Investigadores identificaron el rol que podrían tener los neutrófilos en la reparación de los nervios lesionados. Este estudio podría sentar las bases para una nueva terapia biológica dirigida a potenciar la reparación de los nervios.
Una de las principales premisas de las que se parte en neurología es que, en la inmensa mayoría de los casos, el tejido nervioso no puede ser regenerado luego de haber sufrido algún daño (salvo en algunas excepciones anatómicas).
Si bien se han hecho esfuerzos importantes para tratar esta situación, especialmente en lo relacionado al uso de células madres, la investigación también se ha orientado a disminuir la evolución del daño nervioso una vez que se ha instaurado el proceso inflamatorio.
¿Qué pasaría si se potencian los mecanismos normales para revertir el daño celular a través de la terapia farmacológica?
Hallazgos recientes en la Case Western Reserve University School of Medicine facilitan la comprensión de cuál es el rol de los neutrófilos en la reparación del daño nervioso, lo cual podría aportar numerosos beneficios en el mundo de la medicina.
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Las lesiones nerviosas requieren la participación de células inmunitarias que “limpien” el tejido
En todo proceso inflamatorio (sea o no infeccioso) suelen participar mediadores del sistema inmunitario, los cuales incluyen una amplia variedad de células que se encargan de contener y reparar el tejido lesionado. Entre ellas encontramos los macrófagos, linfocitos y neutrófilos.
Las lesiones suelen caracterizarse por la presencia de residuos que deben ser eliminados para el correcto funcionamiento del tejido. Esto puede realizarse mediante un proceso llamado fagocitosis, en el cual las células captan el material y lo digieren para eliminarlo completamente.
Las células que suelen realizar esta función son los macrófagos, encargados de fagocitar muchos elementos celulares extraños al organismo. Por mucho tiempo se supuso que estas eran las células que participaban en la reparación durante procesos inflamatorios. Sin embargo, este estudio sugiere que su participación, por lo menos en tejido nervioso, es mínima.
Al inmovilizar los macrófagos, los residuos de la lesión nerviosa siguen siendo eliminados
El daño celular involucra la liberación de ciertas sustancias llamadas quimiocinas (como Cxcl1 y Cxcl2), las cuales son pequeñas proteínas encargadas del reclutamiento de células del sistema inmunitario encargadas de limpiar los restos celulares.
Para que estas quimiocinas actúen sobre los macrófagos, es necesario que estas células tengan en su superficie otras proteínas encargadas de reconocer a las quimiocinas. Estas estructuras se llaman receptores y son ampliamente conocidos debido a que suelen usarse como blanco terapéutico de muchas patologías.
En este estudio, realizado en animales de laboratorio, se bloqueó selectivamente los receptores de los macrófagos encargados de responder a las quimiocinas. De esta manera se inmovilizaban las células, por lo que la respuesta más esperada por parte de los investigadores era que los residuos celulares en el lugar de la lesión no fueran limpiados.
Tal fue su sorpresa cuando descubrieron que, aun inhibiendo la movilización de los macrófagos, los residuos celulares seguían siendo eliminados.
Este hallazgo permitió llegar a la conclusión de que los daños celulares tenían que ser procesados por otras células distintas a los macrófagos. Después de distintas investigaciones, fue posible identificar a los neutrófilos como los responsables de estos eventos.
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La terapia biológica podría ayudar a curar los nervios lesionados
Este pequeño hallazgo puede significar mucho en el mundo de la medicina. Si se sabe que, en condiciones normales, los neutrófilos son las células encargadas contener los procesos inflamatorios de los nervios, es posible diseñar terapias específicas orientadas a aumentar el reclutamiento de estas células a los sitios de lesión.
Desde hace algunas décadas, el auge de la inmunoterapia he permitido el diseño de distintas opciones farmacológicas destinadas a potenciar al sistema inmunitario para contener muchos procesos patológicos que no necesariamente son de causa infecciosa. Esto se ha visto ampliamente en el tratamiento del cáncer y algunas enfermedades neurológicas.
Si se logran dilucidar los mecanismos exactos por los cuales los neutrófilos migran hacia el sitio de la lesión en el sistema nervioso y realizan los procesos de limpieza, es posible potenciar esta respuesta administrando sustancias capaces de estimular a estas células.
En tal caso, podría plantearse revertir la evolución de algunas enfermedades, como sucede con las neuropatías (afecciones de los nervios, que puede suceder en patologías como la diabetes). Esto no solo mejora los síntomas de los pacientes, sino que también disminuye considerablemente la posibilidad de sufrir secuelas desagradables en el futuro.
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Fuentes y referencias
Neuroscience News (2017). Immune Cells Could Help Rebuild Damaged Nerves. En http://neurosciencenews.com/immune-cells-neuron-repair-7818/
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