Más allá de los síntomas motores: párkinson y sexualidad.


párkinson y sexualidad

El párkinson no es solo problemas motores. Si eres un enfermo o familiar de un enfermo seguramente no te estamos diciendo nada nuevo. Desde trastornos del sueño, estreñimiento, pasando por depresión y alteraciones cognitivas, los síntomas no motores pueden ser tan difíciles de manejar como las alteraciones del movimiento.

Las disfunciones sexuales no escapan a la realidad de un enfermo de Párkinson y su pareja. Son más comunes de lo que se piensa aunque no sea un tema del que se hable a menudo.

Varias investigaciones han señalado que las disfunciones sexuales alcanzan a más de 50 % de los hombres enfermos de párkinson y en las mujeres también se ha detectado una mayor incidencia de disfunciones de la esfera sexual en comparación con personas sanas de la misma edad.

Disfunciones sexuales más comunes en personas con enfermedad de Parkinson.

párkinson y sexualidad

Entre los hombres predomina la incapacidad de lograr o mantener una erección, la eyaculación precoz, la falta de deseo sexual y la hipersexualidad, un trastorno de los impulsos caracterizado por un incremento marcado  de la excitación, el comportamiento sexual y de manera general del interés por la sexualidad.

Entre las mujeres es común la falta de lubricación que se acentúa con la menopausia, los escapes de orina involuntaria y también la falta de deseo sexual. Además, para ambos géneros las dificultades motoras pueden suponer un obstáculo más a la hora de realizar una práctica sexual.

Tal vez alguno ya está pensando que estas alteraciones son comunes en personas mayores de 60 años, grupo de edad en el que se concentra la mayor parte de los enfermos de párkinson. Sucede que, cuando se compara la prevalencia de problemas del funcionamiento sexual en enfermos de párkinson con la prevalencia en personas de la misma edad sanas, en los primeros el porcentaje es mucho más elevado ¿Por qué sucede así?

Causas de las disfunciones sexuales en personas con enfermedad de Párkinson.

Alteraciones del comportamiento en las personas con alzhéimer

Aunque las primeras causas en que se puede pensar son las propias lesiones cerebrales que provocan la enfermedad, la realidad es que aún no se ha podido comprobar que efectivamente, es así. Otras causas están más establecidas.

La medicación, fundamentalmente los fármacos agonistas de dopamina como el pramipexol se han asociado a la hipersexualidad. También los fármacos usados para tratar la depresión, común en personas con párkinson, pueden tener como efecto secundario la inhibición del deseo sexual aunque la depresión en sí misma puede estar provocando este síntoma.

Otra causa  de las alteraciones en el funcionamiento sexual ya os la habíamos comentado; son dificultades prácticas relacionados con los síntomas motores que hacen difícil los movimientos y giros sobre la cama.

Algunas estrategias para enfrentar las alteraciones del funcionamiento sexual en personas con párkinson.

Lo primero que se aconseja hacer es visitar al médico. Sí, ya sabemos, es evidente y siempre se dice lo mismo pero la realidad es que muchas personas asumen que sus disfunciones sexuales son por la edad o simplemente les avergüenza hablar de este tema. Y ni la edad ni el párkinson pueden ser un impedimento para disfrutar de esa dimensión tan humana.

El profesional de la salud puede hacer ajustes de la medicación en los casos que se identifique que la causa de las alteraciones es alguno de los fármacos que está tomando.

En relación a las dificultades que provocan los síntomas motores, muchas personas optan por cambiar el horario de las relaciones sexuales para el período ON, es decir, cuando menos síntomas manifieste el enfermo.

Desde la Fundación Michael J. Fox aconsejan vestir la cama con sábanas de satén y usar pijamas de seda (como todos no son Michael Fox, con un material que permita deslizarse con mayor facilidad igual vale). Y humor, aconsejan que el humor nunca falte.

Redacción TiTi