No podemos ser simplistas al decir que lo olvidamos o freudianos argumentando que estamos reprimiendo algo. Diversos estudios concuerdan en que la amnesia infantil (olvidar eventos antes de los 2 o 3 años) es debido a falta de maduración cerebral y la neurogénesis.
Los primeros pasos o palabras en un hijo suelen ser memorables para los padres, sin embargo, no para los infantes.
En esta primera etapa del desarrollo humano tenemos experiencias muy valiosas pero al llegar a la edad adulta, prácticamente nadie conservará el recuerdo anterior a sus 2 o 3 años de vida, y entre los 3 y los 7 años los recuerdos estarán “fragmentados”.
Este interesante fenómeno caracterizado por la falta de recuerdos episódicos (recordar eventos o estímulos en un contexto particular) recibe el nombre de amnesia infantil y es una parte normal del desarrollo.
Freud fue el primer investigador en señalar este hecho, al observar que sus pacientes no podían recordar eventos en sus primeros años de vida. Para él era una represión, una pieza de rompecabezas que si podía ser descifrada, podría curar el comportamiento neurótico del adulto.
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¿Falta de madurez cerebral u olvido?
En la actualidad las investigaciones se centran en el desarrollo cognitivo, social y neurológico. Hay buen consenso en que este fenómeno se debe al desarrollo de las partes del cerebro responsables de almacenar y recuperar memorias episódicas.
En este caso de la corteza prefrontal, una parte importante para dar contexto a los recuerdos.
Las memorias autobiográficas dependen de dos estructuras: la corteza prefrontal y el hipocampo, y por cierto… estas estructuras se desarrollan alrededor de los 3 o 4 años de edad.
Por lo tanto la falta de recuerdos en la primera infancia podría deberse a la falta de maduración en estas estructuras, que nos permiten la creación, el almacenamiento de memorias y el recuerdo.
La explicación del olvido que se comparte con Freud no explica por completo el fenómeno. El olvido se desarrolla como una función lineal del tiempo que transcurre desde el evento, y suena lógico si tomamos en cuenta el tiempo que transcurre desde los 2 años hasta ser biológicamente adulto.
Pero los investigadores no están de acuerdo debido a que han descubierto que los sujetos tienen muchos menos recuerdos de eventos producidos entre los 6 y los 7 años de lo que se esperaría simplemente extrapolando la curva del olvido.
Por lo tanto, el olvido no podría explicar completamente el fenómeno de la amnesia infantil.
La llamada amnesia infantil no es exclusiva de humanos, los investigadores también han podido observarla en animales, específicamente roedores, esto ha permitido continuar con los estudios de las estructuras involucradas en modelos animales.
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El lenguaje y su ausencia: un cambio de códigos fatal para el recuerdo
A través de estos estudios, por ejemplo, se ha observado una alta tasa de neurogénesis en el hipocampo infantil, lo que podría explicar el olvido acelerado de las memorias contextuales. Esta rápida integración de nuevas neuronas en un circuito ya existente desestabiliza las memorias ya existentes.
Se cree que la alta tasa de neurogenesis postnatal en el hipocampo, en muchos animales, incluidos los humanos, hace que sea imposible la formación de recuerdos duraderos.
Estos estudios también han observado que la capacidad para tener recuerdos estables concuerda con la disminución de neurogénesis en el hipocampo.
Otro punto importante que puede contribuir a la pérdida de los recuerdos en la primera infancia es (al menos en parte) el desarrollo del lenguaje.
Los recuerdos preexistentes ya estaban codificados, pero es difícil acceder a ellos ya que son anteriores a la adquisición del lenguaje (entre los 2.5, y los 4.5 años de edad)
Aunque aún falta investigar más a fondo, las teorías y observaciones actuales nos sugieren que puede deberse a la falta de desarrollo de estructuras del cerebro o la rápida adición de nuevas neuronas.
Aunque también puede ser una combinación de ambos factores, por lo tanto no puede explicarse simplemente por olvido o represión.
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Referencias
Wlassoff. V (2018): Why We Don’t Remember Early Childhood? Viatcheslav Wlassoff. Brain Blogger
