Por qué la epilepsia criptogénica podría tener un origen infeccioso


La epilepsia criptogénica engloba a cualquier síndrome que no tenga una causa definida detectada por los métodos habituales de laboratorio, pero que se sospecha que son derivados de una alteración celular oculta. Recientemente, se ha postulado que ciertas infecciones parasitarias podrían ser la causa real de esta enfermedad.

La epilepsia criptogénica, según diversos estudios, conforma un 20% del total de los casos reportados de epilepsia, lo cual lo convierte en un importante problema de salud pública, que ha llevado a los investigadores a buscar la verdadera causa del problema con el fin de desarrollar nuevas estrategias terapéuticas.

Es probable que algunas enfermedades parasitarias sean la causa real de la enfermedad y de ellas venimos a hablarte el día de hoy.

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La toxoplasmosis

Es una infección producida por un parásito intracelular obligado llamado Toxoplasma gondii. Independientemente de la fase de la enfermedad (aguda o crónica) esta puede manifestarse con linfadenopatías (afecciones de los ganglios linfáticos), encefalitis, miocarditis y neumonitis.

Esta puede adquirirse de manera congénita, debido al paso de los parásitos a través de la placenta de las madres embarazadas. Otras maneras de transmisión son por vía oral y sanguínea.

Un porcentaje importante de los pacientes con epilepsia criptogénica tienen anticuerpos contra Toxoplasma gondii

Un estudio reciente seleccionó a 22 pacientes que cumplían con los criterios para padecer epilepsia criptogénica, que incluían exámenes imagenológicos normales, la ausencia de historia familiar de epilepsia o convulsiones, no haberse sometido a neurocirugías, no poseer antecedentes encefalitis y no padecer alcoholismo.

epilepsia criptogénica

Luego del análisis sanguíneo mediante una técnica llamada ELISA, se pudo determinar que el 75% de los pacientes tenían niveles elevados de anticuerpos contra Toxoplasma gondii, lo cual sugiere una infección previa o actual por el parásito.

Los quistes indetectables del parásito en tejido cerebral podrían ser la causa de las convulsiones

Es probable que la permanencia de una forma evolutiva del parásito conocida como “quiste” permanezca de manera latente, asintomática e indetectable en el cerebro, siendo la responsable del deterioro del tejido y causa directa de las convulsiones.

Un trabajo previo realizado en modelos experimentales apoya esta teoría. En la investigación se encontró evidencia de inflamación focal en tejido cerebral de unos ratones, pero el análisis del líquido cefalorraquídeo (que se examina de rutina en los pacientes) se mostró totalmente normal.

En este último estudio se encontró evidencia de que la localización preferencial de los quistes es en el lóbulo frontal, lo cual coincide con la región cerebral en donde se originan los movimientos musculares voluntarios. La estimulación de esta área por los parásitos podría desencadenar convulsiones.

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La cisticercosis también podría ser causa de epilepsia criptogénica

La cisticercosis es endémica en varias regiones de América, y una de sus manifestaciones es la presencia de calcificaciones en el tejido cerebral. Estas suelen interferir con el correcto funcionamiento de los circuitos cerebrales y generalmente ocasionan convulsiones tónico-clónicas generalizadas.

El principal aspecto a discutir es que las calcificaciones por este parásito suelen ser fácilmente distinguibles con estudios de imágenes, lo cual no entra dentro de los criterios que definen la epilepsia criptogénica.

Sin embargo, a pesar de que no existen suficientes estudios que puedan respaldar esta teoría, es posible que existan quistes microscópicos del parásito que por razones desconocidas no crezcan lo suficiente, haciéndolos indetectables, considerándolos una posible causa de epilepsia.

De poder demostrar adecuadamente la relación entre una causa infecciosa y las convulsiones, la terapia actual para los pacientes cambiaría radicalmente de dirección y se orientaría hacia una mejor respuesta sintomática, que esté dirigida hacia la resolución del problema de base.

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Referencias bibliográficas:

  1. Stommel EW, Seguin R, Thadani VM, Schwartzman JD, Gilbert K, Ryan KA, Tosteson TD, Kasper LH. Cryptogenic epilepsy: an infectious etiology?Epilepsia. 2001;42:436–438. doi: 10.1046/j.1528-1157.2001.25500.x.
  2. Longo DL, Fauci AS, Kasper DL, Hauser SL, Jameson JL, Loscalzo J, editores. Harrison principios de medicina interna. Vol 2. 18a ed. México: McGraw‐Hill; 2012.

 

Diego J. Pereira