Las personas con formas progresivas de esclerosis múltiple (EM) y aquellas con mayor daño estructural en el cerebro tienen más riesgo de experimentar deterioro cognitivo.
Te pongo en situación: imagina que padeces esclerosis múltiple (si estás leyendo este artículo es posible que no tengas que tirar de imaginación, sino de realidad) y que tú y cientos de otras personas en igual situación reciben hoy mismo extensas valoraciones neurológicas y cognitivas.
Dentro de 5 años todos vuelven a someterse a las mismas pruebas. Algunos se habrán mantenido igual, otros seguramente habrán experimentado un deterioro leve y otros, lamentablemente, habrán deteriorado de forma significativa.
Y esto sucede a nivel físico, pero también cognitivo, es decir, a nivel de procesos como la memoria o el lenguaje.
Ahora volvamos atrás, a las pruebas de hace 5 años ¿Qué hay de común entre esas personas que deterioran más? ¿Hay algún indicador que pueda ayudarnos a predecir quién va a tener un deterioro cognitivo marcado?
Según una investigación recientemente publicada en la revista Brain, sí.
En este estudio no imaginaron, sino que realizaron lo que anteriormente te induje a recrear y lo hicieron con 234 pacientes con esclerosis múltiple, 181 de ellos con EM recurrente remitente, 33 con EM secundaria progresiva y 20 con EM primaria progresiva.
Además, se aplicó el mismo protocolo a 60 personas sin la enfermedad.
Los resultados siguen confirmando la importancia de la atrofia cerebral en la EM, dando argumentos a quienes se pronuncian a favor de incluir este indicador como un variable a tener en cuenta al valorar la efectividad de los tratamientos.
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¿Qué factores predicen el deterioro cognitivo en la esclerosis múltiple?
Tener una forma progresiva de la enfermedad y daños estructurales, especialmente atrofia, fueron indicadores que se asociaron significativamente a mayor deterioro cognitivo futuro.
Específicamente, los investigadores observaron que del total de pacientes, 66 experimentaron deterioro cognitivo durante un periodo medio de 5 años, y que ese deterioro fue hasta 3 veces más rápido en las personas con formas progresivas de la enfermedad.
Las imágenes por resonancia magnética reflejaron que los pacientes que al comienzo del estudio tenían menor volumen de la materia gris cortical, también tenían más riesgo de EM.
Además, se detectaron alteraciones estructurales en regiones específicas, como la atrofia en el lóbulo temporal, que se asociaban a mayor deterioro cognitivo.
Se observaron diferencias entre los factores predictores para las personas con EM remitente recurrente de corta evolución y los pacientes con muchos años con la enfermedad o con formas progresivas de la misma.
Entre los primeros la integridad de la materia blanca fue el indicador que mejor predijo el deterioro cognitivo futuro y en los segundos fue la atrofia cortical el mejor predictor.
Para los investigadores «estos resultados indican que los pacientes con daño estructural más severo al inicio del estudio, y especialmente atrofia cortical, son más propensos a sufrir deterioro cognitivo».
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El deterioro cognitivo, la nueva frontera de la terapia para la EM
Desde hace algunos años, pocos, en realidad, la investigación científica en el campo de la EM se ha volcado con fuerza en el estudio del deterioro cognitivo en la enfermedad.
La evidencia de que los problemas de memoria o con la velocidad de procesamiento de la información impactan directamente en la vida de quienes lo padecen, han hecho que este tema sea cada vez más popular.
Ya hay cierto consenso al considerar que el deterioro cognitivo es el resultado directo de la enfermedad y alguna evidencia, todavía muy pobre, sugiere que hay fármacos que podrían influir sobre el ritmo al que avanza la atrofia cortical (causa de ese deterioro).
Esos elementos han servido de base a una de las polémicas más actuales en este campo: ¿Se debe incluir la atrofia cerebral como un indicador para valorar el éxito o fracaso del tratamiento?
Si un paciente experimenta deterioro cognitivo, ¿se debe cambiar el fármaco? Y en esas polémicas seguimos.
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Fuentes y referencias
Anand J C Eijlers, Quinten van Geest, Iris Dekker, Martijn D Steenwijk, Kim A Meijer, Hanneke E Hulst, Frederik Barkhof, Bernard M J Uitdehaag, Menno M Schoonheim, Jeroen J G Geurts (2018): Predicting cognitive decline in multiple sclerosis: a 5-year follow-up study, Brain, , awy202, https://doi.org/10.1093/brain/awy20