Sistema límbico: estructura y funciones

El sistema límbico regula las emociones, las motivaciones, el olfato e incluso el impulso sexual. ¿Cómo funciona y cuál es su estructura? Descubrámoslo juntos en el siguiente artículo.

Neurotransmisores en las áreas límbicas del cerebro humano, PET | Dr Jim Myers, Imperial College London. CC BY-NC

Complejo y singular, el sistema límbico es uno de los más difíciles de caracterizar anatómica y funcionalmente. Aunque el término “límbico” fue acuñado en 1878, no es hasta 1937 que el médico norteamericano James Papez comienza a debatir su rol en el control de las emociones.

Lo constituyen varias estructuras que se localizan alrededor del tálamo y la corteza cerebral, entre las cuales se encuentran la amígdala, la corteza límbica y el hipotálamo.

De acuerdo a numerosas investigaciones, este sistema es capaz de relacionar las emociones con la cognición y el comportamiento. Su estudio resulta esencial para comprender las afectaciones provocadas por desórdenes como la epilepsia, la esquizofrenia y la demencia, así como para desarrollar un tratamiento efectivo para equilibrar su actividad.

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Pero ¿cómo funciona el sistema límbico?

sistema límbico
Estructuras que forman parte del sistema límbico | Blausen.com staff (2014). «Medical gallery of Blausen Medical 2014». WikiJournal of Medicine 1 (2). DOI:10.15347/wjm/2014.010. ISSN 2002-4436.

Según se cree, el sistema límbico comprende 5 regiones del cerebro:

  • córtex límbico
  • formación hipocampal
  • área septal
  • amígdala
  • hipotálamo

La interacción de éstas y otras estructuras cerebrales permite la generación y control de las emociones y motivaciones, la memoria e incluso el impulso sexual.

Es una operación conjunta en la cual se activan cadenas neuronales capaces generar patrones de actividad específicos, se integran los estímulos recibidos a ciertas funciones complejas y se expresan o no determinados neurotransmisores.

Estudios recientes sugieren que las vías dopaminérgicas son algunas de las formas de modulación más importantes de la red límbica. Cuando se ven afectadas pueden provocar problemas de comportamiento y movimiento. Por ejemplo, pueden empeorar los síntomas de la enfermedad del Parkinson.

De hecho, el sistema límbico garantiza nuestra supervivencia, ya que regula funciones metabólicas como la termorregulación (regulación de la temperatura corporal) y la reproducción, además de la reacción a ciertos estímulos emocionales.

Por ejemplo, la forma en que sentimos y manifestamos el miedo depende de si existe una experiencia inicial o no ya que se activarán diferentes regiones del cerebro asociadas a la red límbica (el hipocampo dorsal, la amígdala basal y la corteza prefrontral).

Por eso, si la actividad de alguno de los componentes no está modulada adecuadamente pueden producirse desórdenes de ansiedad.

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El sistema límbico y las grandes perspectivas que ofrece

Las enfermedades neurodegenerativas están asociadas a un desequilibrio del sistema límbico. Los individuos afectados suelen mostrar emotividad intensa, volverse irritables o perder la capacidad de aprendizaje y de expresión de sus emociones. Por lo general, el tratamiento involucra fármacos y terapias cognitivo – conductuales.

Sin embargo, aún queda mucho por investigar. Esperemos que en el futuro la comprensión del sistema límbico permita implementar tratamientos para una recuperación cognitiva y emocional rápida y completa en pacientes con desórdenes neurológicos.

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Fuentes bibliográficas

García J.  & J. M. Delgado. Sistema límbico. En:  Fernández-Tresguerres JA et al.eds. Fisiología humana, 4e New York, NY: McGraw-Hill. En: http://accessmedicina.mhmedical.com/content.aspx?bookid=1858&sectionid=134363758

Saavedra J., Díaz W,. Zúñiga L., Navia C. y Zamora T. Correlación funcional del sistema límbico con la emoción, el aprendizaje y la memoria. Morfolia (2015) 7 (2): 29-44.