Evolución de la enfermedad de Parkinson: identifican tres subtipos diferenciados.


Científicos canadienses concluyen que síntomas no motores como el deterioro cognitivo leve o la hipotensión ortostática  ayudan a predecir la evolución de la enfermedad de Parkinson.

Evolución de la enfermedad de Parkinson

La expresión de los síntomas de la enfermedad de Parkinson es muy heterogénea, mientras que en unas personas predomina la rigidez y lentitud de movimientos en otros los temblores son la marca más notable.

Lo mismo sucede con el curso de la enfermedad; mientras unos enfermos se mantienen controlados durante muchos años otros parecen sufrir un deterioro acelerado. Saber distinguir qué personas van a evolucionar de forma más rápida es importante para los profesionales, los familiares y el propio paciente.  Algunos clínicos se guían por la “regla de los 5 años”, es decir, como haya evolucionado en los primeros cinco años lo hará en los próximos cinco y así consecutivamente.

Ahora una nueva investigación de científicos de la Universidad de McGill en Canadá identificó tres subtipos de la enfermedad con un pronóstico evolutivo muy diferenciado. Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista JAMA Neurology.

Los investigadores reclutaron un total de 101 personas enfermas de párkinson a las cuáles se les aplicó un extenso análisis al inicio de la investigación. Se valoraron funciones motoras y no motoras como la cognición, el olfato o parámetros del sueño. Después de 4.6 años de seguimiento fueron reevaluados 76 de las personas que originalmente estaban en el estudio.

Pronosticando la evolución de la enfermedad de Parkinson.

Los científicos encontraron tres subtipos fundamentales de la enfermedad con un pronóstico evolutivo diferenciado:

  • Personas con síntomas motores fundamentalmente, donde el temblor era predominante. El deterioro cognitivo leve tenía una prevalencia moderada y los trastornos del sueño REM , en los que la persona refleja el contenido violento de los sueños a través de la actividad física, tenían una baja prevalencia. No padecían de hipotensión ortostática, una caída de la tensión arterial fruto de un cambio postural brusco  que puede provocar desmayos. Este grupo tenía el curso más favorable de la enfermedad, con la menor tasa de deterioro.
  • Personas en una categoría intermedia: tenían hipotensión ortostática pero no deterioro cognitivo leve y una frecuencia moderada de trastornos del sueño de fase REM. Otros síntomas motores fueron también moderados y el progreso general de la enfermedad se pronostica también como moderado.
  • El tercer grupo incluye a las personas con el peor pronóstico; se caracterizan por tener una alta prevalencia de hipotensión ortostática, deterioro cognitivo leve y de trastornos del sueño de fase REM. Tienen síntomas motores graves  incluyendo alteraciones de la marcha y caídas frecuentes. Las personas con esta sintomatología tienen la progresión más rápida de la enfermedad y un deterioro más acusado.

Para los autores del estudio es importante que los especialistas tomen en consideración que síntomas no motores como el deterioro cognitivo leve o los trastornos del sueño en fase REM pueden ayudar a predecir el curso de la enfermedad y ayudar a identificar a las personas con un peor pronóstico evolutivo.

Redacción TiTi