental es que los psiquiatras son médicos en el más estricto sentido de la palabra y que, aunque los psicólogos se ocupan de la salud mental humana, no van a la escuela de medicina ni se gradúan de ello.

Un psiquiatra, antes de ocuparse de la mente humana, aprende bioquímica, morfología, anatomía, histología y otro montón de asignaturas que le permiten tener una compresión integral de la biología del ser humano.

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Psicólogo, psiquiatra o neurólogo

Esto hace que, aunque algunos entiendan que la biología no lo es todo, prioricen estos factores a la hora de explicar la enfermedad mental, y sean más propensos a recetar psicofármacos que a brindar psicoterapia.

A su vez la psicología se ocupa de los fenómenos mentales en sí y no solo de las enfermedades, aunque la definición de psicología es tan diversa como escuelas de psicología existen. 

Un psicólogo no siempre irá a una clínica, sino que, por ejemplo, puede ayudar a entender cómo tus emociones y pensamientos te hacen más eficiente o más torpe en tu trabajo y diseñar intervenciones que te permitan modificar los patrones de emoción, pensamiento o comportamiento que evitan que obtengas los resultados deseados.

La formación del psicólogo no hace tanto hincapié en lo biológico. Él  entiende que es parte de la explicación, pero su formación no le permite ir más allá. Tal vez ambos deberían complementarse.

Hasta aquí todo sería sencillo, pero la ecuación se complica cuando pensamos en los neurólogos. Estos también son médicos y ¿es que no basta con los psiquiatras? Al parecer no.

El tema es que nuestro cerebro y su producto invisible más acabado, nuestra mente, es un inmenso rompecabezas que al no entenderlo del todo debemos resolver por partes.

La psiquiatría comprende mejor algunas enfermedades donde las alteraciones del comportamiento humano no tienen una implicación cerebral tan clara, aunque sí causas biológicas, mientras que la neurología investiga lesiones del sistema nervioso que, por supuesto, también tienen una implicación en el comportamiento y las habilidades de la persona.

En el futuro, cuando muchos enigmas dejen de serlo, ¿las tres profesiones serán una sola?

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Y cuándo me enferme, ¿a quién acudo?

Esta es una pregunta que se hacen muchas personas y a la que los profesionales suelen contestar según sus simpatías, pero de todas las respuestas que he escuchado al respecto voy a comentarte una que es mi preferida, por lo funcional que resulta.

Por poco o mucho que sepamos del cerebro, una cosa sí es cierta, este órgano controla todas las funciones de nuestro cuerpo, y entre ellas algunas son voluntarias y otras no.

Pues bien, una solución a este dilema implica entender que, salvo contadas excepciones, el psiquiatra se encargará de aquellas enfermedades donde existen alteraciones en las funciones voluntarias que controla el cerebro mientras el neurólogo se va a ocupar de los problemas en las funciones involuntarias.

Veámoslo de manera más clara a través de un ejemplo.

En la depresión (una enfermedad usualmente considerada psiquiátrica), el paciente experimentará una fuerte tristeza que lo va a llevar a aislarse, a perder el sueño y el apetito etc.

Ciertamente puede no tener todo el control sobre sus reacciones, pero ninguna función de su cuerpo está actuando de manera independiente a él.

Sigue siendo en cierta medida libre en sus comportamientos. Puede bailar si lo desea. Solo que no quiere hacerlo, a no ser que un profesional lo ayude a encontrar el deseo.

En cambio, una persona con enfermedad de Parkinson, puede tener todos los deseos del mundo de controlar alguno de sus síntomas motores, digamos el temblor en reposo, pero no podrá hacerlo. Este síntoma escapa de su voluntad. Por eso lo más indicado es un neurólogo.

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¿Y dónde entran los psicólogos?

contaminación ambiental y autismo

Como a fin de cuentas lo que va a hacer un psicólogo es ayudarte a cambiar conductas, pensamientos y emociones que te hacen vivir experiencias displacenteras, sean ellas o no consideradas enfermedades, en realidad puede jugar un papel fundamental en el tratamiento de cualquiera de estas enfermedades.

Un enfermo de párkinson no solo tiene alteraciones motoras, sino además síntomas emocionales que un psicólogo puede ayudar a manejar.

El psicólogo, específicamente los neuropsicólogos, se han ido convirtiendo en figuras claves en el entrenamiento de funciones cognitivas deterioradas, ofreciendo en la actualidad opciones terapéuticas en un área carente de ellas como es la neurodegeneración.

Y por si aún no te ha quedado claro, ya sabes:

Al neurólogo cuando hay una lesión del sistema nervioso, al psiquiatra cuando, aun cambiando de comportamiento, sigues manifestando síntomas displacenteros o hay manifestaciones abiertamente patológicas, como que veas cosas que realmente no existen.

Al psicólogo ve cuando quieras sentirte mejor, cuando crees que, por ti mismo, con un poco de orientación, puedes llegar a al nivel de bienestar que buscas y mereces.

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Referencias bibliográficas

Should I See A Psychiatrist, Or A Neurologist?. Disponible en https://www.dementia.org/diagnosing-dementia-psychiatrist-or-neurologist

Psychologist vs Psychiatrist – What’s the Difference. Disponible en http://www.efpa.be/psychologist-psychiatrist.htm