Epilepsia benigna: una enfermedad infantil que se resuelve espontáneamente


Las epilepsias benignas suelen presentarse en la infancia y se caracterizan por la culminación espontánea de los síntomas luego de algunos años.

causa del autismo

Finalizando la edad preescolar, los síndromes epilépticos se perfilan como causa principal de convulsiones en pediatría. Estos son muy variables en cuanto a intensidad y pronóstico, siendo las epilepsias benignas un tipo muy particular que puede o no asociarse a trastornos motores.

La principal característica de estas es que desaparecen en la edad adulta en un porcentaje cercano al 100% de los pacientes, independientemente de si se utilizó tratamiento durante la fase sintomática.

La epilepsia rolándica, la epilepsia con paroxismos occipitales y la parcial con sintomatología afectiva son tres ejemplos representativos que se describirán a continuación.

También te puede interesar leer: 3 tipos de epilepsia sin convulsiones que no conocías

Epilepsia rolándica

epilepsia rolándica

Es una causa importante de convulsiones en la infancia y se caracteriza por asociarse al sueño. Generalmente no se complica y, como toda epilepsia benigna, tiende a desaparecer en la edad adulta.

Las crisis que caracterizan a esta entidad no son solo motoras, sino que también pueden presentarse trastornos sensitivos y del lenguaje.

Sin embargo, la forma de presentación más habitual siguen siendo las crisis motoras simples.

Es decir, son convulsiones delimitadas a una sola parte del cuerpo y que son perfectamente conscientes, a diferencia de las crisis tónico-clónicas generalizadas en las que el paciente pierde la conciencia.

Además de su estrecha relación con el sueño, este tipo de epilepsia se caracteriza por movimientos de la musculatura bucofacial durante las crisis, además de contracción anómala de la musculatura faríngea, por lo que la capacidad de emisión de palabras durante las convulsiones se limita considerablemente.

Debido a su aparición abrupta, genera una sensación de pánico bastante evidente y que suele ser motivo de consulta en muchas ocasiones.

El diagnóstico de esta entidad suele hacerse con la clínica, considerando también el uso del electroencefalograma y la resonancia magnética nuclear, aunque no siempre suele mostrar resultados evidentes ya que se trata de un trastorno funcional más que estructural.

También te puede interesar leer: Epilepsia rolándica: síntomas, estudios y pronóstico

Epilepsia con paroxismos occipitales

Este síndrome, de evolución generalmente favorable, fue descrito inicialmente en 1982, aunque sus orígenes se remontan 30 años antes. Se trata de una entidad cuyas crisis aparecen generalmente entre los 15 meses y 11 años de edad.

Las crisis pueden presentarse tanto durante la vigilia como en el sueño, caracterizándose por sintomatología sensitiva predominantemente visual, como la visión de luces o pérdida de la visión en alguno de los campos oculares de manera abrupta.

También suele asociarse a cefalea y vómitos, lo que obliga a hacer el diagnóstico diferencial con migraña.

Debido a que es una entidad con evolución atípica, esta suele ser infradiagnosticada en muchas ocasiones. Sin embargo, en los casos en los que se diagnostica a tiempo y se indica tratamiento oportuno, solo en la mitad de los casos los medicamentos logran eliminar las crisis.

Esto podría considerarse una desventaja, pero las manifestaciones suelen desaparecer espontáneamente como el resto de las epilepsias benignas de la infancia.

También te puede interesar leer: 4 tipos de epilepsia comunes en niños

Epilepsia parcial con sintomatología afectiva

epilepsia benigna

En este caso, las crisis suelen desencadenarse entre los 2 y 10 años de edad. Como su nombre indica, suele asociarse con trastornos afectivos en los que destaca un componente de terror.

A esa edad, se expresa en forma de llanto súbito, búsqueda de la madre, aislamiento, palidez, sudoración y algunos automatismos como masticación espontánea.

Es necesaria una alta sospecha clínica para establecer el diagnóstico, el cual siempre debe valerse de estudios electroencefalográficos específicos para poder diferenciarlo de otras entidades neuropsiquiátricas.

A pesar de que no existe “cura farmacológica”, este síndrome responde al tratamiento sintomático y suele desaparecer espontáneamente.

También te puede interesar leer: Las principales causas de epilepsia por grupo de edad

Fuentes y referencias:

Asociación Andaluza de Epilepsia. Epilepsias Parciales Benignas del Niño. Ápice, 2005.

 

Diego J. Pereira