El éxito del tratamiento de la agitación nocturna en ancianos reside fundamentalmente en la adecuada identificación de las causas. Existen estrategias farmacológicas y no farmacológicas que pueden ayudar a aliviar los síntomas.
Ángel se gira, emite un quejido.
No ha pasado ni un minuto y vuelve a girarse, casi inmediatamente grita a Mar, su cuidadora. Ángel se ve inquieto, como si estar en cama para él fuese una tortura.
Son las 22:00 horas y esta ya va siendo una noche más de agitación, de ansiedad, de inquietud; una de esas noches que tanto teme Mar y que ponen a prueba toda su capacidad como cuidadora.
Ángel tiene agitación nocturna, que en muchos casos puede calificarse como síndrome del ocaso o sundowning.
Ángel también tiene demencia, una condición en la que el sundowning es muy frecuente.
Pero no solo los adultos mayores con demencia manifiestan sundowning ni este síndrome es la única explicación a la agitación nocturna en ancianos.
A continuación, vamos a hablar de cómo se manifiesta la agitación nocturna en ancianos, de sus diferentes causas y de las estrategias que se han demostrado más efectivas para mejorar los síntomas.
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Síntomas de agitación nocturna en ancianos
El anciano con agitación en la noche puede manifestar:
- Elevada actividad motora, por ejemplo, camina sin propósito, se levanta y se sienta con mucha frecuencia, se gira en la cama constantemente.
- Irritabilidad
- Resistencia a realizar determinadas tareas.
- Confusión y desorientación.
- Agresividad en algunos casos.
- Gran número de demandas, por ejemplo, que le den agua, que lo lleven al baño o que le den de comer.
- En algunos casos la persona puede manifestar estar viendo cosas que en realidad no existen o tener ideas sin sentido para su cuidador, por ejemplo, que alguien vendrá a hacerle daño mientras duerme.
Ahora bien, esas pueden ser algunas de las manifestaciones de la agitación nocturna, pero antes de hablar de tratamiento hay que delimitar muy bien algunos puntos.
¿Agitación solo nocturna (frecuente), agitación generalmente frecuente, pero que notamos más durante la noche o agitación que surgió de forma abrupta hace poco tiempo?
Es importante, sobre todo de cara a explicarle al médico, definir cuándo comenzaron a aparecer los síntomas y el horario y la frecuencia con la que se manifiestan. En función de eso datos pueden existir varios cuadros a considerar, entre los más frecuentes:
Síndrome del ocaso o sundowning
Es un patrón de comportamientos disruptivos recurrentes que aparecen fundamentalmente al atardecer y en la noche y disminuyen o desaparecen durante el día.
En este caso los síntomas aparecen casi todos los días y se percibe asociación entre la aparición de las alteraciones y el momento del día.
Es un síndrome muy común entre las personas con demencia, especialmente en las personas con demencia en fase avanzada, aunque como ya mencionamos se puede dar en adultos mayores sin demencia.
No se conocen las causas del síndrome del ocaso, pero se ha planteado que puede deberse a alteraciones en nuestro reloj biológico, de forma tal que no se producen en el organismo las señales que ordenan disminuir la actividad y dormir.
Hay otros factores que pueden influir y en algunos casos resultar claves, por ejemplo:
- El cansancio acumulado del día, tanto en el cuidador como en la persona a la que cuida (si es el caso).
- Aburrimiento después de un día sin actividades significativas.
- Depresión.
- Si ocurre en una persona institucionalizada, el cambio de turnos y el consecuente aumento de actividad en el entorno podría contribuir.
- Problemas de visión.
- Estar en un lugar nuevo, no familiar.
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Recomendaciones para el manejo del síndrome del ocaso o sundowning en ancianos
- Durante el día mantener una adecuada exposición a luz, especialmente a la luz natural. Mantener las ventanas descubiertas para que entre luz solar.
- Si la persona aún tiene autonomía, realizar actividad física regular y moderada durante el día. Por ejemplo, ir a
- Evitar, especialmente en la tarde y en la noche, bebidas como el café o la cola.
- Si la persona duerme la siesta, que estas sean cortas.
- Echar las cortinas durante el atardecer y encender las luces del interior.
- Realizar al atardecer alguna actividad que sabemos que gusta a la persona, por ejemplo, ver fotos antiguas o poner música suave que le sea familiar.
- Reducir o evitar los ruidos fuertes.
- Si ven la tele, evite programas que puedan alterar a la persona, como los telediarios en los que predominen las noticias negativas.
- Evitar cenar muy cerca del horario de ir a la cama.
