El dolor posterior a una punción lumbar, llamado cefalea post punción, es relativamente común y tiene una presentación clínica muy característica.
La cefalea se define como la sensación de dolor en la cabeza, que según la Clasificación Internacional de las Cefaleas (ICHD) puede originarse por infinidad de razones, cada una de ellas con una presentación clínica que la define y que ayuda al diagnóstico, el cual no suele requerir exámenes complementarios.
La cefalea post punción lumbar es un padecimiento que ha venido disminuyendo en incidencia con la introducción de nuevas técnicas y materiales para realizar dicho procedimiento, a pesar de que todavía se presenta en un número importante de pacientes. Es sobre los principales datos para comprender esta condición sobre lo que te hablaremos a continuación.
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¿Qué es una punción lumbar y para qué sirve?
Este es un procedimiento clínico cuya finalidad es la extracción de líquido cefalorraquídeo (LCR) de los pacientes. El LCR es una sustancia que abunda en el sistema nervioso central, especialmente en el espacio subaracnoideo, una región ubicada por debajo de una de las capas de protección del sistema nervioso, la aracnoides.
En la mayoría de los casos, la técnica requiere la inyección de una aguja entre las vértebras lumbares, un procedimiento que debe hacerse cuidadosamente para evitar lesionar estructuras nerviosas importantes. Es por eso que debe estar a cargo de un especialista en el área.
El LCR se puede obtener para fines diagnósticos, ya que ciertas enfermedades y condiciones (como meningitis, encefalopatías, cáncer y hemorragias) pueden alterar la composición de esta sustancia, orientando el diagnóstico de una patología en específico que previamente fue sospechada por la presentación clínica del paciente.
También se puede utilizar con fines terapéuticos, en los casos de infecciones del sistema nervioso central que requieren administrar tratamiento por esta vía.
¿Qué es la cefalea post punción lumbar?
El LCR contribuye a mantener un fenómeno físico dentro del sistema nervioso denominado presión intracraneana. Luego de haberse extraído este líquido a través del procedimiento antes mencionado, suele disminuirse de manera considerable la presión en ese sistema.
Esto conlleva a un fenómeno reflejo, todavía no muy bien caracterizado, que produce cefalea en algunos pacientes. Esta condición es relativamente común y tiene una serie de criterios diagnósticos específicos.
Generalmente se presenta como un dolor bilateral (en ambos lados de la cabeza) que aparece en un lapso no mayor a 5 días posterior a la realización de la punción lumbar, desapareciendo espontáneamente en menos de 7 días.
Clásicamente, una de las maneras para evitar exacerbar la cefalea es que el paciente se mantenga acostado, ya que la marcha o la posición de pie suele empeorar los síntomas.
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¿Qué tan común es esta condición?
Esto depende mucho del tipo de aguja que se esté utilizando para la punción, de la técnica y del operador que realice el procedimiento. Algunos datos parecen indicar que los niños y los adultos presentan cefalea en la misma proporción. Además, es más frecuente en jóvenes y mujeres (particularmente en edad fértil).
Entre menor sea el grosor de las agujas menor es la incidencia de la cefalea, hecho que se ha reducido notablemente con la invención de materiales más adecuados. De hecho, en el siglo XX, más del 60% de los pacientes podían padecer cefalea post punción, porcentaje que se ha reducido a menos del 11% en la actualidad.
A pesar de que las agujas más finas generan menos trauma y disminuyen la incidencia del dolor, los neurólogos suelen utilizar agujas gruesas debido a que permiten obtener muestras más adecuadas en un tiempo razonable. Esto aumenta considerablemente la incidencia de cefalea post punción.
¿Cuáles son las características clínicas de los pacientes afectados?
Según la Clasificación Internacional de las Cefaleas, el dolor es bilateral, opresivo y puede ubicarse de manera inespecífica en varias regiones, siendo una de las causas de cefalea frontal en ciertos pacientes.
Como se mencionó anteriormente, la intensidad del dolor empeora cuando el paciente se mantiene de pie y se atenúa al estar acostado. Se presenta dentro de los cinco días posteriores a la punción lumbar y mejora espontáneamente en la mayoría de los casos.
Por último, los pacientes presentan síntomas asociados a la cefalea como rigidez de nuca, fotofobia (sensibilidad exagerada a la luz), náuseas y síntomas auditivos.
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Fuentes y referencias
Torres J. Cefalea post-punción lumbar. Acta Neurol Colomb. 2008;24(4):112-7.
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