Realizan un mapeo total del hierro en el cerebro de las personas con párkinson.


La desregulación del hierro en el cerebro de las personas con párkinson es confirmada por una de las técnicas más avanzadas en el análisis de imágenes por resonancia magnética.

tecnología de células encapsuladas en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson

Con anterioridad te hemos hablado de la estrecha y a veces conflictiva relación que existe entre los niveles de hierro y el párkinson. Te hemos mencionado que varios estudios apuntan a que existe una desregulación de este metal en el cerebro de los enfermos.

Y por desregulación queremos decir que en algunos lugares hay mucho, mientras en otros hay poco. Algo semejante encontró un nuevo estudio publicado en la revista Brain y firmado por investigadores del centro alemán DZNE.

Pero esta investigación tiene dos resultados importantes: por una parte, hace una especie de mapa de la distribución del hierro en el cerebro de las personas con párkinson y por otra, prueba que una nueva técnica de análisis de los datos arrojados por una resonancia magnética, puede tener un valor diagnóstico en el párkinson ¿Mucha información en un solo párrafo? Calma, en nada vamos paso por paso.

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El hierro, el párkinson y nuevamente el estrés oxidativo.

hierro en el cerebro
En rojo y amarillo, las zonas de mayor acumulación de hierro. Crédito de imagen: DZNE/Julio Acosta-Cabronero.

El hierro es fundamental en nuestro organismo. Quienes lo tienen en niveles por debajo de la media lo saben por el cansancio que siempre parecen llevar a cuestas. Este mineral es fundamental en el transporte de oxígeno por nuestro cuerpo, entre otros muchos procesos.

Pero ya lo decía mi abuela (y seguro la tuya y todas las sabias abuelas del mundo) todo exceso es malo. Y precisamente al exceso de hierro en algunas regiones del cerebro parkinsoniano se asocia al daño oxidativo de las neuronas. Esta es una idea que se maneja no solo para el párkinson, sino además en otras enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer.

¿Y qué sucede con las áreas en que existe déficit, no exceso? Pues para algunos científicos el problema es ese. Que falta el hierro que es fundamental para la supervivencia de las neuronas. Lo que no se ha elaborado aún ninguna hipótesis sólida que explique el mecanismo mediante el cual niveles bajos de hierro contribuyen a la enfermedad de Parkinson.

Hasta el momento se había constatado la desregulación de los niveles de hierro en diversas áreas del cerebro de los enfermos, pero no se había hecho una “fotografía” total. Esto lo logró el grupo de investigación alemán.

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Este es el mapa y así se hizo.

Los científicos utilizaron una técnica que se emplea desde hace muy pocos años (de hecho, no está muy extendida) denominada mapa cuantitativo de susceptibilidad (QSM por sus siglas en inglés). Esencialmente consiste en una forma diferente de procesar las imágenes tradicionales de resonancia magnética que permite medir las concentraciones de metales y otras sustancias como el hierro o el calcio.

En la investigación se elaboró un mapa de la distribución de hierro en el cerebro de 25 enfermos de párkinson y 50 personas sanas. Comparando las imágenes de ambos grupos, los científicos comprobaron algunos elementos que ya habían visto investigaciones previas. Como explica uno de los autores del estudio, el Dr. Peter Nestor:

En los pacientes con párkinson encontramos exceso de hierro en la sustancia nigra, como se esperaba de estudios previos, pero también en extensas áreas del neocórtex»

La sustancia nigra es el área cerebral más extensamente implicada a la enfermedad de Parkinson debido a la pérdida de neuronas dopaminérgicas que ahí ocurre. Cuando los primeros síntomas de la enfermedad son evidentes, ya se ha perdido alrededor del 60% de las neuronas dopaminérgicas de la sustancia nigra.

En la investigación también se identificaron áreas de bajos niveles de hierro que hasta ahora no habían sido extensamente estudiadas. Los científicos apuntan a que, con la resonancia magnética tradicional, estas diferencias no fueron captadas. De hecho, ponen en la técnica QSM muy buenas expectativas de futuro. Según el Dr. Nestor:

QSM se basa en datos de medición que la resonancia magnética estándar no usa. Sin embargo, la mayoría de los escáneres clínicos, en principio, pueden tomar y guardar esa información para su posterior procesamiento. Los mapas de todo el cerebro que reflejen la imagen de susceptibilidad magnética podrían servir potencialmente como biomarcadores para la enfermedad. En otras palabras: QSM podría ayudar a mejorar el diagnóstico de Parkinson y otros trastornos relacionados.

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Referencias

Acosta-Cabronero, J., Cardenas-Blanco, A., Betts, M. J., Butryn, M., Valdes-Herrera, J. P., Galazky, I., … Magdeburg, 39120 (2016). The whole-brain pattern of magnetic susceptibility perturbations in Parkinson’s disease. Original Article. doi:10.1093/brain/aww278

DZNE (2016). People with Parkinson’s show altered iron levels in their brains. German Center for Neurodegenerative Disease. Disponible en https://www.dzne.de/en/about-us/public-relations/news/2016/press-release-no-20.html

Sanders, L. (2016, May 18). Evidence conflicts on iron’s role in Parkinson’s disease. Science News. Disponible en https://www.sciencenews.org/article/evidence-conflicts-irons-role-parkinsons-disease

Redacción TiTi