- Si el anciano no duerme por la noche es fundamental establecer una adecuada rutina del sueño.
- En la habitación en la que la persona duerme mantener una temperatura adecuada, vigilar especialmente el exceso de calor.
- Crear una rutina reconocible antes de ir a la cama. Por ejemplo, al acercarse el momento, cepillar los dientes, ponerse el pijama, ir apagando las luces. El objetivo es que existan señales de que “es hora de dormir”. De manera general mantener una rutina estable todos los días ayuda a que la persona se sienta segura y esté más orientada.
Por último, puede ser positivo intentar distraer a la persona cuando está agitada o acercarse y establecer un contacto físico que exprese afecto y tranquilidad.
Agitación nocturna en ancianos que surge abruptamente
En algunos casos la inquietud no se manifiesta frecuentemente, sino que es algo que surge de forma súbita (horas o días) y además de manifestarse especialmente en la noche, también lo hace durante el día, aunque los síntomas pueden fluctuar.
En este caso siempre es importante valorar la presencia de delirium, un síndrome en el que la persona se muestra también muy agitada, con alteración de la consciencia y grandes dificultades para centrar y mantener la atención.
Es frecuente que los mayores afectados por delirium se muestren más agitados en la noche y somnolientos durante el día.
Es importante conocer que este síndrome comúnmente aparece en ancianos que han pasado por algún procedimiento médico (por ejemplo, cirugía de cadera), especialmente los que han sido hospitalizados.
Sin embargo, en los ancianos que permanecen en el hogar también aparece el delirium o síndrome confusional agudo y es importante buscar ayuda médica inmediata, ya que está asociado a la presencia de enfermedades, intoxicaciones o al efecto de determinadas medicaciones.
Tratamiento del delirium
- Es fundamental identificar y tratar la causa del delirium, ya sea una enfermedad, el efecto de la medicación o cualquier otra etiología. Es importante acudir a la mayor brevedad por ayuda médica.
- La prevención es siempre la mejor opción. Algunas medidas parecen asociarse a menor riesgo de delirum. Por ejemplo, limitar el uso de fármacos sedantes y anticolinérgicos (p.ej. alprazolam) a lo estrictamente necesario; crear un ambiente favorable al descanso nocturno; mantener una adecuada hidratación; caminar (si puede) y exponerse a la luz natural durante el día
- Cuando aparece el delirium, el tratamiento farmacológico elegido será pautado por el médico en función de los síntomas y las condiciones del paciente.
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Agitación que se manifiesta durante el día, pero que percibimos más durante la noche
Las anteriores son las dos causas más conocidas de agitación nocturna en ancianos, pero también hay que tener en cuenta que algunas personas en realidad se muestran agitadas e intranquilas a lo largo de todo el día, pero al llegar la tarde y acumularse el cansancio, estos síntomas se notan más (y desborden más).
Es normal que en la noche todos queramos algo de tranquilidad y si sucede lo contrario, posiblemente nos impacte más negativamente que si el mismo comportamiento ocurre en horario de la mañana.
Para manejar la intranquilidad en los mayores son válidas muchas de las recomendaciones anteriores, comenzando por el hecho de intentar identificar y, si es posible, solucionar la causa que puede haber en la base de las conductas disruptivas.
Decenas de factores pueden estar contribuyendo a que una persona se muestre agitada, por ejemplo:
- Dolor
- Infecciones
- Efectos secundarios de los medicamentos o de interacciones de medicamentos (especial cuidado con los benzodiacepinas).
- Hambre
- Estreñimiento.
- Frustración.
- Aburrimiento
- Abuso de sustancias.
- Cambio de cuidador.
- Muerte de un familiar.
Es importante acudir al médico para que valore posibles causas y establezca el tratamiento oportuno.
Muchas de las medidas no farmacológicas que hemos mencionado en los apartados anteriores son válidas para este caso: ambiente tranquilo, rutinas, controlar la exposición a la luz, entono propicio al sueño, etc.
El tratamiento farmacológico, el médico lo valorará en los casos en los que la agitación en el anciano sea de tal intensidad que ponga en riesgo su seguridad o la de quienes le rodean.
Entre las opciones que se pueden manejar está la melatonina y en algunos casos antipsicóticos.
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Fuentes
Neil Evans (2016): Sundowning: Phenomenology, Pathophysiology, and Treatment Approaches. En https://www.psychiatryadvisor.com/home/topics/neurocognitive-disorders/alzheimers-disease-and-dementia/sundowning-phenomenology-pathophysiology-and-treatment-approaches/
NIA: Tips for Coping with Sundowning. En https://www.nia.nih.gov/health/tips-coping-sundowning