Aunque aplicadas de forma independiente parecen funcionar, la estimulación cognitiva y estimulación transcraneal de corriente directa son mucho más efectivas si se aplican paralelamente.
Uno de los temores más presentes entre los enfermos de párkinson es el miedo al declive de su mente; el miedo a que la memoria, la orientación o el lenguaje deterioren tanto que aparezca la demencia.
Existe un estado, el llamado deterioro cognitivo leve, que puede ser la primera señal de alarma de que algo no va bien con nuestro intelecto. Un nuevo estudio, presentado en días recientes en el Congreso Mundial de Párkinson celebrado en Oregon, EE.UU, apunta que la estimulación cognitiva y la estimulación transcraneal de corriente directa, pueden ser beneficiosas para mejorar los procesos cognitivos de las personas con párkinson. El beneficio de ambas terapias se dio de manera independiente, pero los mejores resultados se obtuvieron de la combinación de ambas.
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Estimulación cognitiva y estimulación transcraneal de corriente directa: juntas mucho mejor.
La estimulación cognitiva es un conjunto de técnicas y estrategias que persiguen mejorar el funcionamiento de procesos como la memoria, la atención o las habilidades visoespaciales. No existe una actividad específica que se llame estimulación cognitiva, sino que diferentes tipos de actividades pueden contribuir a mejorar nuestro funcionamiento intelectual.
Por otra parte, la estimulación transcraneal de corriente directa (TDCS por sus siglas en inglés) es una técnica de estimulación cerebral no invasiva que se realiza colocando electrodos en el cuero cabelludo. Estos electrodos generan una corriente eléctrica de baja amplitud que influye en nuestro funcionamiento neuronal. La TDCS se ha empleado con éxito en el tratamiento sintomático de los síntomas motores del párkinson y existen varios proyectos de investigación que persiguen crear dispositivos neuroestimuladores de uso doméstico.
En la reciente investigación, científicos de la Universidad de Perth estudiaron a 42 enfermos de párkinson que fueron divididos en diferentes grupos. Algunas personas recibieron solo estimulación cognitiva estándar, mientras otros una estimulación más personalizada. En otro grupo se realizó solo tDCS, mientras en otros se usó tDCS junto a las dos modalidades de estimulación cognitiva.
Al analizar los resultados que obtuvieron comprobaron había mejoras, tanto en el grupo que solo recibió estimulación cognitiva como en el que fue tratado con tDCS. Sin embargo, los mejores resultados se obtuvieron en aquellas personas que recibieron tDCS y estimulación cognitiva.
Los investigadores encontraron que en estos grupos mejoró la memoria, la atención y las funciones ejecutivas, procesos estos últimos que nos permiten organizarnos de forma coherente para alcanzar nuestros objetivos.
Las terapias alternativas a la medicación para mejorar el funcionamiento de nuestra mente, es una realidad que avanza a pasos agigantados a medida que la población gana en años y que, además, la exigencia intelectual de los puestos de trabajo es mayor.
Aunque aún existen muchas interrogantes sobre su eficacia, su avance parece imparable, tal como lo es la práctica deportiva como medio de mejorar la salud física (y mental).
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Referencias
Ciccone, A. (2016). Cognitive Training, Transcranial Direct Current Stimulation Improves Cognition in Parkinson’s. Neurology Advisor. Disponible en http://www.neurologyadvisor.com/wpc-2016-coverage/cognitive-training-transcranial-direct-current-stimulation-improves-cognition-in-parkinsons/article/524441/
García Sevilla, J. (2009). Tema 1. INTRODUCCIÓN A LA ESTIMULACIÓN COGNITIVAUniversidad de Murcia. Disponible en http://ocw.um.es/cc.-de-la-salud/estimulacion-cognitiva/material-de-clase-1/tema-1-texto.pdf
