El análisis postmorten de un jugador de fútbol americano vino a confirmar el diagnóstico de encefalopatía traumática crónica que se le realizó en vida con ayuda de la tomografía por emisión de positrones.
Es solo un caso, pero podría representar mucho en la investigación de la encefalopatía traumática crónica (ETC), una enfermedad neurodegenerativa que puede llegar a causar demencia y que, según todos los indicios, hace estragos entre los jugadores de fútbol americano.
Investigadores estadounidenses han confirmado que con ayuda de la tomografía por emisión de positrones (PET), una tecnología de neuroimagen, han sido capaces de diagnosticar en una persona viva y por primera vez encefalopatía traumática crónica.
El diagnóstico se confirmó una vez la persona falleció y la autopsia reveló que afectivamente, padecía ETC. Hasta el momento este diagnóstico solo puede darse con total seguridad una vez la persona ha muerto, una barrera que impide el avance de la investigación científica en esta patología.
Un único caso está lejos de confirmar la metodología como válida, pero sin duda abre la puerta a que otros estudios sigan desarrollándola.
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¿Qué es la encefalopatía traumática crónica?
La ETC es una enfermedad neurodegenerativa que tiene como principal factor de riesgo (conocido) haber experimentado conmociones cerebrales repetidas durante largos periodos de tiempo.
Esa situación es común entre deportes de mucho contacto físico, como el fútbol americano y el boxeo. La ETC cursa con marcadas alteraciones de conducta; por ejemplo, la persona se vuelve impulsiva y agresiva, además de ocasionar un deterioro cognitivo que en muchos casos llega a la demencia.
Se sospecha que miles de personas viven con esta condición sin saberlo desde edades tan tempranas como los 30 años, de ahí la importancia de crear instrumentos diagnósticos que faciliten el conocimiento del trastorno y su tratamiento.
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¿Cómo se realizó el diagnóstico?
La persona estudiada tenía 59 años cuando se le realizó la PET en que los investigadores se apoyaron para adelantar el diagnóstico presuntivo de ETC. El paciente fue jugador de fútbol americano durante 22 años, 12 de ellos en la liga nacional profesional estadounidense.
Después de su retiro del fútbol se graduó de derecho y tuvo un accidentado desarrollo profesional, marcado por sucesivos fracasos en su desempeño. Al momento de realizarle la PET, su esposa confirmó que tenía problemas de memoria y cambios marcados de personalidad.
La PET se realizó usando un radiotrazador, el llamado FDDNP-PET, que permite visualizar unas fibrillas tóxicas que se acumulan en el cerebro de los enfermos y constituyen el signo clásico de ETC.
Para analizar los resultados de la PET, los investigadores tomaron en cuenta investigaciones previas en las que habían llegado a identificar un patrón particular de acumulación de fibrillas en pacientes que supuestamente padecían ETC.
Sin embargo, no habían podido confirmar aún que su hipótesis, la que plantea que ese patrón de distribución de fibrillas correspondía a ETC, era cierta.
El fallecimiento del exjugador de la liga profesional estadounidense a los 63 años y el posterior análisis de su tejido cerebral vino a dar esa confirmación: lo que había sido un diagnóstico presuntivo basado en la valoración de síntomas y en la prueba de neuroimagen, se confirmaba en el análisis postmorten.
La puerta a un diagnóstico más certero de ETC ha quedado entornada, pero no abierta. Según comenta Fox News, algunos científicos advierten que es difícil afirmar que las alteraciones cerebrales detectadas corresponden específicamente a ETC.
Las acumulaciones de fibrillas de tau están presentes en muchas otras enfermedades, como el alzhéimer, de ahí las precauciones con los resultados del estudio.
Este es el inicio, aún hay mucho que investigar, pero la vía resulta prometedora.
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Fuentes y referencias
Omalu, B; et al (2017): Postmortem Autopsy-Confirmation of Antemortem [F-18]FDDNP-PET Scans in a Football Player With Chronic Traumatic Encephalopathy. Neurosurgery. https://doi.org/10.1093/neuros/nyx536
