Científicos suecos informaron que células productoras de dopamina trasplantadas en el cerebro de un enfermo de párkinson sobrevivieron por más de dos décadas. Al tercer año del trasplante el enfermo pudo abandonar la medicación dopaminérgica, aunque después de una década el avance de la enfermedad volvió a hacer evidente los síntomas.
En tiempos de células madre escuchar de tejido del mesencéfalo de embriones humanos trasplantados al cerebro de enfermos de párkinson suena cuestionable, pero resulta que se ha hecho y que las células trasplantadas sobrevivieron casi un cuarto de siglo. Más aún, por aproximadamente 10 años mejoraron significativamente la sintomatología parkinsoniana en el enfermo trasplantado.
Los profesionales que realizaron el trasplante y el seguimiento del paciente por más de 24 años, hasta su muerte, pertenecen a la Universidad Lund, en Suecia, y los resultados de estas décadas de investigación se describen en un artículo recientemente publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America (PNAS).
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A los tres años el paciente pudo abandonar la medicación con levodopa.
El paciente en cuestión, de 59 años, fue trasplantado con tejido de embriones humanos formado por células productoras de dopamina, el tipo de células que muere en el cerebro de los afectados por el párkinson
Después de tres años de realizado el procedimiento, el paciente fue capaz de dejar la levodopa debido a la mejoría de sus síntomas. Durante 10 años esas mejorías se mantuvieron, pero a medida que la neurodegeneración avanzó a otras áreas del cerebro, los síntomas parkinsonianos volvieron a aparecer. Según explica uno de los autores del estudio, el profesor Olle Lindvall:
Esta es la primera vez que un paciente ha mostrado tan buen funcionamiento de un trasplante después de muchos años del trasplante de células nerviosas en el cerebro. Al mismo tiempo, se ha observado que los efectos positivos del trasplante en este paciente desaparecieron gradualmente a medida que la enfermedad se propagó a más estructuras en el cerebro.
Durante la autopsia, los investigadores comprobaron que los signos de párkinson, como los cuerpos de Lewy, se encontraron incluso en el tejido trasplantado después de casi un cuarto de siglo, lo que muestra que la enfermedad también alcanza a las células trasplantadas.
Un seguimiento de tantos años realmente aporta un conocimiento muy valioso no solo sobre el proceso de trasplante, sino además, sobre el desarrollo de la enfermedad de Parkinson en el cerebro de los enfermos. Y tal vez lo más importante, esta experiencia puede ser tomada en cuenta para los nuevos trasplantes que se están planificando en el mundo, en esta ocasión con células madre no extraídas de embriones humanos.
De tejido embrionario a células madre pluripontes inducidas.
El trasplante de células fetales para el tratamiento de la enfermedad de Parkinson alcanzó notoriedad a finales de los ochenta y principio de los noventa, cuando se realizaron las primeras intervenciones. Ya desde el comienzo se habló de mejorías en los pacientes, aunque siempre con la incógnita de hasta cuándo se mantendrían esos beneficios. Pero la notoriedad, más que por los resultados científicos, vino por la polémica que generó el uso de embriones humanos fruto de abortos. Para cada trasplante hacen falta alrededor de 8 a 10 fetos, de ahí que era inevitable que surgiese la polémica.
Afortunadamente la ciencia avanza y hoy en día el campo de la medicina regenerativa ha llegado a un punto en el que se pueden crear neuronas productoras de dopamina a partir de células madres pluripotentes generadas de tejido humano adulto, o incluso, de óvulos no fecundados.
Recientemente, en Australia, la compañía norteamericana Corporación Internacional de Células Madre inició un ensayo clínico en 12 enfermos de párkinson que recibirán un tratamiento con células madre. La diferencia del procedimiento actual en relación a los trasplantes de tejido de embriones no es solo el origen de las células, sino además, la cantidad. Si anteriormente lo máximo que llegaba a trasplantarse eran 180 000 células, en el ensayo Australiano las personas que menos recibirán tendrán una inyección de 30 millones de células y la que más, 70 millones ¿Los resultados serán cuantitativamente también diferentes? Los primeros resultados de este estudio los iremos conociendo para finales del año 2017, pero pasarán décadas antes de poder valorar completamente el alcance de estos procedimientos.
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Referencias
Lindvall, O., Englund, E., Widner, H., Mattsson, B., Li, W., Lätt, J., … Center, hl. S. C. (2016). Extensive graft-derived dopaminergic innervation is maintained 24 years after transplantation in the degenerating parkinsonian brain. Proceedings of the National Academy of Sciences. doi:10.1073/pnas.1605245113
Lund University (2016, May 3). Transplanted nerve cells survive a quarter of a century in a Parkinson’s disease patient. Eureka Alert. Recuperado de http://www.eurekalert.org/pub_releases/2016-05/lu-tnc050316.php